28 Julio 2013
Se colocó el "cocar".- Al finalizar el discurso a la dirigencia política brasileña y saliéndose de nuevo del protocolo, Francisco se colocó en la cabeza el "cocar" que utilizan los caciques aborígenes del Amazona, en medio de una ovación. También abrazó a un representante de los pueblos originarios -a quien abrazó-, una niña con síndrome de Down y otras personas que hizo levantar cuando se arrodillaron para reverenciarlo.
Laicidad del estado.- El Papa defendió la laicidad del Estado en uno de los países con más católicos del mundo (aunque en caída) y fuerte presencia de credos evangélicos. "La convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado que, sin asumir como propia ninguna, respeta y valora la presencia del factor religioso en la sociedad...", expresó el Sucesor de Pedro.
Un "sobreviviente del exterminio social".- Un joven ex adicto a las drogas, que se autodefinió como un "sobreviviente del exterminio social", emocionó al Papa. "Como residente de la favela Da Maré, tenía todo para ser uno más de los jóvenes que acaban exterminados por la violencia. Crecí viendo al narcotráfico cooptar gente pobre para ser 'mano de obra barata' y sentí en mi piel cómo la droga se metía en mi vida...", expresó Walmyr Junior, hoy profesor de Historia en la Pontifica Universidad Católica de Río. Tras escucharlo, el Pontífice se enterneció, se levantó de su asiento y lo abrazó durante el acto realizado en el Teatro Municipal de Río de Janeiro.
Los cartoneros, invitados de honor.- Un grupo de 35 jóvenes cartoneros argentinos fueron los invitados de honor de Papa en el Vía Crucis que se realizó en la playa de Copacabana en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro. Son muchachos que recolectan cartón -en Buenos Aires y otras ciudades argentinas- para venderlo y poder así ganarse la vida. Muchos provienen de las llamadas "villas miseria" y siempre han gozado de un afecto especial del Santo Padre.
Gesto de respeto.- El papa Francisco se convirtió ayer en el primer líder de la Iglesia Católica en saludar a un representante del Candomblé, una de las regiones de raíces africanas que existen en Brasil. "Esto es un gesto de respeto a las religiones minoritarias", afirmó el pedagogo Ivanir dos Santos, líder espiritual de la religión afrobrasileña.
Laicidad del estado.- El Papa defendió la laicidad del Estado en uno de los países con más católicos del mundo (aunque en caída) y fuerte presencia de credos evangélicos. "La convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado que, sin asumir como propia ninguna, respeta y valora la presencia del factor religioso en la sociedad...", expresó el Sucesor de Pedro.
Un "sobreviviente del exterminio social".- Un joven ex adicto a las drogas, que se autodefinió como un "sobreviviente del exterminio social", emocionó al Papa. "Como residente de la favela Da Maré, tenía todo para ser uno más de los jóvenes que acaban exterminados por la violencia. Crecí viendo al narcotráfico cooptar gente pobre para ser 'mano de obra barata' y sentí en mi piel cómo la droga se metía en mi vida...", expresó Walmyr Junior, hoy profesor de Historia en la Pontifica Universidad Católica de Río. Tras escucharlo, el Pontífice se enterneció, se levantó de su asiento y lo abrazó durante el acto realizado en el Teatro Municipal de Río de Janeiro.
Los cartoneros, invitados de honor.- Un grupo de 35 jóvenes cartoneros argentinos fueron los invitados de honor de Papa en el Vía Crucis que se realizó en la playa de Copacabana en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro. Son muchachos que recolectan cartón -en Buenos Aires y otras ciudades argentinas- para venderlo y poder así ganarse la vida. Muchos provienen de las llamadas "villas miseria" y siempre han gozado de un afecto especial del Santo Padre.
Gesto de respeto.- El papa Francisco se convirtió ayer en el primer líder de la Iglesia Católica en saludar a un representante del Candomblé, una de las regiones de raíces africanas que existen en Brasil. "Esto es un gesto de respeto a las religiones minoritarias", afirmó el pedagogo Ivanir dos Santos, líder espiritual de la religión afrobrasileña.