26 Julio 2013
AUDIENCIAS. El jucio contra 41 imputados por torturas se realiza desde noviembre. LA GACETA / FRANCO VERA
El relato, simple y conmovedor de una madre que dedicó su vida a buscar a su hijo que había sido secuestrado, abrió la jornada del juicio por delitos de lesa humanidad que se sustancia en el Tribunal Oral Federal de Tucumán, y en el que se busca esclarecer la responsabilidad de 41 imputados de los delitos de secuestros, torturas, homicidios, entre otros crímenes de lesa humanidad, contra más de 200 víctimas, en los centros clandestinos de detención que funcionaban en la Compañía de Arsenales Miguel de Azcuénaga y en la Jefatura de Policía.
Clara Nélida Medina de Bianchi tiene 89 años. Entró al tribunal con un pañuelo blanco en la cabeza. Ella, la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, filial Tucumán, contó ante el tribunal cómo fue el secuestro y posterior búsqueda de su hijo, Ramón Oscar.
El 15 de abril de 1976, un grupo de 12 personas armadas, con las caras cubiertas, narices postizas y pelucas, entraron violentamente a su domicilio. Buscaban "al terrorista Bianchi". Como no lo encontraron, sacaron de la cama a su esposo, Francisco Rizo. Lo golpearon y se lo llevaron (poco después, apareció en Tafí Viejo). Pero antes, contó, desvalijaron la casa. "Hasta se comieron lo que había en la heladera", recordó "Nelly".
Esa misma noche, secuestraron a Oscar, de 21 años, de la casa donde vivía con su esposa, sus suegros, su cuñada y una amiga de la familia. Bianchi era delegado estudiantil en la carrera de Bioquímica. Nunca más se supo de él, aunque un testigo afirmó haberlo visto en el Arsenal.
Luego, declararon Marta Gómez, que estuvo el día del secuestro de Juan Carreras, secuestrado adentro de la sede de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional de Tucumán; y Patricia Rizo.
Durante la audiencia de hoy, el juez Carlos Jimenez Montilla, tuvo que llamar la atención a uno de los imputado que están en el penal de Ezeiza, porque se durmió en su asiento. "Es una falta de respeto", reclamó el presidente del tribunal.
Clara Nélida Medina de Bianchi tiene 89 años. Entró al tribunal con un pañuelo blanco en la cabeza. Ella, la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, filial Tucumán, contó ante el tribunal cómo fue el secuestro y posterior búsqueda de su hijo, Ramón Oscar.
El 15 de abril de 1976, un grupo de 12 personas armadas, con las caras cubiertas, narices postizas y pelucas, entraron violentamente a su domicilio. Buscaban "al terrorista Bianchi". Como no lo encontraron, sacaron de la cama a su esposo, Francisco Rizo. Lo golpearon y se lo llevaron (poco después, apareció en Tafí Viejo). Pero antes, contó, desvalijaron la casa. "Hasta se comieron lo que había en la heladera", recordó "Nelly".
Esa misma noche, secuestraron a Oscar, de 21 años, de la casa donde vivía con su esposa, sus suegros, su cuñada y una amiga de la familia. Bianchi era delegado estudiantil en la carrera de Bioquímica. Nunca más se supo de él, aunque un testigo afirmó haberlo visto en el Arsenal.
Luego, declararon Marta Gómez, que estuvo el día del secuestro de Juan Carreras, secuestrado adentro de la sede de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional de Tucumán; y Patricia Rizo.
Durante la audiencia de hoy, el juez Carlos Jimenez Montilla, tuvo que llamar la atención a uno de los imputado que están en el penal de Ezeiza, porque se durmió en su asiento. "Es una falta de respeto", reclamó el presidente del tribunal.
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