02 Junio 2013
DESEO. Ladino, que juega con la Nº 5, sueña con un fútbol sin violencia.
No es un día más en la vida del plantel de Atlético. Es un sábado bien distinto al que podría vivirse o disfrutarse semana a semana. Hay bronca, dolor y mucha impotencia en un plantel que ayer debería haber llegado a Mendoza y que hoy debería haber estado enfrentándose a las 15.30 con Independiente Rivadavia.
Nada de eso pasó y la culpa, nuevamente es ajena al fútbol; es exclusiva de la violencia, de los violentos, de aquellas persona que dicen llamarse hinchas pero son barras bravas que no hacen más que no alentar sino intimidar, agredir y golpear.
"Qué querés que te diga...", pregunta casi resignado Santiago Ladino, a quien automáticamente se le viene una frase bien particular. "Como alguna vez dijo Grondona (Julio, presidente de AFA), 'todo pasa'", lamenta el lateral "decano", que no cree que el capo afista haga algo como para resolver el tema violencia en el fútbol, que el viernes casi se cobra una víctima después de que cerca de 50 barras ingresaran a la fuerza a la cancha de la "lepra" mendocina, arrojando bombas molotov y lanzando puntazos a quien se le ponía en frente. El delantero Diego Caballero fue uno de los grandes accidentados. Le pegaron y además sufrió una herida de arma blanca. "Ya sucedieron episodios similares con otros equipos y jamás pararon la pelota. No hay ni hubo ningún tipo de protección hacia nosotros los futbolistas", se queja el ex Vélez, que junto al resto de los integrantes de su plantilla se solidarizaron con sus pares cuyanos.
Ladino habla con pruebas, recordando actos imperdonables. Si no es contra los jugadores es entre hinchas, como pasó el torneo pasado en Chicago, o bien cuando suspendieron el duelo con Huracán (amenazaron al grupo y Llop renunció) de la fecha 30, o el de hoy. "La palabra pasión es el mayor justificativo de violencia en los estadios. Gracias a esa palabra, un día nos van a matar a todos". Así de cruda es la visión de Ladino. Así de real parece todo.
Nada de eso pasó y la culpa, nuevamente es ajena al fútbol; es exclusiva de la violencia, de los violentos, de aquellas persona que dicen llamarse hinchas pero son barras bravas que no hacen más que no alentar sino intimidar, agredir y golpear.
"Qué querés que te diga...", pregunta casi resignado Santiago Ladino, a quien automáticamente se le viene una frase bien particular. "Como alguna vez dijo Grondona (Julio, presidente de AFA), 'todo pasa'", lamenta el lateral "decano", que no cree que el capo afista haga algo como para resolver el tema violencia en el fútbol, que el viernes casi se cobra una víctima después de que cerca de 50 barras ingresaran a la fuerza a la cancha de la "lepra" mendocina, arrojando bombas molotov y lanzando puntazos a quien se le ponía en frente. El delantero Diego Caballero fue uno de los grandes accidentados. Le pegaron y además sufrió una herida de arma blanca. "Ya sucedieron episodios similares con otros equipos y jamás pararon la pelota. No hay ni hubo ningún tipo de protección hacia nosotros los futbolistas", se queja el ex Vélez, que junto al resto de los integrantes de su plantilla se solidarizaron con sus pares cuyanos.
Ladino habla con pruebas, recordando actos imperdonables. Si no es contra los jugadores es entre hinchas, como pasó el torneo pasado en Chicago, o bien cuando suspendieron el duelo con Huracán (amenazaron al grupo y Llop renunció) de la fecha 30, o el de hoy. "La palabra pasión es el mayor justificativo de violencia en los estadios. Gracias a esa palabra, un día nos van a matar a todos". Así de cruda es la visión de Ladino. Así de real parece todo.
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