14 Junio 2013
REPUDIO. Un manifestante, junto a carteles contra Piñera y la Policía. REUTERS
SANTIAGO DE CHILE.- Unos 100.000 estudiantes chilenos marcharon ayer para pedir educación gratuita y de calidad. La movilización se realizó en una calma general, aunque hubo algunos enfrentamientos de encapuchados con miembros de Carabineros, en los que se cruzaron piedras y bombas molotov de un lado contra carros hidrantes y balas de goma desde el otro. La trifulca más dura ocurrió en el cierre de la concentración en Santiago de Chile.
"Sólo las movilizaciones pueden concretar un cambio real en el país; estamos construyendo un país de todos", afirmó el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Diego Vela. Los alumnos fueron acompañados por familiares y docentes, y protestaron en la capital, Valparaíso (donde hubo choques con Carabineros en la zona del puerto), Concepción, Talca, Chillán, Los Ángeles y Temuco.
Las demandas de los estudiantes están en el centro de la discusión política de las elecciones presidenciales de noviembre. Las columnas llenaron el centro capitalino con batucadas. Cuando pasaron a escasas cuadras del Palacio de La Moneda, recrudecieron los cánticos contra el presidente, Sebastián Piñera, quien defiende la idea de que la educación es "un bien de consumo".
La ministra de Educación, Carolina Schmidt, aseveró: "no hay una medida que se pudiera tomar más que reprimir este tipo de movilizaciones, lo que no se debe hacer en un país democrático".
Tanto las universidades públicas como las privadas cobran decenas de miles de dólares por la formación superior y las becas son escasas. Sólo el 36% de la educación escolar es proveída por el Estado, con fuertes diferencias en los resultados educacionales entre los sectores ricos y pobres.
La vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, Isabel Salgado, llamó a "la toma de los colegios y la radicalización del movimiento, porque es la única forma de que nos escuchen". Actualmente, hay 38 escuelas municipales ocupadas, en paro o con jornadas de reflexión, sin dictado de clases.
Puja electoral
Las protestas por la educación, que estallaron en 2011 y derrumbaron el apoyo a Piñera, están enmarcadas en el descontento social con el modelo de desarrollo y la creciente deslegitimización de las instituciones. Distintas encuestas arrojan que los chilenos desean cambios profundos en el sistema de protección social, en medio de una ascendente desconfianza hacia los partidos y líderes políticos.
Los precandidatos presidenciales de la derecha oficialista Alianza por Chile, Andrés Allamand y Pablo Longueira, rechazaron hasta ahora establecer la educación gratuita en sus eventuales plataformas. Por su parte, la socialista y ex mandataria, Michelle Bachelet, que cuenta con más del 50% de las preferencias en encuestas y se perfila como la segura candidata del frente opositor Nueva Mayoría, retrocedió en su postura inicial y prometió días atrás otorgar educación gratuita en un plan de seis años. (Especial-DPA)
"Sólo las movilizaciones pueden concretar un cambio real en el país; estamos construyendo un país de todos", afirmó el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Diego Vela. Los alumnos fueron acompañados por familiares y docentes, y protestaron en la capital, Valparaíso (donde hubo choques con Carabineros en la zona del puerto), Concepción, Talca, Chillán, Los Ángeles y Temuco.
Las demandas de los estudiantes están en el centro de la discusión política de las elecciones presidenciales de noviembre. Las columnas llenaron el centro capitalino con batucadas. Cuando pasaron a escasas cuadras del Palacio de La Moneda, recrudecieron los cánticos contra el presidente, Sebastián Piñera, quien defiende la idea de que la educación es "un bien de consumo".
La ministra de Educación, Carolina Schmidt, aseveró: "no hay una medida que se pudiera tomar más que reprimir este tipo de movilizaciones, lo que no se debe hacer en un país democrático".
Tanto las universidades públicas como las privadas cobran decenas de miles de dólares por la formación superior y las becas son escasas. Sólo el 36% de la educación escolar es proveída por el Estado, con fuertes diferencias en los resultados educacionales entre los sectores ricos y pobres.
La vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, Isabel Salgado, llamó a "la toma de los colegios y la radicalización del movimiento, porque es la única forma de que nos escuchen". Actualmente, hay 38 escuelas municipales ocupadas, en paro o con jornadas de reflexión, sin dictado de clases.
Puja electoral
Las protestas por la educación, que estallaron en 2011 y derrumbaron el apoyo a Piñera, están enmarcadas en el descontento social con el modelo de desarrollo y la creciente deslegitimización de las instituciones. Distintas encuestas arrojan que los chilenos desean cambios profundos en el sistema de protección social, en medio de una ascendente desconfianza hacia los partidos y líderes políticos.
Los precandidatos presidenciales de la derecha oficialista Alianza por Chile, Andrés Allamand y Pablo Longueira, rechazaron hasta ahora establecer la educación gratuita en sus eventuales plataformas. Por su parte, la socialista y ex mandataria, Michelle Bachelet, que cuenta con más del 50% de las preferencias en encuestas y se perfila como la segura candidata del frente opositor Nueva Mayoría, retrocedió en su postura inicial y prometió días atrás otorgar educación gratuita en un plan de seis años. (Especial-DPA)