26 Junio 2013
ROSTROS SERIOS. Los decanos de las 13 facultades flanquean a Cerisola (cabecera) durante la sesión del Superior. LA GACETA / DIEGO ARAOZ
El estatuto de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) no será reformado en lo que resta para que finalice el mandato de las actuales autoridades. Así lo resolvió el Consejo Superior, cuyos miembros decidieron convertir en resolución una declaración firmada por los decanos de las 13 unidades académicas, por el rector, Juan Alberto Cerisola, y por la vicerrectora, Alicia Bardón.
La principal implicancia de esta resolución tiene que ver con el hecho de que se clausura la posibilidad de que Cerisola -y algunos decanos o vicedecanos- accedan a una segunda reelección. El artículo 19° del estatuto lo prohibe expresamente: "(el rector y el vicerrector) durarán cuatro años en sus funciones y podrán ser reelectos o sucederse recíprocamente una sola vez. Si ha sido reelecto o sucedido recíprocamente no puede ser elegido para ninguno de ambos cargos, sino con el intervalo de un período".
Cerisola asumió al frente de la UNT en mayo de 2006 y cuatro años después accedió a su segundo mandato. Aunque él nunca se había pronunciado públicamente a favor de su "re-re", el rumor fue in crescendo desde fines del año pasado. Fuentes del Rectorado ratificaron, mediante trascendidos, que el cerisolismo aspiraba a lograr un tercer mandato consecutivo. Más allá del rumor, si albergaba algún deseo de ser otra vez reelecto, este quedó sepultado ayer.
Declaración
El propio rector presentó y leyó la declaración. "Resulta innegable que el estatuto adolece de vacíos y de disposiciones que afectan a los cuatro estamentos. No obstante, no se entiende prudente llevar a cabo la reforma en los pocos meses que faltan para el recambio de autoridades, pues es un paso de tal relevancia para la UNT y tan grávido de implicancias que requiere de un proceso de debate, de reflexión, de madurez, y de un clima de serenidad, ausente en estos momentos de perturbación", señala el documento rubricado por los decanos, por Cerisola y por Bardón.
Luego, cede a la gestión venidera la responsabilidad de modificar el estatuto -suerte de Carta Magna de la UNT-. "Una tarea de tal envergadura debería emprenderse como objetivo esencial de las próximas autoridades. Llevarlo a cabo (...) en estos meses que restan hasta mayo de 2014 puede conducir a consecuencias no deseadas, a lesionar nuestra institución (...) y a empañar un proceso que debe caracterizarse por su transparencia y espíritu democrático", cierra la nota. No fue el único texto que se leyó en la sala Juan B. Terán. Siete consejeros, de distintos estamentos, elevaron un documento similar. "Existen temas en los cuales se impone una profunda y rigurosa discusión sobre su incorporación o no al estatuto (...). Atentos a la naturaleza electoral de varios de los temas, no deben debatirse en proximidad de procesos electorales o finales de mandato", dijeron Martín Rivas, Fernando Pérez Vides, Celeste Caselles (Franja Morada, mayoría estudiantil), Víctor Amaya (Nueva Línea, segunda minoría estudiantil); Rafael Antolini y Osvaldo Pirchi (docentes auxiliares) y Luis Calderó (profesores titulares). Propusieron: "declarar inoportuno la convocatoria a la Asamblea hasta el vencimiento de los actuales mandatos; y sugerir a las nuevas autoridades el inmediato advocamiento a estudio y posterior convocatoria a la Asamblea". Aunque en general casi todo el cuerpo coincidía en el espíritu de ambas notas surgió el debate. Un sector pretendía que el Consejo sólo tome conocimiento de la declaración de los decanos, del rector y de la vicerrectora; otro grupo -cuyo vocero era el decano de Derecho, José Luis Vázquez- proponía que el máximo órgano deliberativo de Gobierno de la UNT transforme en resolución el mencionado documento. Triunfó esta última postura. Se resolvió ratificar, adherir y hacer propio lo declarado por los decanos, por Cerisola y por Bardón.
El consejero por el estamento no docente, Ángel "Zurdo" Morales, se abstuvo. Dijo que su sector considera urgente la reforma del estatuto. "Necesitamos la participación plena; el 50% de los compañeros no docentes no elige ni decano ni rector; planteamos que se empiece a discutir", manifestó.
Cerisola asumió al frente de la UNT en mayo de 2006 y cuatro años después accedió a su segundo mandato. Aunque él nunca se había pronunciado públicamente a favor de su "re-re", el rumor fue in crescendo desde fines del año pasado. Fuentes del Rectorado ratificaron, mediante trascendidos, que el cerisolismo aspiraba a lograr un tercer mandato consecutivo. Más allá del rumor, si albergaba algún deseo de ser otra vez reelecto, este quedó sepultado ayer.
Declaración
El propio rector presentó y leyó la declaración. "Resulta innegable que el estatuto adolece de vacíos y de disposiciones que afectan a los cuatro estamentos. No obstante, no se entiende prudente llevar a cabo la reforma en los pocos meses que faltan para el recambio de autoridades, pues es un paso de tal relevancia para la UNT y tan grávido de implicancias que requiere de un proceso de debate, de reflexión, de madurez, y de un clima de serenidad, ausente en estos momentos de perturbación", señala el documento rubricado por los decanos, por Cerisola y por Bardón.
Luego, cede a la gestión venidera la responsabilidad de modificar el estatuto -suerte de Carta Magna de la UNT-. "Una tarea de tal envergadura debería emprenderse como objetivo esencial de las próximas autoridades. Llevarlo a cabo (...) en estos meses que restan hasta mayo de 2014 puede conducir a consecuencias no deseadas, a lesionar nuestra institución (...) y a empañar un proceso que debe caracterizarse por su transparencia y espíritu democrático", cierra la nota. No fue el único texto que se leyó en la sala Juan B. Terán. Siete consejeros, de distintos estamentos, elevaron un documento similar. "Existen temas en los cuales se impone una profunda y rigurosa discusión sobre su incorporación o no al estatuto (...). Atentos a la naturaleza electoral de varios de los temas, no deben debatirse en proximidad de procesos electorales o finales de mandato", dijeron Martín Rivas, Fernando Pérez Vides, Celeste Caselles (Franja Morada, mayoría estudiantil), Víctor Amaya (Nueva Línea, segunda minoría estudiantil); Rafael Antolini y Osvaldo Pirchi (docentes auxiliares) y Luis Calderó (profesores titulares). Propusieron: "declarar inoportuno la convocatoria a la Asamblea hasta el vencimiento de los actuales mandatos; y sugerir a las nuevas autoridades el inmediato advocamiento a estudio y posterior convocatoria a la Asamblea". Aunque en general casi todo el cuerpo coincidía en el espíritu de ambas notas surgió el debate. Un sector pretendía que el Consejo sólo tome conocimiento de la declaración de los decanos, del rector y de la vicerrectora; otro grupo -cuyo vocero era el decano de Derecho, José Luis Vázquez- proponía que el máximo órgano deliberativo de Gobierno de la UNT transforme en resolución el mencionado documento. Triunfó esta última postura. Se resolvió ratificar, adherir y hacer propio lo declarado por los decanos, por Cerisola y por Bardón.
El consejero por el estamento no docente, Ángel "Zurdo" Morales, se abstuvo. Dijo que su sector considera urgente la reforma del estatuto. "Necesitamos la participación plena; el 50% de los compañeros no docentes no elige ni decano ni rector; planteamos que se empiece a discutir", manifestó.
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