19 Junio 2013
MARCAS Y DUDAS. La fiscal considera que las lesiones las provocó la víctima. CAPTURA DE VIDEO
BUENOS AIRES.- Mientras avanza la investigación para resolver el crimen de Ángeles Rawson, trascendieron en las últimas horas imágenes de las heridas que posee el portero Jorge Néstor Mangeri, único detenido y principal sospechoso. Si bien él denunció que fue víctima de apremios ilegales, la investigación del Ministerio Público Fiscal sostiene que son lesiones autoinfringidas para ocultar otras que se produjeron durante el ataque a la adolescente.
Las fotografías del encargado del edificio de Ravignani 2360 fueron analizadas por el forense Miguel Maldonado, quien consideró que las heridas no aparentan ser de torturas. "Para ser torturas, parecen un poco dispersas. Cualquier delincuente más o menos avezado esto lo resiste fácilmente. No son algo que uno se horrorice y diga 'caramba, pobre señor lo que le han hecho'; son bastante superficiales. Algunas pueden haberse hecho con colillas de cigarrillos, no son profundas", dijo a C5N.
"Podrían ser autolesiones", y ejemplificó: "A veces ocurre que le piden a un tercero 'raspame...'. No parecen ser producto de vejámenes, de torturas. A mí no me impresionan. Cuando el objetivo es hacer sufrir y amedrentar a una persona, no son lesiones tan superficiales", manifestó.
En un comunicado de la Procuración Nacional, la fiscal María Paula Asaro había evaluado: "las lesiones que denunció el imputado como originadas en apremios ilegales se corresponden en realidad con la defensa de la víctima frente al ataque y con el intento posterior de borrar esas huellas en su cuerpo por parte del imputado".
Las fotografías del encargado del edificio de Ravignani 2360 fueron analizadas por el forense Miguel Maldonado, quien consideró que las heridas no aparentan ser de torturas. "Para ser torturas, parecen un poco dispersas. Cualquier delincuente más o menos avezado esto lo resiste fácilmente. No son algo que uno se horrorice y diga 'caramba, pobre señor lo que le han hecho'; son bastante superficiales. Algunas pueden haberse hecho con colillas de cigarrillos, no son profundas", dijo a C5N.
"Podrían ser autolesiones", y ejemplificó: "A veces ocurre que le piden a un tercero 'raspame...'. No parecen ser producto de vejámenes, de torturas. A mí no me impresionan. Cuando el objetivo es hacer sufrir y amedrentar a una persona, no son lesiones tan superficiales", manifestó.
En un comunicado de la Procuración Nacional, la fiscal María Paula Asaro había evaluado: "las lesiones que denunció el imputado como originadas en apremios ilegales se corresponden en realidad con la defensa de la víctima frente al ataque y con el intento posterior de borrar esas huellas en su cuerpo por parte del imputado".
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