27 Mayo 2013
AMÁN.- La conferencia de paz ya tiene un nombre: en la jerga diplomática se llama "Ginebra 2", en alusión a la reunión dedicada a Siria que hasta ahora no tuvo mayores consecuencias y que se celebró hace alrededor de un año en la ciudad suiza. Mucho más que eso no hay por el momento. La fecha es incierta, la lista de participantes también, y no hay un orden del día. Estrictamente hablando, tampoco es del todo seguro que la conferencia, planeada por EEUU y Rusia para principios de junio, se lleve a cabo.
Sólo en un punto hay acuerdo entre la comunidad internacional: "Ginebra 2" es hoy la única esperanza de poner fin por vía política al conflicto en Siria. Sin embargo, el presidente Al Assad se manifestó escéptico sobre las perspectivas de éxito. Y también la oposición expresó reparos y está en contra de negociar con "símbolos del régimen opresor". Pese a ello, observadores árabes esperan que las partes enfrentadas en la guerra civil no rehúyan participar en esta iniciativa conjunta de rusos y estadounidenses.
Está claro que Al Assad deberá hallar un compromiso en el tema de los enviados, ya que sin el envío de armas de Rusia, el Ejército sirio podría quedarse sin aliento en su lucha contra los rebeldes. La oposición está en una encrucijada. Si va a Ginebra, perderá la influencia sobre los revolucionarios y comandantes rebeldes activos que rechazan cualquier negociación con el régimen. El secretario de Estado de Obama, John Kerry, fue claro: "supongamos que no hay 'Ginebra 2'. ¿Qué ocurriría entonces? Es garantía absoluta de que la violencia continuará", afirmó.
Sólo en un punto hay acuerdo entre la comunidad internacional: "Ginebra 2" es hoy la única esperanza de poner fin por vía política al conflicto en Siria. Sin embargo, el presidente Al Assad se manifestó escéptico sobre las perspectivas de éxito. Y también la oposición expresó reparos y está en contra de negociar con "símbolos del régimen opresor". Pese a ello, observadores árabes esperan que las partes enfrentadas en la guerra civil no rehúyan participar en esta iniciativa conjunta de rusos y estadounidenses.
Está claro que Al Assad deberá hallar un compromiso en el tema de los enviados, ya que sin el envío de armas de Rusia, el Ejército sirio podría quedarse sin aliento en su lucha contra los rebeldes. La oposición está en una encrucijada. Si va a Ginebra, perderá la influencia sobre los revolucionarios y comandantes rebeldes activos que rechazan cualquier negociación con el régimen. El secretario de Estado de Obama, John Kerry, fue claro: "supongamos que no hay 'Ginebra 2'. ¿Qué ocurriría entonces? Es garantía absoluta de que la violencia continuará", afirmó.
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