Por Manuel Cardozo
24 Junio 2013
INTENSO. Gabriel Saracho protege la guinda ante el asedio de Gonzalo Lamarca. "Huira" volvió a frustrar al "verdinegro".
Era sabido que esto iba a pasar. Se acabaron esos partidos de pronóstico cantado, en los que uno de los dos contendientes a lo sumo podía aspirar a no ser humillado o a rasguñar un punto bonus defensivo en algún arrebato de lucidez. Esto es el Súper 8, donde no hay cenicientas y todos son reyes en potencia. Teniendo eso en vista, no extraña que los cuatro duelos hayan tenido un final ajustado.
Lo tuvo Huirapuca, que en algún momento del partido llegó a pensar en un triunfo exento de sufrimiento sobre Tucumán Rugby, pero terminó mirando de reojo el reloj como todos los que vencieron.
No fue un gran partido desde lo vistoso, pero sí con la intensidad propia de una final. Y es que de eso se tratarán precisamente estas siete fechas. Huirapuca apostó sus fichas a su poderoso pack para obtener pelotas de calidad y romper la resistencia "verdinegra" con el juego corto. Pero Tucumán Rugby también tuvo sus momentos de brillo, aunque terminó sucumbiendo en un contexto al que "Huira" está más acostumbrado: el del la lucha metro a metro. Y así fue que el conjunto de Concepción terminó imponiéndose 30 a 26.
Pero si de finales dramáticos hablamos, el de Los Tarcos-Cardenales se lleva el premio: el 31 a 25 que logró el "purpurado" llegó en el último instante.
Fue Cardenales quien desde el inicio se mostró ambicioso y firme en su objetivo: toda vez que pasó mitad de cancha salió con puntos. Mucho tuvo que ver la serie de infracciones de Los Tarcos, facturadas por el pie de Germán Núñez. Con actitud y firmeza en la marca, Los Tarcos contragolpeó cuando tuvo la pelota y cerca del final logró descontar para el parcial 14 a 11.
El local debió recomponer la estrategia. Mejoró la obtención y a partir de allí jugar con la distribución a los backs. Le siguió una dura batalla de forwards y kicks a los palos. El minuto final encontró a "nales" abajo en las cifras. La necesidad lo obligó a arriesgar y Agustín Vallejos tiró un rastrón para que "Chicho" Núñez se lanzara sobre la pelota dentro del ingoal y volviera a dejar al "rojo" masticando una derrota que pudo ser triunfo.
Lo tuvo Huirapuca, que en algún momento del partido llegó a pensar en un triunfo exento de sufrimiento sobre Tucumán Rugby, pero terminó mirando de reojo el reloj como todos los que vencieron.
No fue un gran partido desde lo vistoso, pero sí con la intensidad propia de una final. Y es que de eso se tratarán precisamente estas siete fechas. Huirapuca apostó sus fichas a su poderoso pack para obtener pelotas de calidad y romper la resistencia "verdinegra" con el juego corto. Pero Tucumán Rugby también tuvo sus momentos de brillo, aunque terminó sucumbiendo en un contexto al que "Huira" está más acostumbrado: el del la lucha metro a metro. Y así fue que el conjunto de Concepción terminó imponiéndose 30 a 26.
Pero si de finales dramáticos hablamos, el de Los Tarcos-Cardenales se lleva el premio: el 31 a 25 que logró el "purpurado" llegó en el último instante.
Fue Cardenales quien desde el inicio se mostró ambicioso y firme en su objetivo: toda vez que pasó mitad de cancha salió con puntos. Mucho tuvo que ver la serie de infracciones de Los Tarcos, facturadas por el pie de Germán Núñez. Con actitud y firmeza en la marca, Los Tarcos contragolpeó cuando tuvo la pelota y cerca del final logró descontar para el parcial 14 a 11.
El local debió recomponer la estrategia. Mejoró la obtención y a partir de allí jugar con la distribución a los backs. Le siguió una dura batalla de forwards y kicks a los palos. El minuto final encontró a "nales" abajo en las cifras. La necesidad lo obligó a arriesgar y Agustín Vallejos tiró un rastrón para que "Chicho" Núñez se lanzara sobre la pelota dentro del ingoal y volviera a dejar al "rojo" masticando una derrota que pudo ser triunfo.
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