26 Julio 2013
TOLERANCIA. La falta de control de malezas comprometen la productividad. LA GACETA / ARCHIVO
El control de malezas está volviendo a ser el punto fundamental en la producción de cereales y oleaginosas. La irrupción de las malezas de difícil control, no solo para la acción del glifosato, está obligando a los productores y técnicos responsables de la producción a plantear estrategias de control no solo en base a rotar principios activos, sino también modo de acción de los herbicidas.
En lo referido a maíz, es muy normal el uso de herbicidas pre emergentes en base a triazinas y a cloroacetamidas como son la atrazina, el acetoclor, y el metoalaclor o sus isómeros. Estas familias trabajan inhibiendo el foto sistema II y la división celular respectivamente, pero algunas tolerancias, lavados por lluvias, falta de incorporación correcta por ausencia de estas o foto degradación lleva a que ocurran escapes, especialmente de gramíneas anuales, y además el sorgo de Alepo resistente a glifosato.
Esto, sumado a la poca competitividad del cultivo de maíz con las malezas en etapa tempranas, lleva a comprometer fuertemente la productividad del cultivo.
En este sentido, el nicosulfurón, surge como una herramienta de gran utilidad en el control de escapes de gramíneas en post emergencia temprana. Este principio activo es una sulfonilureas, familia de herbicidas de amplísima difusión cuyo modo de acción conocido como ALS, radica en detener el crecimiento de la planta y generar clorosis en las hojas más nuevas, generando la muerte de la planta por agotamiento general.
De esta forma podemos generar una estrategia de control basada no solo en la rotación de diferentes principios activos, sino también en los modos de acción.
Primero® 75WG, herbicida en polvo formulado en base a nicosulfurón es capaz de controlar en forma exitosa malezas del tipo gramíneas anuales como ser brachiarias, capín, pasto cuaresma, sorgo de alepo (incluso el resistente a glifosato), babo y yuyo colorado. Es también capaz de controlar sorgo de alepo de rizoma en dosis más altas, con estrategias de una aplicación total o en dosis divididas según sea el caso siendo excelente el control de aquellos biotipos resistentes a glifosato.
En lo referido a maíz, es muy normal el uso de herbicidas pre emergentes en base a triazinas y a cloroacetamidas como son la atrazina, el acetoclor, y el metoalaclor o sus isómeros. Estas familias trabajan inhibiendo el foto sistema II y la división celular respectivamente, pero algunas tolerancias, lavados por lluvias, falta de incorporación correcta por ausencia de estas o foto degradación lleva a que ocurran escapes, especialmente de gramíneas anuales, y además el sorgo de Alepo resistente a glifosato.
Esto, sumado a la poca competitividad del cultivo de maíz con las malezas en etapa tempranas, lleva a comprometer fuertemente la productividad del cultivo.
En este sentido, el nicosulfurón, surge como una herramienta de gran utilidad en el control de escapes de gramíneas en post emergencia temprana. Este principio activo es una sulfonilureas, familia de herbicidas de amplísima difusión cuyo modo de acción conocido como ALS, radica en detener el crecimiento de la planta y generar clorosis en las hojas más nuevas, generando la muerte de la planta por agotamiento general.
De esta forma podemos generar una estrategia de control basada no solo en la rotación de diferentes principios activos, sino también en los modos de acción.
Primero® 75WG, herbicida en polvo formulado en base a nicosulfurón es capaz de controlar en forma exitosa malezas del tipo gramíneas anuales como ser brachiarias, capín, pasto cuaresma, sorgo de alepo (incluso el resistente a glifosato), babo y yuyo colorado. Es también capaz de controlar sorgo de alepo de rizoma en dosis más altas, con estrategias de una aplicación total o en dosis divididas según sea el caso siendo excelente el control de aquellos biotipos resistentes a glifosato.
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