Divulgación
CIENCIA EN EL AIRE
DIEGO MANUEL RUIZ
(Siglo XXI - Buenos Aires)
El libro pertenece a la interesante colección "Ciencia que ladra", cuyo propósito es acercar las ciencias a un público amplio. Y ha merecido la primera mención del concurso internacional de divulgación Ciencia que ladra-La Nación, en 2012.
En el subtítulo puede leerse: "Presión, calentamiento, lluvias, vientos, rayos y centellas en la atmósfera terrestre". Y se ocupa de eso, más precisamente de una historia de nuestro planeta y sus vicisitudes desde su aparición hace unos 4.600 millones de años hasta el presente. El volumen ofrece información importante y permite al lector asumir la condición histórica de las modificaciones físicas y bióticas en la Tierra, lo cual ayuda a asumir una mirada obligadamente filosófica sobre la condición humana, su precariedad y su responsabilidad planetaria.
Por ejemplo, leemos que la temperatura inicial en nuestro planeta alcanzaba los 4.000 grados centígrados, cercana a la existente en la superficie del Sol; que en el centro de la Tierra hay un núcleo sólido (hierro y níquel) rodeado de metales en estado líquido cuya temperatura es de unos 6.000 grados centígrados y que posiblemente esa situación produce el campo magnético terrestre, especie de paraguas cósmico que nos protege del acoso del viento solar; que la mayor parte del agua en nuestro planeta tiene origen extraterrestre por impactos de varios cometas y asteroides; que en los últimos dos millones de año hubo al menos seis catástrofes diferentes cuyas causas se conocen; que las cinco capas que componen la atmósfera terrestre cumplen funciones específicas para crear las condiciones de aparición y conservación de la vida.
Estos y otros muchos temas vinculados surgen desde un lenguaje claro y de fácil comprensión. En ocasiones demasiado fácil, porque hay problemas cuya densidad se pasa por alto y el lector quisiera entenderlos más.
© LA GACETA
JORGE ESTRELLA