20 Julio 2013
MOSCÚ.- El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, sostuvo en Moscú que "el ajuste expansivo fiscal no existe" y la realidad "ha demostrado que los países que vienen aplicando la receta ortodoxa del ajuste no están saliendo de la crisis, los mercados les dan la espalda y es la gente la que paga sus costos y consecuencias".
"Se está reconociendo que las políticas de ajuste para agradar a los mercados financieros no dieron resultado y que, como viene repitiendo la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner), hay que volver a poner en el centro de las decisiones las políticas económicas que generan la creación de empleo", enfatizó Lorenzino en su presentación en la reunión de ministros del G-20 que se desarrolla en Moscú. Lorenzino participó anoche en la cena de ministros de Economía y presidentes de bancos centrales del G-20, que agrupa a las principales economías del mundo, donde se discutió sobre su estado de situación.
El funcionario había participado previamente de la reunión de ministros de Economía y Trabajo, junto con el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada. Al respecto, sostuvo que "reunir a la economía con el trabajo de los países del G-20 ha sido un logro importante en este sentido y es el resultado de las prédicas que nuestra Presidenta, Lula (da Silva) y el propio (Barack) Obama han venido manteniendo en estos años". Sobre este tema, Lorenzino enfatizó que "el mensaje más importante que sale de la reunión es haber puesto sobre la mesa que hay que orientar las políticas al crecimiento con más creación de empleo. En la reunión se reconoció que los países se hacen cada vez más inequitativos".
"Por el contrario, Argentina sigue apostando a las políticas contracíclicas activas, que se orientan a promover el crecimiento y seguir generando puestos de trabajo y los últimos datos están demostrando que seguimos por el buen camino", agregó.
Por otro lado, las principales economías emergentes mostraron inquietud por los efectos indirectos del torbellino financiero global, pero esperan planear una acción conjunta para controlar las consecuencias en la reunión del G-20.
Una fuga de capitales desde Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, derivada de una esperada reducción del estímulo monetario de Estados Unidos, ha generado temores por la vitalidad de sus economías, que ya han perdido brillo.
El cambio de dirección del "tsunami monetario" -como Brasil definió al flujo de dinero barato por parte de países desarrollados- llevó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a llamar a su par chino en junio para discutir una acción coordinada. (Télam-Reuters)
"Se está reconociendo que las políticas de ajuste para agradar a los mercados financieros no dieron resultado y que, como viene repitiendo la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner), hay que volver a poner en el centro de las decisiones las políticas económicas que generan la creación de empleo", enfatizó Lorenzino en su presentación en la reunión de ministros del G-20 que se desarrolla en Moscú. Lorenzino participó anoche en la cena de ministros de Economía y presidentes de bancos centrales del G-20, que agrupa a las principales economías del mundo, donde se discutió sobre su estado de situación.
El funcionario había participado previamente de la reunión de ministros de Economía y Trabajo, junto con el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada. Al respecto, sostuvo que "reunir a la economía con el trabajo de los países del G-20 ha sido un logro importante en este sentido y es el resultado de las prédicas que nuestra Presidenta, Lula (da Silva) y el propio (Barack) Obama han venido manteniendo en estos años". Sobre este tema, Lorenzino enfatizó que "el mensaje más importante que sale de la reunión es haber puesto sobre la mesa que hay que orientar las políticas al crecimiento con más creación de empleo. En la reunión se reconoció que los países se hacen cada vez más inequitativos".
"Por el contrario, Argentina sigue apostando a las políticas contracíclicas activas, que se orientan a promover el crecimiento y seguir generando puestos de trabajo y los últimos datos están demostrando que seguimos por el buen camino", agregó.
Por otro lado, las principales economías emergentes mostraron inquietud por los efectos indirectos del torbellino financiero global, pero esperan planear una acción conjunta para controlar las consecuencias en la reunión del G-20.
Una fuga de capitales desde Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, derivada de una esperada reducción del estímulo monetario de Estados Unidos, ha generado temores por la vitalidad de sus economías, que ya han perdido brillo.
El cambio de dirección del "tsunami monetario" -como Brasil definió al flujo de dinero barato por parte de países desarrollados- llevó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a llamar a su par chino en junio para discutir una acción coordinada. (Télam-Reuters)