31 Mayo 2013
EN SUBIDA. La figura de Berni creció por su actuación durante catástrofes, como el temporal que azotó a La Plata. DYN
BUENOS AIRES.- La hasta ahora insoluble inseguridad se cobró una nueva víctima, aunque en este caso es política y de grandes kilates en el mundo "cristinista": la ministra Nilda Garré.
Garré inauguró la era del Ministerio de Seguridad a fines de 2010, tras su paso por el Ministerio de Defensa. En la cartera de la cual dependen las fuerzas de seguridad nacionales, Garré entró pisando fuerte y lanzó purgas en la Policía Federal, pero no logró hacer decrecer la inseguridad.
Para colmo de males, apareció sobre ella una sombra que le hizo de contrapunto: el viceministro de Seguridad, Sergio Berni, ahora confirmado en su cargo por el nuevo jefe de la cartera, Arturo Puricelli.
El nuevo funcionario, nombrado en marzo de 2012, comenzó a hacerse conocido por sus espectaculares apariciones en público.
Con ropa "de catástrofe", apareció en el puerto capitalino durante un episodio que hizo temer un accidente químico.
También se puso al frente de un operativo de salida de cisternas de YPF cuando los camioneros de Hugo Moyano bloquearon una refinería. Y estuvo durante uno de los conflictos de los sindicalistas llamados "dragones" en el sur del país.
Las inéditas protestas de miembros de la Gendarmería y de la Prefectura por salarios, en las cuales Berni se erigió en negociador, fueron uno de los golpes letales para Garré.
Berni rápidamente eclipsó a Garré, quien desde entonces fue transformándose en funcionaria de actos protocolares, mientras su número dos, con apoyo incondicional de la presidenta Cristina Fernández, el hombre de acción, crecía.
El secretario estaba en Neuquén, por la cuestión del volcán Copahue, pero seguramente no lo tomó de sorpresa el enroque. Vale sostener como teoría la posibilidad de que se lo preserve para un eventual nuevo cambio, y que Arturo Puricelli, sucesor de Garré, tenga un rol similar al de la ex ministra.
Así, las circunstancias políticas y la falta de resolución de los graves problemas de seguridad provocaron un efecto terminal para la gestión de la dirigente, a quien le eligieron un destino que, al menos, la aleja de los flagelos diarios de la Argentina.(DYN)
Garré inauguró la era del Ministerio de Seguridad a fines de 2010, tras su paso por el Ministerio de Defensa. En la cartera de la cual dependen las fuerzas de seguridad nacionales, Garré entró pisando fuerte y lanzó purgas en la Policía Federal, pero no logró hacer decrecer la inseguridad.
Para colmo de males, apareció sobre ella una sombra que le hizo de contrapunto: el viceministro de Seguridad, Sergio Berni, ahora confirmado en su cargo por el nuevo jefe de la cartera, Arturo Puricelli.
El nuevo funcionario, nombrado en marzo de 2012, comenzó a hacerse conocido por sus espectaculares apariciones en público.
Con ropa "de catástrofe", apareció en el puerto capitalino durante un episodio que hizo temer un accidente químico.
También se puso al frente de un operativo de salida de cisternas de YPF cuando los camioneros de Hugo Moyano bloquearon una refinería. Y estuvo durante uno de los conflictos de los sindicalistas llamados "dragones" en el sur del país.
Las inéditas protestas de miembros de la Gendarmería y de la Prefectura por salarios, en las cuales Berni se erigió en negociador, fueron uno de los golpes letales para Garré.
Berni rápidamente eclipsó a Garré, quien desde entonces fue transformándose en funcionaria de actos protocolares, mientras su número dos, con apoyo incondicional de la presidenta Cristina Fernández, el hombre de acción, crecía.
El secretario estaba en Neuquén, por la cuestión del volcán Copahue, pero seguramente no lo tomó de sorpresa el enroque. Vale sostener como teoría la posibilidad de que se lo preserve para un eventual nuevo cambio, y que Arturo Puricelli, sucesor de Garré, tenga un rol similar al de la ex ministra.
Así, las circunstancias políticas y la falta de resolución de los graves problemas de seguridad provocaron un efecto terminal para la gestión de la dirigente, a quien le eligieron un destino que, al menos, la aleja de los flagelos diarios de la Argentina.(DYN)