26 Junio 2013
Construcciones antiguas, problemas en las conexiones y estructuras deterioradas. Todos estos elementos parecen haber coincidido en un mismo punto de la ciudad y su consecuencia fue el cráter que apareció en Mendoza y Monteagudo. Mientras los vecinos esperan que el boquete de esa esquina sea tapado cuando antes para que sus vidas vuelvan a la normalidad, en la Municipalidad advierten que hay hundimientos en otras calles del centro que deben ser reparados.
Ayer, la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) informó que terminó de arreglar una conexión de agua que se había dañado con el derrumbe del pavimento. A su vez, los operarios de la Municipalidad comenzaron a trabajar para reconstruir la cámara de los imbornales que cedió el lunes por la mañana. "La causa del problema fueron dos pérdidas que hicieron ceder la cámara de los imbornales. Esas pérdidas ya fueron arregladas y ahora empezamos a reparar la cámara y los desagües", explicó el subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Atilio Belloni, quien agregó que se trata de instalaciones antiguas.
El funcionario informó que se detectaron otros hundimientos en distintas calles del centro. "En este momento estamos trabajando en Virgen de la Merced al 600, en Laprida al 600 y en Corrientes, entre Maipú y Junín. También hemos registrado hundimientos en General Paz al 100 y al 200, y en Marcos Paz al 600. Nosotros rompemos y le damos curso a la SAT para que verifiquen si las causas son pérdidas de agua o de cloacas", destacó el funcionario municipal.
A las 7.30 del lunes, un camión que esperaba el verde del semáforo en Mendoza y Monteagudo cayó en un pozo que se abrió en el pavimento. Belloni calcula que la reparación demandará unos 15 días. De todos modos, informó que es posible que en los próximos días habiliten media calzada para el tránsito.
Esta situación puede llevar un poco de alivio a los vecinos, que ayer estaban indignados. Si bien no pasan autos por la calle, las motos circulan por las veredas a toda velocidad. "Abro la puerta de mi casa y no sé qué me puede pasar con los motociclistas: o me atropellan o se caen y se lastiman", renegó Nora de Rubino.
En la vereda de enfrente, Clara Martínez estaba enojada: a causa del pozo ya no puede estacionar el auto en su casa. "Lo tuvimos que llevar a una guardería", se quejó. "Espero que apisonen bien la tierra, porque si no tapan el pozo como corresponde, en poco tiempo va a aparecer de nuevo", advirtió.
Ayer, la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) informó que terminó de arreglar una conexión de agua que se había dañado con el derrumbe del pavimento. A su vez, los operarios de la Municipalidad comenzaron a trabajar para reconstruir la cámara de los imbornales que cedió el lunes por la mañana. "La causa del problema fueron dos pérdidas que hicieron ceder la cámara de los imbornales. Esas pérdidas ya fueron arregladas y ahora empezamos a reparar la cámara y los desagües", explicó el subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Atilio Belloni, quien agregó que se trata de instalaciones antiguas.
El funcionario informó que se detectaron otros hundimientos en distintas calles del centro. "En este momento estamos trabajando en Virgen de la Merced al 600, en Laprida al 600 y en Corrientes, entre Maipú y Junín. También hemos registrado hundimientos en General Paz al 100 y al 200, y en Marcos Paz al 600. Nosotros rompemos y le damos curso a la SAT para que verifiquen si las causas son pérdidas de agua o de cloacas", destacó el funcionario municipal.
A las 7.30 del lunes, un camión que esperaba el verde del semáforo en Mendoza y Monteagudo cayó en un pozo que se abrió en el pavimento. Belloni calcula que la reparación demandará unos 15 días. De todos modos, informó que es posible que en los próximos días habiliten media calzada para el tránsito.
Esta situación puede llevar un poco de alivio a los vecinos, que ayer estaban indignados. Si bien no pasan autos por la calle, las motos circulan por las veredas a toda velocidad. "Abro la puerta de mi casa y no sé qué me puede pasar con los motociclistas: o me atropellan o se caen y se lastiman", renegó Nora de Rubino.
En la vereda de enfrente, Clara Martínez estaba enojada: a causa del pozo ya no puede estacionar el auto en su casa. "Lo tuvimos que llevar a una guardería", se quejó. "Espero que apisonen bien la tierra, porque si no tapan el pozo como corresponde, en poco tiempo va a aparecer de nuevo", advirtió.