›› Cartas de lectores
23 Junio 2013

- CONVERSANDO CON "EL MUDO"

- Hola… hola… Carlitos, te llamo desde Argentina, ¿te acuerdas? - Mi Buenos Aires querido. - Qué hora es allí donde te encuentras? -Silencio en la noche, ya todo está en calma. - Te llamo por que se cumple este 24 un nuevo aniversario de tu partida. - ¿Qué significa para vos todos estos años? - Las horas que pasan ya no vuelven más. - Es cierto. ¿Qué es lo peor de todos estos años? - El olvido que todo destruye. - ¿Y lo mejor? - Guardo escondida una esperanza humilde. - ¿Qué sientes ponerte en contacto con la gente que te ama? - Borra la tristeza calma la amargura. - ¿Qué es lo que te gustaría volver a ver?- El farolito de la calle en que nací. - Si pudieras volver, tendrías temor. - Tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con mi vida. - ¿Qué más te provoca miedo? - Tengo miedo de las noches que pobladas de recuerdo encadenen mi soñar. - Te fuiste sin despedida, ¿podemos interpretar que fue huida? - El viajero que huye tarde o temprano detiene su andar. - ¿Qué te gustaría transmitir de todos estos años? -Que es un soplo la vida. - ¿Por qué aceptaste charlar conmigo? - Yo me quiero confesar. - ¿Cómo nos ves desde allí en estos 30 años de democracia? - En la pendiente, cuesta abajo en la rodada. - Políticamente dicen que eras conservador, ¿qué es hoy el viejo conserva criollo? - Un paria que el destino se empeñó en deshacer. - ¿Con qué cosas sueñas? - Con el pasado que añoro, el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá. - Contame cómo son las mujeres allí. - Deliciosas criaturas perfumadas. - ¿Qué te gusta de ellas? - El beso de sus boquitas pintadas. - Decime el nombre de algunas mujeres que amaste? - Mary, Peggy, Betty, July, son mis amores. - ¿De las argentinas qué opinas? - Criollita de mi pueblo, pebeta de mi barrio. - ¿Cuales son las que más recuerdas? - Rosa, la milonguita, era rubia Margot y en la primer cita, la paica Rita me dio su amor. - Las mujeres eran tu adicción, pero tenías otras cosas, ¿sigues jugando? - Basta de carreras se acabó la timba. - ¿Estoy hablando con el Zorzal criollo o estaré soñando? - Bueno basta aquí ya es hora de soñar. - Bueno, gracias hasta el 11 de diciembre te llamaré para tu cumpleaños, un abrazo, chao (autora original María Merkin).

Julio Mohfaud

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- MANUEL BELGRANO

"Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria". Esta frase fue pronunciada por el general Manuel Belgrano en circunstancias en que tuvo que cerrar su bufete de abogado para empuñar un sable en las batallas por la independencia. Pueden descansar en paz los espíritus de nuestros próceres de Mayo y del creador de nuestra enseña patria. Interpreto que en el pensamiento y el ideario patriótico de aquellos prohombres de la historia, parecieran haberse inspirado hoy, los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el histórico fallo consolidando una república democrática.

Norberto Abregú

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- EL CARRO CAÑERO

Evidentemente la fotografía de archivo de LA GACETA publicada el 18/06, en la columna "Apenas Ayer", tiene gran valor documental de la principal actividad agro-industrial de Tucumán. Corresponde decir que la "carrada de caña" en ese momento es retirada del carro, guiada por "el piolero", para depositarse en la planchada, donde el balancero verificaba el peso que en general era del orden de tres toneladas. En ese procedimiento están activados el malacate y la grúa propiamente dicha. El rescate histórico que hace Carlos Páez de la Torre (h), cuando menciona la "Quebrada de Lules", me trae la imagen dada por el "viejo Leta" cuando, siendo operario del ingenio, tocaba la corneta para ordenar a los carros que venía de las colonias y evitar así "la yantiada". Don Leta González es el papá de los integrantes de Las Voces del Camino, de la "Bomba i'Lules", donde había una pequeña central eléctrica de poco más de 1 Mw. Así como en la foto se ven mulas, también eran frecuentes en Simoca, los carros tirados por tres yuntas de bueyes. Mi abuelo Ramón, y sus hijos fueron trabajadores del surco y carreros. Completo diciendo que mi papá Herminio, cuando ayudaba a acomodar las cañas antes de apretar las cadenas con "el gato", involuntariamente su hermano mayor Arturo le cortó un dedo de la mano derecha, que -quién sabe- fue a parar al trapiche del ingenio. Sin duda, es esta otra mirada al azúcar que suele tener otro gusto en "el pelador". 


Lito Ledesma Fiad

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- CORO ESTABLE

El Coro Estable de la Provincia celebra sus 35 años de vida y tiene en su historia, desde aquel primer contrato, en junio de 1978 y en su primera presentación, el 8 de julio del mismo año en la ópera Rigoletto, una larga trayectoria. Su participación en conciertos sinfónicos corales y a capella, óperas, operetas y zarzuelas en el Teatro San Martín, en iglesias de nuestro medio, del interior y provincias vecinas, y en el Teatro Colon de Buenos Aires, lo reconoce como una de las agrupaciones artísticas más importantes del país. En sus 35 años rindo homenaje a aquellos coreutas que pertenecieron y pertenecen a sus filas, para que perdure su permanencia como cuerpo y continúe entregando su trabajo a toda la comunidad.

Cristina Tillán

Mza C.L.13 Ca.B, Barrio Portal del Cerro

Yerba Buena-Tucumán



- JUGUETES DE GUERRA

De vez en cuando salen cartas de lectores preocupados por los "juguetes de guerra", quienes dicen que no deberían venderse, pues le hacen mal a los chicos. ¿Harán mal inexorablemente? La cuestión no es tan simple (excluyo de esa denominación las réplicas de armas y aquellas a aire comprimido). Expreso mi opinión basándome en mi simple experiencia de vida. En los años 40, mi hermano mayor, yo y nuestros amigos jugábamos a los "coboi" (léase "cowboys"). Era un poco como el juego de las escondidas, con el agregado de que, al encontrarlo al otro, había que "matarlo" con los revólveres que portábamos. Por repercusión de la contienda mundial estaban de moda "juguetes de guerra". Mi hermano tenía un acorazado, un caza Spitfire, soldaditos de plomo, y jugaba horas a la guerra en una acequia. Yo tenía un rifle de madera que tiraba "balas" con las cuales había que derribar unos avioncitos. Y bien: ni mi hermano mayor ni yo nunca matamos ni agredimos violentamente a nadie. A mis hermanos menores, años después, les hice un "juego de guerra" con unos cañones de mi factura. Consistía en hacer un fuerte con cubos y esconder allí los soldaditos (parapetados, como diría el Chapulín Colorado). Ganaba el partido el que "mataba" (volteaba) en menos tiros los soldaditos del otro. También tuvieron revólveres, espadas, cascos de soldados, tanques de plástico... Hasta ahora nunca mataron ni agredieron violentamente a nadie. Los mismos juguetes tuvieron mis hijos, que además se entretuvieron días enteros con unos aviones que inventé, que bajan en picada por una piolita y lanzan "bombas" para hundir unos "barcos" (léase: latitas de sardinas flotando en una tina). "Salieron" honestos, pacíficos, respetuosos. Por lo que viví y he observado: llega un momento, una edad, en que a esos juguetes no se los usa más; son regalados o tirados (aunque -y me consta- quizás alguno sea conservado como recuerdo de un lindo tiempo que se fue). Tengo la convicción de que para que los hijos "salgan" buenas personas no interesan tanto los juguetes, como los valores que transmite un núcleo familiar integrado. Como decía el pedagogo y filósofo Jaime Barylko, el primordial sería el respeto al otro, algo así como la base sobre la que se asientan otros valores. Para terminar. Opino que los juguetes en cuestión quedan hechos un poroto al lado de otros factores, que sí deben preocuparnos: programas de televisión que muestran pésimos modelos de comportamiento, noticias de sucesos violentos, cine de acción con escenas truculentas, videojuegos muy violentos... Y ni qué hablar de aquello que no queremos ver: los malos ejemplos que cotidianamente brindan los adultos. 


José E. Santillán

Lizondo Borda 1137

San Miguel de Tucumán



- EL LITIO

El lector Carlos Gutiérrez (carta del 19/6) plantea la posibilidad de explotar el litio, mineral estratégico, por el estado nacional asociado "en reciprocidad" con compañías privadas para "extracción y comercialización de todos los productos que brinda el litio". Para ello propone modificar el código de minería argentino, "quedado en el tiempo... para mejorar y acrecentar... el otorgamiento de un potencial benéfico en calidad de regalía". El actual código de minería posibilita a las empresas de capital imperial un brutal saqueo de nuestros bienes comunes, dejando desolación, montañas de escombros contaminados. Las ínfimas regalías se escurren entre los dedos y beneficia a los amigos del gobierno de turno. Señor Gutiérrez, ¿no le parece que otra vez son espejitos de colores que nos presentan los nuevos amos y sus alianzas "estratégicas" según el gobierno, con el imperialismo chino, asociado en Venezuela y Bolivia con los estados nacionales para apropiarse del litio?

Miguel Galván

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- EL MINUTO FATAL

Un viejo axioma dice: "Todos tenemos en la vida un minuto de estupidez". De ese minuto, señor Barone, no se salva ni el Papa, si leyó lo que le escribió usted. Es raro que usted, hombre "iluminado", se refiera en todo momento al pueblo argentino con calificativos como "papanatas", y con abstracciones como "boludez". Obvio, que tales expresiones suyas, hablan a las claras de cómo nos ve usted. Pero, no crea señor, que gracias a su aporte, 678 llegará a ser 8, 9 y 10. Hace ya bastante tiempo, el pueblo, que navega en la boludez (según usted), abrió los ojos y se ríe de sus dichos, salvo aquellos que aún soportan vivir como pichichos. No obstante, tenga cuidado, señor Barone, que el perro a veces muerde la mano a quien le da de comer. No sea cosa que después de las elecciones, se encuentre a solas preguntándose: ¿y la boludez? Porque a veces esta muda de color, como lo hace el camaleón. Y esto usted lo sabe bien. Y para despedirme, señor Barone -ya que de poetizar se trata- le recordaré algo que seguramente usted conoce: es duro vivir dentro de una calabaza, pero no tanto como no tener un espejo en casa.

Daniel Chávez

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