11 Junio 2013
Una joven lo señaló como el hombre que la violó, pero luego las pruebas demostraron lo contrario. Pese a que el hecho sucedió hace casi ocho meses, todavía no consigue que dictaminen su sobreseimiento. El damnificado es Julio Antonio López, un taxista de 44 años que pasó 41 días detenido en la alcaidía de la Dirección General de Investigaciones sin ninguna prueba en su contra.
El chofer había sido aprehendido el 21 de septiembre del año pasado en pleno centro. Un grupo de policías lo esposó en la esquina de 24 de Septiembre y 9 de Julio, convencidos de haber encontrado al autor de la violación de una joven de entre 18 y 20 años, sucedida a la vera de la ruta 305, pasando El Colmenar. En ese momento, López juró que era inocente, pero sus palabras no lo salvaron de pasar más de un mes en un calabozo.
Al taxista lo liberaron el 1 de noviembre de 2012, luego de que varias pruebas confirmaran su inocencia, entre ellas un análisis de ADN que arrojó un resultado negativo. Pero, desde entonces, López deambula por los pasillos de tribunales suplicando que la fiscala Adriana Giannoni (VIII° Nominación) firme su sobreseimiento.
"Necesito inscribirme en el nuevo registro del Sutrappa y renovar el carnet de manejo, pero no puedo hacer nada, porque en todos lados me exigen el certificado de buena conducta", se quejó el chofer de taxi. Tanto él como su esposa, Karina Sandes, dijeron que están cansados de ir todos los días a tribunales y no obtener respuestas. "La fiscala nunca nos puede atender y encima el miércoles nos comunicaron que se tomó licencia hasta fin de mes. Queremos un papel donde conste que él está limpio", exigió la mujer.
Endeudado y paralizado
López explicó que no tiene un auto propio, sino que trabaja para otra persona. "Ahora, con todo esto, se está poniendo en juego mi trabajo porque mis patrones no me pueden esperar más. Sin el certificado de buena conducta no puedo salir a trabajar y estamos endeudados; no se olviden que el año pasado estuve 41 días parado y con el auto secuestrado", protestó el taxista. "No puedo seguir perdiendo días sin trabajar por algo que no hice y porque ellos (los investigadores del caso) me han involucrado. Ahora les pido que me den una solución", insistió.
El conductor lamentó no poder regularizar su situación. "Quedé detenido por ser legal, porque la víctima supuestamente me reconoció en una foto que estaba en la Policía Vial. Y ahora quiero ser legal otra vez para trabajar tranquilo y no puedo porque la misma Justicia no me lo permite. Estoy perjudicado moralmente, económicamente y nadie me pidió disculpas", reclamó López.
Indignados
La esposa, por su parte, se mostró molesta porque -según dijo- nadie le ofreció ayuda psicológica a su marido. Además, sus hijos todavía sufren el acoso de los compañeros del colegio, quienes los tratan como "los hijos del violador".
Ante esta situación, el matrimonio advirtió que tomará medidas si no reciben respuestas en los próximos días. "Juro que voy a cortar la calle y me voy a encadenar en tribunales hasta que la fiscala firme mi sobreseimiento", anunció el taxista, harto de reclamar que ratifiquen su inocencia para poder continuar con su vida.
El chofer había sido aprehendido el 21 de septiembre del año pasado en pleno centro. Un grupo de policías lo esposó en la esquina de 24 de Septiembre y 9 de Julio, convencidos de haber encontrado al autor de la violación de una joven de entre 18 y 20 años, sucedida a la vera de la ruta 305, pasando El Colmenar. En ese momento, López juró que era inocente, pero sus palabras no lo salvaron de pasar más de un mes en un calabozo.
Al taxista lo liberaron el 1 de noviembre de 2012, luego de que varias pruebas confirmaran su inocencia, entre ellas un análisis de ADN que arrojó un resultado negativo. Pero, desde entonces, López deambula por los pasillos de tribunales suplicando que la fiscala Adriana Giannoni (VIII° Nominación) firme su sobreseimiento.
"Necesito inscribirme en el nuevo registro del Sutrappa y renovar el carnet de manejo, pero no puedo hacer nada, porque en todos lados me exigen el certificado de buena conducta", se quejó el chofer de taxi. Tanto él como su esposa, Karina Sandes, dijeron que están cansados de ir todos los días a tribunales y no obtener respuestas. "La fiscala nunca nos puede atender y encima el miércoles nos comunicaron que se tomó licencia hasta fin de mes. Queremos un papel donde conste que él está limpio", exigió la mujer.
Endeudado y paralizado
López explicó que no tiene un auto propio, sino que trabaja para otra persona. "Ahora, con todo esto, se está poniendo en juego mi trabajo porque mis patrones no me pueden esperar más. Sin el certificado de buena conducta no puedo salir a trabajar y estamos endeudados; no se olviden que el año pasado estuve 41 días parado y con el auto secuestrado", protestó el taxista. "No puedo seguir perdiendo días sin trabajar por algo que no hice y porque ellos (los investigadores del caso) me han involucrado. Ahora les pido que me den una solución", insistió.
El conductor lamentó no poder regularizar su situación. "Quedé detenido por ser legal, porque la víctima supuestamente me reconoció en una foto que estaba en la Policía Vial. Y ahora quiero ser legal otra vez para trabajar tranquilo y no puedo porque la misma Justicia no me lo permite. Estoy perjudicado moralmente, económicamente y nadie me pidió disculpas", reclamó López.
Indignados
La esposa, por su parte, se mostró molesta porque -según dijo- nadie le ofreció ayuda psicológica a su marido. Además, sus hijos todavía sufren el acoso de los compañeros del colegio, quienes los tratan como "los hijos del violador".
Ante esta situación, el matrimonio advirtió que tomará medidas si no reciben respuestas en los próximos días. "Juro que voy a cortar la calle y me voy a encadenar en tribunales hasta que la fiscala firme mi sobreseimiento", anunció el taxista, harto de reclamar que ratifiquen su inocencia para poder continuar con su vida.
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