28 Julio 2013
"DIALOGUEN". Es el consejo del Pontífice a los dirigentes políticos. REUTERS
En su sexto día en Río de Janeiro, el papa Francisco habló en español "para poder expresar mejor lo me dicta el corazón" en los tres discursos contundentes que dio ayer en la Jornada Mundial de la Juventud: en la misa concelebrada con obispos y sacerdotes en la catedral San Sebastián, durante el encuentro con la clase dirigente de Brasil en el Teatro Municipal y en el almuerzo que compartió con los cardenales de Brasil, la presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, los obispos de la región y la comitiva papal.
"Hubiera deseado hablarles en su hermosa lengua portuguesa, pero para poder expresar mejor lo que llevo en el corazón, prefiero hablar en español. Les pido la cortesía de disculparme", expresó el Pontífice en las tres ocasiones. "Los tres discursos fueron conducentes", señalan las agencias de noticias EFE, Télam, DPA y DyN.
Condenó la exclusión
El Papa exhortó a los obispos y sacerdotes del mundo a ser "callejeros de la fe" y les recordó que es en las villas, las favelas y los cantegriles "donde se sirve a Cristo en los pobres". También condenó la "cultura de la exclusión y del descarte" de ancianos y de los hijos no deseados. Al presidir la misa en la catedral San Sebastián, el Pontífice los invitó a "poner la oreja para escuchar los logros y dificultades de los pobres, quienes deben ser invitados VIP de la Iglesia", además de instarlos a "empujar a los jóvenes para que salgan, aunque hagan macanas".
Un mundo más fraterno
"No podemos enclaustrarnos en la parroquia, en las comunidades, cuando tantas personas están esperando el mensaje del Evangelio. Salgan, salgan", animó en medio de aplausos. "Tienen que ser callejeros de la fe . Permanecer en Cristo no es aislarse, es ir al encuentro de los otros", machacó ante 640 obispos -entre ellos 30 argentinos-, 7,814 sacerdotes y 632 diáconos. También los llamó a "ser constructores de un mundo más fraterno" y "promover la cultura del encuentro".
Francisco sostuvo: "las cruces están en el camino y en la periferia, no en las parroquias".
Eliminen la pobreza
El Papa también le dio un tirón de orejas a la clase política de Brasil, que en junio fue blanco de masivas protestas de una sociedad desencantada por la corrupción y la ineficiencia de los servicios públicos.
Les reclamó "más humanismo y menos elitismo" con la política y la economía, y que eliminen la pobreza. "El futuro exige hoy rehabilitar la política -que es una de las formas más altas de caridad- y favorecer la convivencia pacífica entre las diferentes religiones", expresó Francisco. Y advirtió: "entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta siempre hay una opción posible: el diálogo. "Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta es siempre la misma: Diálogo, diálogo, diálogo..."
"Quien desempeña un papel de guía debe tener objetivos muy concretos y buscar los medios específicos para alcanzarlos. Pero puede haber desilusión, amargura e indiferencia cuando las expectativas no se cumplen", alertó el Papa.
Gritos de justicia
El Papa advirtió que los gritos de justicia continúan hoy como en tiempo del profeta Amos que condenó a quienes "oprimen contra el polvo la cabeza de los míseros y tuercen el camino de los indigentes".
La dirigencia tiene que eligir la más justa de las opciones después de haberlas considerado, a partir de la propia responsabilidad y el interés por el bien común, aconsejó el Pontífice a la dirigencia brasileña, en su primer viaje internacional desde que está al frente de la Iglesia Católica.
"Hubiera deseado hablarles en su hermosa lengua portuguesa, pero para poder expresar mejor lo que llevo en el corazón, prefiero hablar en español. Les pido la cortesía de disculparme", expresó el Pontífice en las tres ocasiones. "Los tres discursos fueron conducentes", señalan las agencias de noticias EFE, Télam, DPA y DyN.
Condenó la exclusión
El Papa exhortó a los obispos y sacerdotes del mundo a ser "callejeros de la fe" y les recordó que es en las villas, las favelas y los cantegriles "donde se sirve a Cristo en los pobres". También condenó la "cultura de la exclusión y del descarte" de ancianos y de los hijos no deseados. Al presidir la misa en la catedral San Sebastián, el Pontífice los invitó a "poner la oreja para escuchar los logros y dificultades de los pobres, quienes deben ser invitados VIP de la Iglesia", además de instarlos a "empujar a los jóvenes para que salgan, aunque hagan macanas".
Un mundo más fraterno
"No podemos enclaustrarnos en la parroquia, en las comunidades, cuando tantas personas están esperando el mensaje del Evangelio. Salgan, salgan", animó en medio de aplausos. "Tienen que ser callejeros de la fe . Permanecer en Cristo no es aislarse, es ir al encuentro de los otros", machacó ante 640 obispos -entre ellos 30 argentinos-, 7,814 sacerdotes y 632 diáconos. También los llamó a "ser constructores de un mundo más fraterno" y "promover la cultura del encuentro".
Francisco sostuvo: "las cruces están en el camino y en la periferia, no en las parroquias".
Eliminen la pobreza
El Papa también le dio un tirón de orejas a la clase política de Brasil, que en junio fue blanco de masivas protestas de una sociedad desencantada por la corrupción y la ineficiencia de los servicios públicos.
Les reclamó "más humanismo y menos elitismo" con la política y la economía, y que eliminen la pobreza. "El futuro exige hoy rehabilitar la política -que es una de las formas más altas de caridad- y favorecer la convivencia pacífica entre las diferentes religiones", expresó Francisco. Y advirtió: "entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta siempre hay una opción posible: el diálogo. "Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta es siempre la misma: Diálogo, diálogo, diálogo..."
"Quien desempeña un papel de guía debe tener objetivos muy concretos y buscar los medios específicos para alcanzarlos. Pero puede haber desilusión, amargura e indiferencia cuando las expectativas no se cumplen", alertó el Papa.
Gritos de justicia
El Papa advirtió que los gritos de justicia continúan hoy como en tiempo del profeta Amos que condenó a quienes "oprimen contra el polvo la cabeza de los míseros y tuercen el camino de los indigentes".
La dirigencia tiene que eligir la más justa de las opciones después de haberlas considerado, a partir de la propia responsabilidad y el interés por el bien común, aconsejó el Pontífice a la dirigencia brasileña, en su primer viaje internacional desde que está al frente de la Iglesia Católica.