Por Leo Noli
12 Junio 2013
BAILÓ EN QUITO. No bien ingresó a la cancha, Messi dejó en el camino a tres marcadores y casi convierte el segundo.
A la Selección no le gusta empatar, pero cuando en la ecuación a futuro el punto suma, bienvenido sea. Se fue una nueva fecha doble de Eliminatorias, no hubo victorias nacionales, pero sí dos pardas que dejaron un saldo positivo. ¿Por qué? Porque Argentina, que estuvo con un Messi siempre a media máquina (era lógico, el 10 recién se está poniendo a punto de una larga inactividad provocada por una lesión), se acerca al objetivo; el Mundial de Brasil 2014 está a un pasito.
De este 1 a 1 sellado con Ecuador quedará la sensación de que Argentina tuvo suerte, pese a haber empezado mejor parado de no ser por una falla conjunta entre la zaga y Romero que costó la igualdad de Castillo, minutos después del penal convertido por "Kun" Agüero que estableció el 1-0.
Lo demás, llámese el transcurso del partido, caminó por el carril que al anfitrión mejor le quedó. Ecuador pisaba el acelerador, Argentina se agitaba y se defendía como podía. Si la situación era al revés, con la Selección al mando de la pelota tras algún robo salvador, el local ajustaba sus líneas y luego se amparaba en la mala tarde de definición de su enemigo. Se lo perdió Di María sobre la hora; se lo perdió Messi, en dos acciones claras.
Argentina podría haber logrado ayer el boleto mundialista si vencía a los ecuatorianos y se daban otros resultados favorables, como por ejemplo que Colombia derrote a Perú (2-0). Igual, con ese mini Prode no le bastaba; necesitaba de un combo superlativamente mayor.
Viendo el calendario, no faltará el desconfiado que se preocupe a futuro. Tranquilo, no pasa nada. Argentina quedará libre, pero aun así no perderá su condición de líder absoluto. Es más, sólo los colombianos, con quienes igualaron el viernes pasado 0-0, podrán alcanzarla en la tabla, si es que dejan con las manos vacías a Ecuador. O sea, será un cruce entre dos combinados que hoy brillan en esta eliminatoria.
Hay más. En la fecha la 16, la Selección visitará a Paraguay, un adversario que jugará por el honor de batir al mejor equipo de estas Eliminatorias. Ellos fueron los primeros en quedar eliminados del sueño mundialista.
En síntesis, el panorama es alentador por donde se lo mire. Argentina depende de sí misma como no pasaba en mucho tiempo. Eso sí, tiene mucho por mejorar. Salvo la ofensiva, letal sólo con citar a sus soldados, del medio hacia abajo hay mucho por hacer. Y crecer.
De este 1 a 1 sellado con Ecuador quedará la sensación de que Argentina tuvo suerte, pese a haber empezado mejor parado de no ser por una falla conjunta entre la zaga y Romero que costó la igualdad de Castillo, minutos después del penal convertido por "Kun" Agüero que estableció el 1-0.
Lo demás, llámese el transcurso del partido, caminó por el carril que al anfitrión mejor le quedó. Ecuador pisaba el acelerador, Argentina se agitaba y se defendía como podía. Si la situación era al revés, con la Selección al mando de la pelota tras algún robo salvador, el local ajustaba sus líneas y luego se amparaba en la mala tarde de definición de su enemigo. Se lo perdió Di María sobre la hora; se lo perdió Messi, en dos acciones claras.
Argentina podría haber logrado ayer el boleto mundialista si vencía a los ecuatorianos y se daban otros resultados favorables, como por ejemplo que Colombia derrote a Perú (2-0). Igual, con ese mini Prode no le bastaba; necesitaba de un combo superlativamente mayor.
Viendo el calendario, no faltará el desconfiado que se preocupe a futuro. Tranquilo, no pasa nada. Argentina quedará libre, pero aun así no perderá su condición de líder absoluto. Es más, sólo los colombianos, con quienes igualaron el viernes pasado 0-0, podrán alcanzarla en la tabla, si es que dejan con las manos vacías a Ecuador. O sea, será un cruce entre dos combinados que hoy brillan en esta eliminatoria.
Hay más. En la fecha la 16, la Selección visitará a Paraguay, un adversario que jugará por el honor de batir al mejor equipo de estas Eliminatorias. Ellos fueron los primeros en quedar eliminados del sueño mundialista.
En síntesis, el panorama es alentador por donde se lo mire. Argentina depende de sí misma como no pasaba en mucho tiempo. Eso sí, tiene mucho por mejorar. Salvo la ofensiva, letal sólo con citar a sus soldados, del medio hacia abajo hay mucho por hacer. Y crecer.