Luis "El Gordo" Olivera, el único detenido en el marco de la investigación por la muerte de Paulina Lebbos quedará en libertad en los próximos días, confirmó su abogado Cergio Morfil. El hombre es cuidador de un camping de El Cadillal donde, según una versión, ocultaron el cuerpo de la joven.
Olivera declaró la semana pasada, luego de una denuncia del padre de Paulina, Alberto Lebbos, acerca de la presunta participación de "hijos del poder" en la desaparición y posterior muerte de la joven a quien se vio por última vez con vida el 26 de febrero de 2006.
Gabriel, el hijo del gobernador José Alperovich, y Sergio, hijo de Alberto Kaleñuk, ex jefe de Gendarmería, ex jefe de Policía y actual asesor del mandatarios, se pusieron disposición de la Justicia tras la presentación de Lebbos.
Ante el fiscal Diego López Ávila, Olivera dijo que no sabía nada de lo sucedido, aunque admitió que en el camping había una casa que pertenecía a Kaleñuk, pero que había sido derruida en 2007.
Ayer a la tarde, el acusado se enfrentó en un careo con dos de los testigos que lo acusaron, y sostuvo que no conocía nada del crimen de Paulina.
Según trascendió, el hombre deberá pagar una caución personal y una real antes de recuperar la libertad. Igualmente seguirá involucrado en la causa hasta que el fiscal determine si lo procesa o no. "No hay peligrosidad procesal y siempre mostró predisposición para que lo investiguen", afirmó Morfil. La libertad se concretaría, según estimaron fuentes judiciales, el viernes.