25 Junio 2013
BUSCANDO PISTAS. El taxista dijo que trasladó al portero el día de la desaparición de la adolescente. ARCHIVO
BUENOS AIRES.- Tras la declaración del taxista, la Justicia realizó esta madrugada allanamientos en dos obras en construcción del barrio de Palermo, en el marco de la investigación por el asesinato de Ángeles Rawson. El testimonio del testigo habría complicado aún más la situación del portero Jorge Mangeri, único detenido por el caso.
Los investigadores buscaron pruebas en dos obras que están en la calle Soler 5500, donde podría haber rastros del recorrido que habría hecho el asesino con el cuerpo de la joven.
El taxista compadeció como testigo durante más de una hora y media ante el juez Javier Ríos, la fiscal María Paula Asaro y los abogados de la defensa y de la querella. Según su declaración, el hombre trasladó al portero la noche de la desaparición entre las 22 y la medianoche, por un viaje de cinco cuadras, y lo notó nervioso.
De acuerdo a su relato, le llamó la atención que el pasajero hiciera un recorrido tan corto, y luego como el caso tomó relevancia mediática comprobó que ese hombre era el portero, imputado por el crimen de la adolescente.
Ayer, la situación de Mangeri, de 45 años, se complicó cuando se conoció que había rastros de su ADN en la uña del dedo índice derecho de la víctima, lo que se interpreta como un acto de defensa ante un posible ataque.
No está claro todavía el móvil del homicidio, pero la fiscal evalúa pedir el procesamiento con prisión preventiva del encargado.
El caso
Angeles desapareció en la mañana del 10 de junio cuando volvía de su clase de gimnasia y, según probaron las filmaciones, llegó hasta el edificio donde vivía, aunque nunca ingresó a su departamento de la planta baja.
Su cadáver apareció recién a la mañana siguiente en el predio de la Ceamse de José León Suárez, partido de San Martín, hasta donde llegó mezclado con basura luego de haber pasado por un camión compactador.
En la madrugada del sábado 16, Mangeri se autoincriminó, según el informe de la fiscalía, pero en los últimos días sus abogados Miguel Angel Pierri y Marcelo Biondi lo negaron.
Los investigadores buscaron pruebas en dos obras que están en la calle Soler 5500, donde podría haber rastros del recorrido que habría hecho el asesino con el cuerpo de la joven.
El taxista compadeció como testigo durante más de una hora y media ante el juez Javier Ríos, la fiscal María Paula Asaro y los abogados de la defensa y de la querella. Según su declaración, el hombre trasladó al portero la noche de la desaparición entre las 22 y la medianoche, por un viaje de cinco cuadras, y lo notó nervioso.
De acuerdo a su relato, le llamó la atención que el pasajero hiciera un recorrido tan corto, y luego como el caso tomó relevancia mediática comprobó que ese hombre era el portero, imputado por el crimen de la adolescente.
Ayer, la situación de Mangeri, de 45 años, se complicó cuando se conoció que había rastros de su ADN en la uña del dedo índice derecho de la víctima, lo que se interpreta como un acto de defensa ante un posible ataque.
No está claro todavía el móvil del homicidio, pero la fiscal evalúa pedir el procesamiento con prisión preventiva del encargado.
El caso
Angeles desapareció en la mañana del 10 de junio cuando volvía de su clase de gimnasia y, según probaron las filmaciones, llegó hasta el edificio donde vivía, aunque nunca ingresó a su departamento de la planta baja.
Su cadáver apareció recién a la mañana siguiente en el predio de la Ceamse de José León Suárez, partido de San Martín, hasta donde llegó mezclado con basura luego de haber pasado por un camión compactador.
En la madrugada del sábado 16, Mangeri se autoincriminó, según el informe de la fiscalía, pero en los últimos días sus abogados Miguel Angel Pierri y Marcelo Biondi lo negaron.
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