Las calles donde nadie nos cuida
En la ciudad pedemontana se violan las velocidades máximas en las avenidas, se estaciona donde sea y no se respetan las prioridades de paso. Los domingos a la tarde, en la avenida Perón pasan autos corriendo picadas, a metros de los niños que andan en bicicletas o juegan en los bulevares. Allí no hay semáforos y apenas tres o cuatro reductores de velocidad por cada carril. Según las autoridades, la problemática es compleja, de difícil resolución. Así, por ejemplo, la edad promedio de las personas involucradas en accidentes viales va desde los 18 a los 35 años; la mayoría de los choques registrados son laterales y, frecuentemente, en un solo puesto de control nocturno se secuestra hasta 25 coches por noche, debido a que sus conductores se encuentran ebrios.
Roberto Coronel es subdirector de la Dirección de Tránsito, Transporte y Vía Pública de Yerba Buena. Vive en la avenida Perón al 900, a unas cuadras de la esquina en la que murieron María Silvia y Domingo Marchese. Cuenta que, en esa vía, la repartición que conduce ha detectado con frecuencia vehículos a 140 kilómetros por hora o más, pese a que las velocidades permitidas van desde los 40 hasta los 70 kilómetros, según el carril.
- Ese es uno de los problemas más graves de esa calle -argumenta. Sin embargo, hay otro peor -admite en seguida-: los domingos por la tarde, cuando todo el mundo está corriendo, andando en bicicleta o tomando sol en sus bulevares, pasan autos corriendo picadas. Si le alcanzaran los 60 inspectores a su cargo, asegura que efectuaría más controles de velocidad y de alcoholemia. Pero aclara que nada puede hacer para detener a los jóvenes que manejan alcoholizados cada fin de semana.
En los registros de la repartición está escrito que la edad promedio de las personas involucradas en accidentes viales va desde los 18 a los 35 años, que la mayoría de los choques son laterales y que en un sólo puesto de control nocturno se secuestran hasta 25 coches por noche, debido a que sus conductores se encuentran ebrios.
A lo largo de los 6,5 kilómetros de la avenida Perón, desde el Camino del Perú hasta el derivador de La Olla, no hay ningún semáforo, y apenas entre tres y cuatro reductores de velocidad de cada lado.
Pedro Mauricio Katz, jefe de la División Seguridad Vial de la Dirección Provincial de Vialidad, piensa que para preservar la vida en las calles y rutas debe haber un control eficaz, además de concientización y educación. También aclara que los accidentes, a los que consideramos comúnmente como una fatalidad son, en realidad, consecuencia de errores humanos y de conductas poco previsoras.
- No se puede subir al auto y salir manejando como si nada. Al conducir, todos los sentidos deben estar alertas -dice, y recuerda que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el período 2011-2020 como "Decenio de Acción para la Seguridad Vial", con el objetivo de celebrar deliberaciones sobre políticas y de propiciar que las personas afectadas por accidentes de tránsito difundan sus experiencias de manera amplia.
Según ese documento de la ONU, cerca de 1,3 millones de personas mueren cada año en todo el mundo debido a un percance vial (más de 3.000 muertes por día), aunque la mitad de esas víctimas no viajaba en automóvil. Entre 20 millones y 50 millones más sufren traumatismos que derivan en discapacidades. El 90 % de esas defunciones ocurren en países de ingresos bajos y medianos. Entre las tres causas principales de fallecimiento de personas de cinco a 44 años figuran los traumatismos causados por el tráfico. Ello se debe, en parte, al rápido aumento del mercado de vehículos de motor, sin que haya mejoras suficientes en las estrategias sobre seguridad vial ni en la planificación del uso del territorio.
El titular de Vialidad Provincial, Raúl Basilio, añade que Tucumán tiene una tasa de siniestralidad muy alta, puesto que se trata de una provincia densamente poblada y con motocicletas. Se producen muchos accidentes en las rutas en los que las víctimas suelen ser, a menudo, motociclistas y ciclistas.
Somos como manejamos
Jorgelina Coronel aprendió a manejar a los 10 años. Cuando tenía 14 años, su mamá pasaba a buscarla del colegio, le cedía el volante, hacía que la condujera hasta el trabajo y la dejaba con el coche, para que volviera sola a casa.
Hoy, a sus 24 años años, lo primero que les enseña a sus alumnos es que no hagan lo mismo. Desde la mirada de esta instructora de manejo y seguridad vial, los conductores yerbabuenenses tienen particularidades.
Para empezar, estacionan donde sea ("ven un hueco y se meten"). Para seguir, no respetan el orden de prioridades ("todos quieren pasar primero"). Para continuar, violan las velocidades máximas ("andan a 100 kilómetros por las avenidas"). Y para terminar, han convertido a las esquinas en zonas rojas ("doblan como vienen").
- Me cuesta muchísimo enseñarles a girar. Tienen que poner el guiño 50 metros antes de llegar a una esquina, llevar el auto pegado al cordón desde los 30 metros y doblar a 20 kilómetros por hora. Pero lo hacen de forma imprudente -narra.
Aunque también hay ciertas singularidades que son positivas. La instructora dice que, en las calles internas, los automovilistas suelen ser respetuosos con el peatón, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades, donde en vez de cederle el paso le tocan bocina.
Las investigaciones más recientes realizadas por las asociación civil Luchemos por la Vida revelan que cada automóvil particular viola un semáforo en rojo por día, en promedio. Además, ese mismo conductor no respeta la prioridad del peatón cada dos días, aproximadamente. Y los colectivos infringen los semáforos a razón de cuatro por hora, cada ómnibus, cada día. Algo debe andar muy mal para que los argentinos estemos convencidos de que nada nos ocurrirá si no respetamos las reglas.
EN CAPITAL Y YERBA BUENA
Repavimentan la Juan B. Terán y suspenden la castración de mascotas en Yerba Buena
La Municipalidad de Yerba Buena continúa retirando los paños dañados de la calle Juan B. Terán -desde Salas y Valdés hasta la avenida Aconquija- y repavimentando la arteria. Con este trabajo quedará en óptimas condiciones para el tránsito vehicular. Esta calle es de suma importancia porque por ella circula la línea 100 de transporte urbano de pasajeros y es usada por cientos de vehículos que trasladan a diario alumnos que asisten a los establecimientos educativos de la zona. La comuna también informó que debido al cierre de las escuelas por el receso escolar, la castración solidaria de mascotas (perros y gatos) fue postergada para agosto. Todavía no se fijó fecha, pero se prevé que será la segunda semana.
Se reúne hoy la comisión directiva de la Asociación de Salud ocupacional de Tucumán
La Asociación de Salud Ocupacional de Tucumán (ATSO) integrada por médicos especialistas en medicina del trabajo, legistas, familia, peritos laborales de parte, de las ART y otros, renovó sus autoridades. El doctor Héctor Manuel Árquez fue electo presidente. Lo secundan los doctores: Fernando Vázquez Carranza, Mario A. Nieva, Daniel Díaz Vélez, Sigrid Sigstad, Jorge Fernández y Martín Soria. Ocupan el Tribunal de Honor los doctores Julio Picón y dos reconocidos especialistas: Rodolfo Valperga y Antonio Casanova. La Salud Ocupacional promueve y protege la salud de los trabajadores mediante la prevención y control de enfermedades y accidentes, y la eliminación de los factores que ponen en peligro la salud y la seguridad del trabajo. La ATSO realiza sus reuniones ordinarias el segundo jueves cada mes.