10 Junio 2013
LAS PRUEBAS. Los policías hallaron más de 350 dosis de cocaína. GENTILEZA DIGEDROP
Cuando allanaron su casa, en 2011, "La Gorda Ramona" había conseguido escapar. Desde entonces, permaneció prófuga de la Justicia, refugiada en una casa del barrio 11 de Febrero. Sin embargo, a fines del año pasado retomó su actividad: la comercialización de cocaína. Pero el sábado se acabó su período de gracia, cuando cayó en manos de la Dirección General de Drogas Peligrosas de la Policía (Digedrop).
El barrio se revolucionó cuando llegaron los móviles policiales con uniformados de la Digedrop y del Grupo CERO. Los vecinos sabían que en una vivienda de la diagonal Chaco al 1.500 una familia vendía drogas y no tardaron en rodear el lugar para observar de cerca el procedimiento de la fuerza.
Además de cuatro personas detenidas, del interior de la vivienda sacaron casi $ 4.000, 350 "ravioles" y dos "piedras" de cocaína. Pero en ese momento también se encontraban dentro del inmueble dos personas que confesaron ser clientes, confirmando de esa manera que esa casa funcionaba como punto de venta de estupefacientes.
Los hijos y el compadre
Según pudieron establecer los uniformados que participaron del proceso de investigación, iniciado a principios de año, "La Gorda Ramona" contaba con la colaboración de varios miembros de su familia para mantener el negocio de la droga. Su hijo "Chumi" hacía de campana, sus hijas "Katy" y "La Poroto Negro" se dedicaban a atraer clientes, y su compadre "Diente" desempeñaba el papel de guardaespaldas de la jefa de la organización.
De todos los involucrados, sólo "Chumi" pudo escapar de la Policía. Pero "La Gorda Ramona", de 48 años; sus hijas "Katy" y "La Poroto Negro", de 23 y 21 años; y su compadre "Diente", de 43 años, quedaron detenidos e incomunicados, a disposición del juez Federal Fernando Poviña.
El procedimiento estuvo supervisado por los comisarios Jorge Nacusse, Francisco Juárez y Héctor Salvatore, jefe de la Digedrop.
El barrio se revolucionó cuando llegaron los móviles policiales con uniformados de la Digedrop y del Grupo CERO. Los vecinos sabían que en una vivienda de la diagonal Chaco al 1.500 una familia vendía drogas y no tardaron en rodear el lugar para observar de cerca el procedimiento de la fuerza.
Además de cuatro personas detenidas, del interior de la vivienda sacaron casi $ 4.000, 350 "ravioles" y dos "piedras" de cocaína. Pero en ese momento también se encontraban dentro del inmueble dos personas que confesaron ser clientes, confirmando de esa manera que esa casa funcionaba como punto de venta de estupefacientes.
Los hijos y el compadre
Según pudieron establecer los uniformados que participaron del proceso de investigación, iniciado a principios de año, "La Gorda Ramona" contaba con la colaboración de varios miembros de su familia para mantener el negocio de la droga. Su hijo "Chumi" hacía de campana, sus hijas "Katy" y "La Poroto Negro" se dedicaban a atraer clientes, y su compadre "Diente" desempeñaba el papel de guardaespaldas de la jefa de la organización.
De todos los involucrados, sólo "Chumi" pudo escapar de la Policía. Pero "La Gorda Ramona", de 48 años; sus hijas "Katy" y "La Poroto Negro", de 23 y 21 años; y su compadre "Diente", de 43 años, quedaron detenidos e incomunicados, a disposición del juez Federal Fernando Poviña.
El procedimiento estuvo supervisado por los comisarios Jorge Nacusse, Francisco Juárez y Héctor Salvatore, jefe de la Digedrop.
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