Aprobó con lo justo

Aprobó con lo justo

Argentina se despidió ganándole a Georgia, pero su rendimiento fue limitado y sin creación.

ENGANCHADO. Matías Orlando no apareció mucho en el primer tiempo, pero en el segundo se lo vio muy participativo. ENGANCHADO. Matías Orlando no apareció mucho en el primer tiempo, pero en el segundo se lo vio muy participativo.
Mirando la mitad llena del vaso, se puede decir que la ventana de junio tuvo un buen final: Los Pumas cumplieron con su obligación moral de ganarle a Georgia en San Juan. El 29 a 18 sirvió para llevar a tres los triunfos en el historial en igual cantidad de duelos.

Pero el vaso tiene otra mitad vacía que preocupa. Lo que generó el equipo en el último partido de la serie no se apartó demasiado de la pobreza mostrada en las derrotas frente a Inglaterra. Tal es así que hasta el try de Tomás Cubelli, a cuatro minutos del final, Argentina sólo había logrado sumar desde lejos con las patadas de Martín Bustos Moyano (embocó ocho de diez intentos). Y si bien Georgia es un equipo físicamente fuerte, sus credenciales son menores.

Las imprecisiones y los abundantes kicks posicionales, que fueron ejecutados con la intención de encontrar un error del rival más que con un fin estratégico, fueron el común denominador. Por el lado argentino, el punto de contacto sigue siendo deficitario, porque inmediatamente se busca el piso, con lo que la salida de la pelota se hace lenta. ¿Sorpresas? Bien, gracias.

Aunque el triunfo ya estaba en el bolsillo, Los Pumas necesitaban un try como para darle una conclusión más decorosa a una ventana que más temprano que tarde quedará en el olvido. Cubelli lo logró haciendo lo que la tribuna esperaba: tomando un riesgo en el momento preciso.

Que Argentina no haya utilizado a sus mejores hombres en esta serie no es un detalle menor, aunque cobra relevancia cuando se recuerda que Santiago Phelan debe elegir nueve jugadores de este plantel para completar el equipo que llevará a Pensacola y con el que afrontará su segundo Rugby Championship. El problema es que no muchos demostraron tener lo que hace falta.

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