28 Julio 2013
EN MEDIO DE LAS LLAMAS. Los vecinos de la zona colaboraron para tratar de extinguir el incendio del tractor. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
CONCEPCIÓN.- El tractorista Enrique Sosa experimentó amargamente el riesgo que representa la quema de cañaverales. Fue ayer al mediodía en la localidad de Yerba Buena, ubicada 7 kilómetros al este de Monteros, por la ruta provincial 325, terminó con su Massey y Ferguson destruido por las llamas. Fue luego de proceder él mismo a incendiar las plantaciones que ya habían sido derribadas y dispuestas, según dijo, para ser transportadas en la noche al ingenio Ñuñorco.
Al rodado lo había dejado en la banquina para luego descender y dirigirse a iniciar la quema. "Estaba al fondo de la finca cuando las llamas comenzaron a avivarse. Entonces el viento las orientó hacia la ruta. Después ocurrió el resto", relató Sosa.
El fuego salió de la finca y tomó por los matorrales de la banquina, en donde estaba el tractor. "Escuchamos los gritos de desesperación del hombre y salimos a ayudarlo. Vimos que las llamas envolvían al tractor", relató, por su parte, Carla Molina, una joven que vive al frente del lugar en que se generó el siniestro.
El agua que se arrojaba al tractor alentaba el fuego. Enseguida se optó por la tierra, pero las llamas no amainaban. Hasta los turistas y otros circunstanciales automovilistas que pasaban por el lugar se detuvieron a ayudar. En un instante, Sosa, sin temor a quemarse, subió a su rodado y logró hacerlo arrancar. Así lo alejó un poco de las llamas de la banquina. Pero el tractor siguió incendiándose. Fue finalmente el extinguidor de un camionero el que ayudó a sofocar el fuego que dominaba al transporte.
El tractorista no podía creer cómo había quedado su herramienta de trabajo. "Esto -dijo a viva voz un automovilista-les debe servir de ejemplo a todos los que queman caña".
En aumento
Ayer, y luego de las últimas heladas, entre Concepción y Simoca se registraron cerca de 10 quemas de cañaverales. La de Yerba Buena fue una de ellas. En el marco de esta seguidilla de prácticas que llevan adelante cañeros, un tramo de la nueva ruta 38, que se extiende a la altura de Monteros, terminó envuelto en una espesa humareda.
El fuego avanzó desde una finca cañera cercana y tomó por la banquina. El tránsito se tornó extremadamente peligroso. De ahí que varios automovilistas decidieron no avanzar y esperar hasta que se extinguiera el incendio.
El viernes pasado, vecinos de Arcadia vivieron en carne propia el temor por la quema de los cañaverales. Alrededor de 10 hectáreas fueron incendiadas, lo que puso en peligro a los habitantes de la zona. Bomberos Voluntarios de Concepción acudieron al lugar para sofocar el incendio. No se registraron víctimas ni daños mayores. La prohibición de la quema está establecida en el artículo 38 de la Ley provincial 6.253 de Medio Ambiente. (C)
Al rodado lo había dejado en la banquina para luego descender y dirigirse a iniciar la quema. "Estaba al fondo de la finca cuando las llamas comenzaron a avivarse. Entonces el viento las orientó hacia la ruta. Después ocurrió el resto", relató Sosa.
El fuego salió de la finca y tomó por los matorrales de la banquina, en donde estaba el tractor. "Escuchamos los gritos de desesperación del hombre y salimos a ayudarlo. Vimos que las llamas envolvían al tractor", relató, por su parte, Carla Molina, una joven que vive al frente del lugar en que se generó el siniestro.
El agua que se arrojaba al tractor alentaba el fuego. Enseguida se optó por la tierra, pero las llamas no amainaban. Hasta los turistas y otros circunstanciales automovilistas que pasaban por el lugar se detuvieron a ayudar. En un instante, Sosa, sin temor a quemarse, subió a su rodado y logró hacerlo arrancar. Así lo alejó un poco de las llamas de la banquina. Pero el tractor siguió incendiándose. Fue finalmente el extinguidor de un camionero el que ayudó a sofocar el fuego que dominaba al transporte.
El tractorista no podía creer cómo había quedado su herramienta de trabajo. "Esto -dijo a viva voz un automovilista-les debe servir de ejemplo a todos los que queman caña".
En aumento
Ayer, y luego de las últimas heladas, entre Concepción y Simoca se registraron cerca de 10 quemas de cañaverales. La de Yerba Buena fue una de ellas. En el marco de esta seguidilla de prácticas que llevan adelante cañeros, un tramo de la nueva ruta 38, que se extiende a la altura de Monteros, terminó envuelto en una espesa humareda.
El fuego avanzó desde una finca cañera cercana y tomó por la banquina. El tránsito se tornó extremadamente peligroso. De ahí que varios automovilistas decidieron no avanzar y esperar hasta que se extinguiera el incendio.
El viernes pasado, vecinos de Arcadia vivieron en carne propia el temor por la quema de los cañaverales. Alrededor de 10 hectáreas fueron incendiadas, lo que puso en peligro a los habitantes de la zona. Bomberos Voluntarios de Concepción acudieron al lugar para sofocar el incendio. No se registraron víctimas ni daños mayores. La prohibición de la quema está establecida en el artículo 38 de la Ley provincial 6.253 de Medio Ambiente. (C)
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