16 Junio 2013
INFRANQUEABLE. Molina pierde en lo alto con Barucco. La tarea del arquero fue fundamental en la victoria del "verde". LA GACETA / FOTOS DE HÉCTOR PERALTA
Las dos estocadas con las que Juan Aróstegui hirió de muerte el corazón "santo", dejó un futuro lleno de interrogantes. Fueron dos golpes certeros que amenazan con derrumbar ese sueño llamado ascenso.
Los dos goles de ventaja que ayer sacó Sportivo Belgrano, sumado a la ventaja deportiva hacen que el objetivo de dar vuelta la historia se convierta prácticamente en una quimera. Pero, a pesar del duro revés, en La Ciudadela nadie piensa bajar la guardia; la esperanza es lo último que se pierde. "No la pierdo ni voy a permitir que los muchachos la pierdan. Ni bien entré al vestuario les dije que si alguno no está convencido de que lo podemos dar vuelta que se vaya a su casa. Acá tenemos que estar convencidos de que podemos dar vuelta esta historia", dijo Carlos Roldán, el único que enfrentó a la prensa tras el 0-2.
La misión es más que difícil. A San Martín no le queda otra que golear en San Francisco para poder seguir con vida en este Argentino A. Teniendo en cuenta que Sportivo tiene ventaja por haber finalizado mejor ubicado en la tabla, el "santo" debe ganar por tres goles de diferencia para clasificarse a la final del torneo.
Si se analiza el trámite del partido, todo puede pasar. San Martín arrinconó a un rival que con la ventaja tempranera, manejó los nervios del local. Pero Roldán piensa que todo puede cambiar si se da a la inversa. "Ellos terminaron muy tranquilos por cómo se dio el partido, pero creo que si le convertimos un gol; pueden entrar en la desesperación", explicó el DT "santo".
El vestuario local fue un mar de lamentos. El resultado golpeó feo a un grupo que cabizbajo fue saliendo en fila india sin dar explicaciones. Ese será otro trabajo en la corta semana que se avecina. "Vamos a ver cómo los recibimos a los muchachos en el entrenamiento del lunes. Creo que se van a levantar", confío el entrenador.
Salir a matar o morir. Esa será la operación San Francisco. ¿Será con el mismo esquema o Roldán pondrá toda la carne al asador desde el arranque? Pero el entrenador prefiere parar la pelota. "Hay que dejar pasar este momento para pensar más tranquilo", advirtió.
El sacudón fue fuerte, pero en San Martín saben que nada es imposible.
Los dos goles de ventaja que ayer sacó Sportivo Belgrano, sumado a la ventaja deportiva hacen que el objetivo de dar vuelta la historia se convierta prácticamente en una quimera. Pero, a pesar del duro revés, en La Ciudadela nadie piensa bajar la guardia; la esperanza es lo último que se pierde. "No la pierdo ni voy a permitir que los muchachos la pierdan. Ni bien entré al vestuario les dije que si alguno no está convencido de que lo podemos dar vuelta que se vaya a su casa. Acá tenemos que estar convencidos de que podemos dar vuelta esta historia", dijo Carlos Roldán, el único que enfrentó a la prensa tras el 0-2.
La misión es más que difícil. A San Martín no le queda otra que golear en San Francisco para poder seguir con vida en este Argentino A. Teniendo en cuenta que Sportivo tiene ventaja por haber finalizado mejor ubicado en la tabla, el "santo" debe ganar por tres goles de diferencia para clasificarse a la final del torneo.
Si se analiza el trámite del partido, todo puede pasar. San Martín arrinconó a un rival que con la ventaja tempranera, manejó los nervios del local. Pero Roldán piensa que todo puede cambiar si se da a la inversa. "Ellos terminaron muy tranquilos por cómo se dio el partido, pero creo que si le convertimos un gol; pueden entrar en la desesperación", explicó el DT "santo".
El vestuario local fue un mar de lamentos. El resultado golpeó feo a un grupo que cabizbajo fue saliendo en fila india sin dar explicaciones. Ese será otro trabajo en la corta semana que se avecina. "Vamos a ver cómo los recibimos a los muchachos en el entrenamiento del lunes. Creo que se van a levantar", confío el entrenador.
Salir a matar o morir. Esa será la operación San Francisco. ¿Será con el mismo esquema o Roldán pondrá toda la carne al asador desde el arranque? Pero el entrenador prefiere parar la pelota. "Hay que dejar pasar este momento para pensar más tranquilo", advirtió.
El sacudón fue fuerte, pero en San Martín saben que nada es imposible.
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