18 Julio 2013
![SONRÍA. La foto deja en evidencia la infracción y evita los entredichos. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA](https://img.lagaceta.com.ar/fotos/notas/2013/07/18/719x1080_552803_201307172137500000002.webp)
El microcentro es el reino de las infracciones, explican los inspectores de Tránsito. El surtido de faltas es grande, pero prevalecen las infracciones por estacionar en lugares prohibidos. Esas se llevan el 50% del total de las fotomultas que se labraron hasta ahora.
Desde el lunes, cuando los radares comenzaron a funcionar, se registraron por día un promedio de 180 infracciones. "En una mañana de recorrida ya hicimos casi 60", enumeró Ramón Bustos, encargado de sección del cuerpo de radares. Hay tres equipos que recorren la ciudad en dos turnos (de 8 a 13 y de 14 a 19). En una moto viajan dos inspectores con el radar, que es el que se coloca sobre un pie y mide la velocidad. En un auto utilitario va una cámara de fotos y una notebook con la que se controlan otro tipo de faltas, como el estacionamiento en zonas prohibidas. Las imágenes registran la infracción y no hay lugar para la discusión. "Lo mejor de este sistema es que evita los roces con los automovilistas", reconoció Roberto Soria, operario de uno de los equipos.
Con estos dos sistemas convive el tradicional: el talonario para labrar actas a mano. Se lo usa en algunos casos, cuando no se puede tomar la fotografía. También se equipó a los inspectores con celulares que sacan fotos. "Tiene un programa especial para las multas. Como un talonario, pero digital", detalló Soria.
En el ranking de faltas detectadas por los radares, al primer puesto se lo lleva el mal estacionamiento (en ochavas, en paradas de ómnibus, en doble fila, en las salidas de garages...). Luego sigue hablar por celular y después cruzar los semáforos con la luz roja, enumeró el director de Tránsito, Carlos Soto.
LA GACETA viajó a bordo de la camioneta que detecta a los infractores. Marcos Monti manejaba el utilitario naranja en la que iban Soria, Bustos y Franco Servantes, otro inspector. Bajar por la Crisóstomo Álvarez es complicado a las 12.30, no sólo por la cantidad de autos, sino por las dos hileras de vehículos aparcados que se forman en algunas cuadras. Por ejemplo, frente a la sede de la Anses esperaban unos siete taxis en doble fila. "En ese caso se fotografía al último, pero apenas nos ven, los otros arrancan", comentaron.
Cuando la cámara toma la foto, se registra en el sistema la calle, la altura el tipo de infracción y el nombre del inspector. "No nos bajamos ni nos acercamos. No hay contacto con nadie", dijo Monti. Esto disminuye la posibilidad de que se produzcan disturbios. "A las personas más grandes les molesta mucho que un inspector joven le diga que cometió una falta", agregó.
"La verdad es que el sistema funciona a la perfección", destacaron los inspectores al finalizar el recorrido. Y trabajar en grupo les gusta porque es una contención. En la radio del utilitario sonaban unos movidos ochentosos. Afuera aturdían los motores y los bocinazos. ¿Y ese con baliza? "No vale, la baliza no te salva. Estacionar en doble fila está prohibido". Click.
Desde el lunes, cuando los radares comenzaron a funcionar, se registraron por día un promedio de 180 infracciones. "En una mañana de recorrida ya hicimos casi 60", enumeró Ramón Bustos, encargado de sección del cuerpo de radares. Hay tres equipos que recorren la ciudad en dos turnos (de 8 a 13 y de 14 a 19). En una moto viajan dos inspectores con el radar, que es el que se coloca sobre un pie y mide la velocidad. En un auto utilitario va una cámara de fotos y una notebook con la que se controlan otro tipo de faltas, como el estacionamiento en zonas prohibidas. Las imágenes registran la infracción y no hay lugar para la discusión. "Lo mejor de este sistema es que evita los roces con los automovilistas", reconoció Roberto Soria, operario de uno de los equipos.
Con estos dos sistemas convive el tradicional: el talonario para labrar actas a mano. Se lo usa en algunos casos, cuando no se puede tomar la fotografía. También se equipó a los inspectores con celulares que sacan fotos. "Tiene un programa especial para las multas. Como un talonario, pero digital", detalló Soria.
En el ranking de faltas detectadas por los radares, al primer puesto se lo lleva el mal estacionamiento (en ochavas, en paradas de ómnibus, en doble fila, en las salidas de garages...). Luego sigue hablar por celular y después cruzar los semáforos con la luz roja, enumeró el director de Tránsito, Carlos Soto.
LA GACETA viajó a bordo de la camioneta que detecta a los infractores. Marcos Monti manejaba el utilitario naranja en la que iban Soria, Bustos y Franco Servantes, otro inspector. Bajar por la Crisóstomo Álvarez es complicado a las 12.30, no sólo por la cantidad de autos, sino por las dos hileras de vehículos aparcados que se forman en algunas cuadras. Por ejemplo, frente a la sede de la Anses esperaban unos siete taxis en doble fila. "En ese caso se fotografía al último, pero apenas nos ven, los otros arrancan", comentaron.
Cuando la cámara toma la foto, se registra en el sistema la calle, la altura el tipo de infracción y el nombre del inspector. "No nos bajamos ni nos acercamos. No hay contacto con nadie", dijo Monti. Esto disminuye la posibilidad de que se produzcan disturbios. "A las personas más grandes les molesta mucho que un inspector joven le diga que cometió una falta", agregó.
"La verdad es que el sistema funciona a la perfección", destacaron los inspectores al finalizar el recorrido. Y trabajar en grupo les gusta porque es una contención. En la radio del utilitario sonaban unos movidos ochentosos. Afuera aturdían los motores y los bocinazos. ¿Y ese con baliza? "No vale, la baliza no te salva. Estacionar en doble fila está prohibido". Click.