No hay pistas de los asesinos del pintor Brito

Ayer, a las 13.30, se realizó el sepelio de Ricardo Ignacio Brito, el hombre que fue asesinado de cuatro balazos dentro de su casa. Los delincuentes habían intentado ingresar a la vivienda, ubicada en calle Los Ceibos 76, en Yerba Buena. Pero Brito impidió que pudieran abrir el portón y, en ese momento, uno de los ladrones le gritó a su cómplice: "disparale".

En total fueron cuatro disparos a quemarropa los que terminaron con la vida del hombre de 42 años que se dedicaba a trabajos de pintura. Antes de ser ejecutado, Brito logró ocultar en el baño a su tía, María del Valle Brito, de 76 años, que no pudo ver la escena, pero escuchó los gritos de los delincuentes y los disparos que mataron a su sobrino.

En el sepelio participaron ayer los familiares que llegaron de Buenos Aires. A la tarde, al regresar del cementerio, Gustavo Brito, hermano de la víctima, dijo a LA GACETA que fue un shock tremendo haber recibido semejante noticia. Explicó que en la madrugada del viernes, a pocas horas de haberse cometido el crimen, recibió un llamado telefónico.

La familia del pintor asesinado aguardaba ayer que los investigadores del crimen se acercaran a la casa para darles un informe sobre lo ocurrido. El caso está en manos del fiscal de turno, Carlos Ramón Albaca (II° Nominación). "No sabemos nada del barrio, ni de la gente del lugar; por eso necesitamos la colaboración de los vecinos", expresó Gustavo Brito.

El hermano del pintor llegó de urgencia desde Buenos Aires para asistir al sepelio. La alevosía con que actuaron los ladrones sorprendió a los familiares. "No entendemos nada. Esperamos que venga alguien y nos explique algo sobre lo que pasó..." agregó.

"Se aferró al portón para defender a su familia y los ladrones lo acribillaron a tiros", era el título de la nota de ayer, una de las más leídas en la edición de LAGACETA.COM. Después de las 17 había sido vista por más de 14.000 lectores. Además, los foristas comentaron su preocupación por la inseguridad.

En tribunales

El fiscal Albaca deberá resolver el enigma sobre los autores del asesinato del pintor Brito. Sin embargo, hasta ayer no había ninguna pista firme sobre el caso ni tampoco sobre los sospechosos.

Lo único que tenían secuestrada en la fiscalía era una gorra, que se le cayó a alguno de los delincuentes después de haberle disparado al hombre y al momento de la huida. Brito quedó tendido en el piso, ensangrentado por los cuatro balazos que recibió en el estómago. Así lo encontró su tía, después de que se animó a salir del baño, donde había estado oculta.