10 Junio 2013
MÁS ALTO. Cahais le gana en el salto a Blandi, como Racing a Boca en el partido.
BUENOS AIRES.- ¿Quién hubiese pensado que faltando dos fechas para el final, Boca ya tendría siete derrotas? El número no impresiona tanto hasta que no se ve el de los triunfos: sólo dos. Está claro que la campaña del equipo de Carlos Bianchi linda con lo paupérrimo y la derrota de ayer ante Racing en Avellaneda por 2-0 ayuda a calificarla de esa manera.
Al parecer, la Copa Libertadores era lo único motivante para este equipo cuyas mejores actuaciones sólo se vieron allí y pese a quedar eliminado, no pudo encontrar el rumbo en el torneo: después de la dramática definición por penales en Rosario, sólo pudo empatar con Vélez en su cancha y perdió con la "academia".
Para colmo, fue el propio Boca el que empezó a gestar el triunfo del local con un gol en contra de Guillermo Burdisso tras un tiro libre. El ex defensor de Arsenal las hizo todas anoche ya que en el segundo tiempo, cometió una infantil mano que derivó en el penal número 10 en contra de su equipo en la temporada, según apuntó el estadista Silvio Maverino durante el partido en su cuenta de Twitter. El que lo cobró fue Sebastián Saja con un disparo inatajable.
El equipo de Luis Zubledía, pese a la gran ayuda que le daba el "xeneize", era completamente distinto al que había caído ante Quilmes en un partido rodeado de dudas y polémicas por la situación que atraviesa Independiente. "Cobraron para perder", dijo Javier Cantero en la semana. Y aunque el que estaba en frente era Boca, la víctima de todas las cargadas fue el "rojo", que había jugado bien temprano en la jornada. En la celebración también estuvo la clasificación a la Sudamericana que obtuvieron con el triunfo.
Otro de los récords negativos para Boca fue el que coronó una nueva expulsión de Matías Caruzzo, en el segundo tiempo. Aquella fue la quinta consecutiva para el equipo: tres por el torneo local y dos por la copa Libertadores en los partidos ante Newell's.
Aunque suene irrisorio Boca deberá esperar que Argentinos no gane hoy ya que de hacerlo, lo alcanzaría y estarían compartiendo el último lugar, con dos fechas para el final del campeonato. Un registro que no querrán tener. (Especial)
Al parecer, la Copa Libertadores era lo único motivante para este equipo cuyas mejores actuaciones sólo se vieron allí y pese a quedar eliminado, no pudo encontrar el rumbo en el torneo: después de la dramática definición por penales en Rosario, sólo pudo empatar con Vélez en su cancha y perdió con la "academia".
Para colmo, fue el propio Boca el que empezó a gestar el triunfo del local con un gol en contra de Guillermo Burdisso tras un tiro libre. El ex defensor de Arsenal las hizo todas anoche ya que en el segundo tiempo, cometió una infantil mano que derivó en el penal número 10 en contra de su equipo en la temporada, según apuntó el estadista Silvio Maverino durante el partido en su cuenta de Twitter. El que lo cobró fue Sebastián Saja con un disparo inatajable.
El equipo de Luis Zubledía, pese a la gran ayuda que le daba el "xeneize", era completamente distinto al que había caído ante Quilmes en un partido rodeado de dudas y polémicas por la situación que atraviesa Independiente. "Cobraron para perder", dijo Javier Cantero en la semana. Y aunque el que estaba en frente era Boca, la víctima de todas las cargadas fue el "rojo", que había jugado bien temprano en la jornada. En la celebración también estuvo la clasificación a la Sudamericana que obtuvieron con el triunfo.
Otro de los récords negativos para Boca fue el que coronó una nueva expulsión de Matías Caruzzo, en el segundo tiempo. Aquella fue la quinta consecutiva para el equipo: tres por el torneo local y dos por la copa Libertadores en los partidos ante Newell's.
Aunque suene irrisorio Boca deberá esperar que Argentinos no gane hoy ya que de hacerlo, lo alcanzaría y estarían compartiendo el último lugar, con dos fechas para el final del campeonato. Un registro que no querrán tener. (Especial)
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