Dales una chance a tus ideas

Dales una chance a tus ideas

Hay que animarse. Pueden decir que sos un trastornado (todavía hay muchos que asocian locura con creatividad). Tal vez nadie te aliente. O vos no te creas capaz de hacer tu pequeña transformación. Miralo así: sin cultura del emprendimiento no existirían Google, Facebook ni Microsoft. Emprender significa arriesgar, enfrentar, endeudarse, atreverse, dormir poco y olvidarse de algunas comodidades, claro. Emprender es sinónimo de querer ser tu propio director de obra. Podés fracasar. O podés sentir, al final del camino, que dejaste una huella en este mundo.

Es cierto; es duro atreverse al cambio. Pero, ¿no es más triste pasar la vida invirtiendo todos los domingos en un juego de azar? O te ganás el premio o podés seguir viviendo esa rutina que hace rato no te gusta. Y más probable es la segunda opción.

La sociedad, nuestra cultura, no ayuda mucho. Si alguien nos dice "estoy trabajando en un proyecto personal", inmediatamente nos suena a excusa para no reconocer que se está "al divino botón". Y ni hablar cuando alguien apuesta a una idea y pierde. Pisoteamos al que se equivoca. Y no nos parece mal.

Pensá un minuto: ¿cuántas veces imaginaste que sólo un golpe de fortuna puede cambiar tu futuro? Un futuro en el que, por cierto, te ves tirado en una playa, descansando eternamente, y no usando ese premio para motorizar la concreción de la idea que siempre soñaste.

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