Los trofeos, objetos de seducción

"Voy a hacerla plata en la villa", decía en 2004 un jocoso Carlos Tevez. El futbolista tenía colgada la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Atenas y, siempre fiel a su estilo divertido, bromeó dando a entender que vendería la presea en Fuerte Apache, donde creció. Restarle importancia a la conquista del valioso metal, no sería tan errado... si nos remontamos a la antigüedad. 

Allá en Grecia, los primeros atletas recibían uno que otro reconocimiento material, pero todos deseaban la corona de olivo. El mismo adorno que lucieron los jugadores de la selección de fútbol en sus cabezas en aquel juego olímpico o los de básquet que también conquistaron el oro. Sí, así de simple, porque eso era lo que simbolizaba la conquista de lo que iban a buscar: el honor y la gloria.

Así como los deportes, las reglas y los atletas cambiaron, también lo hicieron los trofeos. Las disciplinas deportivas pusieron en juego copas que por diseño y materiales resultan deslumbrantes.

Por supuesto, la historia de la competencia es lo que prima para ser un objeto de deseo. Sin embargo, lo visual juega un papel clave.

El fútbol, el tenis, el golf, el béisbol, la NBA, el rugby y el automovilismo poseen piezas que entre oro, plata y bronce dieron al triunfo un agregado de belleza.

Copa Libertadores de América

Se la entrega al campeón del torneo de clubes de fútbol que reúne a equipos del continente americano. La creación fue de una joyería peruana en 1959 y desde entonces hubo tres trofeos porque el club que se consagra campeón tres veces seguidas se queda con la copa. Estudiantes e Independiente lo lograron y se llevaron los dos primeros trofeos. El resto de los campeones la conservan durante un año. El original fue construido en varias piezas de plata 925.

En 2004, cuando Once Caldas le ganó a Boca la final, la copa se le cayó a uno de los jugadores colombianos por lo que tuvo que ser cuidadosamente reconstruida, esta vez, por una empresa chilena.

Chaqueta del Masters de Augusta

Debe ser la prenda de vestir más deseada del mundo. En el torneo, uno de los cuatro más importante del golf, que se juega en Augusta, Georgia, Estados Unidos, la chaqueta o saco verde cotiza tanto en lo simbólico como los millones de dólares que hay en premios. Desde 1949 rige la tradición por la cual se le calza la chaqueta al ganador del torneo que la tendrá hasta la siguiente edición. Entonces, deberá devolverla al exclusivo club que la custodiará y la tendrá siempre disponible cuando el campeón visite el Augusta National. El color se conoce como "verde masters" y está patentado por el club. La chaqueta tiene un bolsillo a la izquierda del pecho con el logotipo de la institución que también aparece en los botones fabricados en bronce. Ángel Cabrera fue el único golfista argentino y también sudamericano que vistió la chaqueta.

Copa Stanley

Este trofeo se entrega al campeón de la National Hockey League (NHL), la Liga Profesional de hockey sobre hielo de Estados Unidos y Canadá. Su nombre se debe a Lord Stanley de Preston, Gobernador General de Canadá, quien se convirtió en un amante del deporte. En 1892 donó el trofeo para coronar a quien resultara ser el mejor club del país. A diferencia de otros trofeos que se entregan en Norteamérica, de los cuales los equipos se llevan una réplica, la Copa Stanley se la lleva el equipo campeón hasta la coronación de otro. Tiene más de 2.200 nombres grabados y la tradición es que cada jugador y entrenador la tengan durante todo un día, lo que provocó situaciones irrisorias con el trofeo. Por ejemplo, fue pateada, extraviada, robada, quemada, sumergida, congelada, llenada con comida para perro, orinada y tirada desde grandes alturas. Mide 89 centímetros de alto y pesa 16 kilos, pero actualmente la réplica de la primera copa mide mucho más (tiene casi la altura de los mismos jugadores que anhelan levantarla) ya que cada 13 años se agrega un anillo en la base para seguir grabando los nombres de los ganadores.

El BorgWarner colecciona rostros

Es para el ganador de las 500 Millas de Indianápolis. El trofeo se entrega desde 1936, pero la carrera se hace desde 1911. La idea fue de la empresa automotriz BorgWarner que encargó el diseño a Robert J. Hill y Spaulding-Gorham Inc. y fue tasado en 10.000 dólares, pero en 1992 fue remodelado y su valor se elevó a 1 millón de dólares. La particularidad del trofeo es que cada ganador no sólo lleva su nombre grabado, también su rostro, constituyéndolo en una verdadera obra de arte. Hasta la edición de 2034 hay lugar para sumar más rostros ganadores.

Copa del Mundo

El trofeo actual, hecho en oro de 18 kilates, no es el primero que se entregó. La Copa Jules Rimet, nombrada en honor al fundador del torneo, fue encargada al escultor francés Abel Lafleur. Se dice que estuvo escondida en una caja de zapatos durante la II guerra Mundial. En 1966, en Inglaterra, fue robada y gracias al olfato de un perrito llamado Pickles, los guardias de Scotland Yard la encontraron. En 1983 desapareció otra vez cuando Brasil ya se la había adueñado por haber ganado tres veces. De entre 53 diseños que se presentaron luego, el del italiano Silvio Gazzaniga fue el elegido.

Copa Davis

La versión que apunta que Dwight F. Davis, creador del torneo, le robó a su abuela o tía una ponchera o ensaladera es errónea. El fue a comprar el premio a la casa Shreve, Crump Low Co., en Boston. Como no tenían el modelo que Davis imaginó, los comerciantes se la encargaron al exclusivo William B. Durgin Company. Pesa 6,20 kilos que ascienden a 105 con las tres bases de nogal que permitirán anotar a los ganadores hasta 2036.

Trofeo William Webb Ellis

Es la copa que se entrega desde 1987 a los campeones del mundo de rugby. El imponente y sobrio trofeo lleva el nombre del creador de este deporte. Con 17 años, el joven que después se consagraría a su vocación religiosa, accidentalmente, mientras jugaba al fútbol, tomó la pelota con sus manos y corrió hasta donde se convalidaba el gol. Con un retoque de reglas al deporte del balón, nació la disciplina que privilegia que la guinda esté más en el aire que en el césped. El origen del rugby fue en una localidad inglesa del mismo nombre. La copa tiene 38 centímetros y es de plata bañada en oro.

Trofeo Vince Lombardi

Es el coqueto y brillante recuerdo que se lleva el campeón del Súper Bowl o Súper Tazón, la gran final del fútbol americano. En el partido se cruzan los campeones de la Conferencia Nacional (NFC) y la Conferencia Americana (AFC), que forman la National Football League (NFL) o Liga Nacional de Fútbol Americano. Desde 1970, el trofeo lleva el nombre del entrenador ganador de las dos primeras ediciones con los Green Bay Packers. Lombardi, conocido por su capacidad de motivación, fue diagnosticado con un cáncer de colon que en cuatro meses terminó con su vida.

Además la NFL costea 150 anillos de oro blanco y diamantes para la franquicia ganadora con un costo aproximado de 5.000 dólares la unidad.

La copa de la Liga de Campeones de Europa

Es el trofeo que se lleva el ganador de la Liga de Campeones de la UEFA. El primer trofeo, distinto en diseño al actual, fue donado por el periódico francés L'Equipe. Luego, ya que el reglamento establece que un club tiene derecho a tener la copa tras ser campeón en cinco ocasiones o en tres veces consecutivas, se hicieron otras copas. La actual versión es la sexta que se utiliza y es apodada como "La Orejona" por sus enormes asas. Su diseñador fue Jürg Stadelmann, un artesano de Berna, Suiza. Los equipos europeos pugnan por levantar los 7.5 kilos de plata esterlina que se erigen en los 74 centímetros de altura que tiene el trofeo.

Trofeo Larry O'Brien

El trofeo que se lleva el campeón de la NBA tenía un diseño diferente al actual y otro nombre. Similar a la Copa Stanley, la copa tuvo el nombre de Walter A. Brown Trophy hasta 1977 cuando fue rediseñado y renombrado. Lawrence Francis "Larry" O'Brien fue el antiguo comisionado de la liga de basquet estadounidense; él fue quien creó la NBA moderna, la que se conoce actualmente. Fue amigo personal del presidente John F. Kennedy y hasta fue nombrado como jefe de su campaña en Massachusetts. Está confeccionado en aleación de plata y bañado en oro de 24 kilates. Su costo de elaboración es de 13.500 dólares y lo diseña la prestigiosa joyería Tiffany & Co. El balón de tamaño reglamentario simula que la pelota está entrando a la canasta.

Copa América

Es el trofeo que se entrega a la selección campeona del torneo que reúne a equipos de América del Sur e invitados. El torneo se disputa desde 1916 y el trofeo fue un regalo del Ministerio de Relaciones de Argentina a la Conmebol. Como otros, tiene una sólida base de madera para poner los ganadores de cada edición. Es una copa con finos detalles de palmas entrelazadas en su base y una franja de escudos en la parte superior. La asociación de fútbol de la selección campeona la conserva hasta que se consagre el próximo campeón

Su altura es de 75 cm y su diámetro de 30 cm.

Trofeo del Comisionado

A diferencia de los otros cuatro deportes más populares de los Estados Unidos, el trofeo de la Liga Mayor de Béisbol (MLB) no lleva el nombre de una persona. El ganador de la Serie Mundial es quien se lleva el trofeo entregado por el comisionado de la MLB, es decir, el presidente de la liga. La final la juegan los campeones de la Liga Nacional y la Americana. Las 30 banderas representan a todos los equipos de ambas ligas. Las mismas se elevan por encima de una pelota de béisbol cubierta con líneas de latitud y longitud que simbolizan el mundo. Su altura es de 61 centímetros, su diámetro de 28, pesa 14 kilos y es de plata esterlina.