22 Julio 2013
GRAN RECEPCIÓN. Hasta en las playas de Río de Janeiro se vive la "previa" del gran encuentro con los jóvenes. EFE
Dos millones de jóvenes esperan reunirse con el papa Francisco que llegará hoy a las 16 (hora argentina y de Brasil) a Río de Janeiro, para presidir la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). La expectativa se percibe en todas las calles de la ciudad carioca. En cada cuadra de la avenida Atlántica puede verse el logo de la JMJ y frases en varios idiomas con las palabras: amor, esperanza, respeto, amistad y alegría.
En la playa de Copacabana, los artistas esculpen en la arena imágenes del Papa y la leyenda "Ben vindo, Francisco".
La pintura habitual de la ciudad se trastoca con la gran presencia policial. Móviles y agentes en bicicleta recorren la avenida. En la calle, los bares y la televisión no se hablan de otra cosa, tras las protestas sociales de los últimos días. Al punto que recién el viernes se decidió que el Papa recorrerá en auto blindado los tramos largos y usará el papamóvil para las distancias cortas.
Cambios de última hora
Pero también habrá otros cambios en la agenda, uno de ellos fue introducido por el propio Francisco: quiere un encuentro especial con los jóvenes argentinos. Uno de los lugares posibles para esa reunión puede ser el Terreirao do Samba, un amplio espacio en el centro de la ciudad con capacidad para 15.000 personas. Ese encuentro podría ser el jueves o el viernes.
La recepción
Otro cambio será que Francisco se trasladará hoy en "papamóvil" por las calles del centro desde la Catedral de la ciudad.
Según la agenda prevista, Francisco será recibido esta tarde en el Palacio Guanabara, sede del Gobierno regional, por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff; el gobernador, Sergio Cabral, y el alcalde, Eduardo Paes.
A la recepción fueron invitados deportistas como Neymar, delantero de la selección brasileña y del FC Barcelona de España, que no confirmó todavía su presencia; el exbaloncestista Oscar Schmidt y el ex futbolista Pelé.
Francisco llegará acompañado por el "primer ministro", el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, y del Sustituto de la Secretaria de Estado ("número tres" del Vaticano), el arzobispo Giovanni Angelo Becciu. También irán los cardenales Marc Oullet, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, y Joao Braz de Aviz, brasileño, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada.
La visita se produce en medio de las protestas sociales que están sacudiendo al Brasil.
La mayoría de los jóvenes peregrinos argentinos llegarán en micro hoy a Río. Entre ellos, se espera la participación de más de 1.200 jóvenes tucumanos. Los primeros en llegar intervienen en las jornadas misioneras previas en parroquias, colegios católicos e instituciones religiosas de la periferia de la ciudad.
En cada lugar se respira buena onda, alegría y mucha expectativa. En el aeropuerto, voluntarios de la jornada dan la bienvenida a los peregrinos y obispos que llegan, mientras otros orientan a los visitantes con carteles en la cabeza que decían: "Los podemos ayudar: ¿necesita información?". Los peregrinos jesuitas esperan con especial alegría a uno de los suyos. En el colegio Santo Inácio se dieron cita 2.000 jesuitas de 50 países.
En resumen: los brazos de Río están abiertos de par en par a la espera de Francisco. (EFE, DyN y Especial)
En la playa de Copacabana, los artistas esculpen en la arena imágenes del Papa y la leyenda "Ben vindo, Francisco".
La pintura habitual de la ciudad se trastoca con la gran presencia policial. Móviles y agentes en bicicleta recorren la avenida. En la calle, los bares y la televisión no se hablan de otra cosa, tras las protestas sociales de los últimos días. Al punto que recién el viernes se decidió que el Papa recorrerá en auto blindado los tramos largos y usará el papamóvil para las distancias cortas.
Cambios de última hora
Pero también habrá otros cambios en la agenda, uno de ellos fue introducido por el propio Francisco: quiere un encuentro especial con los jóvenes argentinos. Uno de los lugares posibles para esa reunión puede ser el Terreirao do Samba, un amplio espacio en el centro de la ciudad con capacidad para 15.000 personas. Ese encuentro podría ser el jueves o el viernes.
La recepción
Otro cambio será que Francisco se trasladará hoy en "papamóvil" por las calles del centro desde la Catedral de la ciudad.
Según la agenda prevista, Francisco será recibido esta tarde en el Palacio Guanabara, sede del Gobierno regional, por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff; el gobernador, Sergio Cabral, y el alcalde, Eduardo Paes.
A la recepción fueron invitados deportistas como Neymar, delantero de la selección brasileña y del FC Barcelona de España, que no confirmó todavía su presencia; el exbaloncestista Oscar Schmidt y el ex futbolista Pelé.
Francisco llegará acompañado por el "primer ministro", el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, y del Sustituto de la Secretaria de Estado ("número tres" del Vaticano), el arzobispo Giovanni Angelo Becciu. También irán los cardenales Marc Oullet, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, y Joao Braz de Aviz, brasileño, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada.
La visita se produce en medio de las protestas sociales que están sacudiendo al Brasil.
La mayoría de los jóvenes peregrinos argentinos llegarán en micro hoy a Río. Entre ellos, se espera la participación de más de 1.200 jóvenes tucumanos. Los primeros en llegar intervienen en las jornadas misioneras previas en parroquias, colegios católicos e instituciones religiosas de la periferia de la ciudad.
En cada lugar se respira buena onda, alegría y mucha expectativa. En el aeropuerto, voluntarios de la jornada dan la bienvenida a los peregrinos y obispos que llegan, mientras otros orientan a los visitantes con carteles en la cabeza que decían: "Los podemos ayudar: ¿necesita información?". Los peregrinos jesuitas esperan con especial alegría a uno de los suyos. En el colegio Santo Inácio se dieron cita 2.000 jesuitas de 50 países.
En resumen: los brazos de Río están abiertos de par en par a la espera de Francisco. (EFE, DyN y Especial)
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