Por Gustavo Rodríguez
26 Mayo 2013
Los de hoy serán unos comicios históricos en San Martín. No sólo porque se elegirá a los hombres que conducirán el destino del club durante un año, sino porque también servirán para tratar de encontrar el equilibrio institucional de un club que no tiene paz desde hace muchísimo tiempo.
En menos de dos años, cuatro presidentes y la misma Junta Fiscalizadora en dos oportunidades (el promedio es de uno cada cuatro meses), estuvieron al frente de un club que sabe más de necesidades que de bienestar. El autoritario Rubén Ale se tuvo que ir por pedido de hinchas y de socios. El terco Abraham Salame intentó aferrarse al cargo como pudo. Emilio Luque prometió el oro y el moro para ser elegido y después huyó del cargo dejando el barco a la deriva, reclamando lo poco que aportó. Después, el manejable César Palacios, al no estar a la altura de las circunstancias al igual que el resto de la comisión directiva, casi lo hunde por completo.
Finalmente, se presentaron dos listas para la contienda de hoy, y en ambas aparecen nombres que estuvieron en la última comisión directiva. José Costanzo se alió con los referentes de los Autoconvocados que lograron el crecimiento del complejo. Jorge Garber se unió con los dirigentes que se fueron del club porque no aceptaban su proyecto de gerenciamento y se apoyó en personas vinculadas al alperovichismo para captar votos.
Hoy, más allá de los nombres, los socios tendrán que elegir entre dos sistemas de gobierno. El de pura gestión que propone la "Agrupación Ciudadela", ese que tanto bien le hizo a Lanús, Vélez y Colón después de años de trabajo -cuidado, aquí no tendrán ese tiempo-, o el de "Yo te Quiero San Martín", que en cambio apuesta a los aportes económicos que brindarán las personas que integran la lista, más la ayuda del Gobierno (el mismo plan que usó Luque).
El que resulte elegido tendrá que hacer de todo en un año. Si el equipo llega a la Primera B Nacional, lograr mantenerlo. Si no lo hace, tendrá que conseguirlo. Al mismo tiempo, deberá afianzar el crecimiento del complejo y atender todas las necesidades de los socios. Demasiados desafíos para afrontar en poco tiempo.
En menos de dos años, cuatro presidentes y la misma Junta Fiscalizadora en dos oportunidades (el promedio es de uno cada cuatro meses), estuvieron al frente de un club que sabe más de necesidades que de bienestar. El autoritario Rubén Ale se tuvo que ir por pedido de hinchas y de socios. El terco Abraham Salame intentó aferrarse al cargo como pudo. Emilio Luque prometió el oro y el moro para ser elegido y después huyó del cargo dejando el barco a la deriva, reclamando lo poco que aportó. Después, el manejable César Palacios, al no estar a la altura de las circunstancias al igual que el resto de la comisión directiva, casi lo hunde por completo.
Finalmente, se presentaron dos listas para la contienda de hoy, y en ambas aparecen nombres que estuvieron en la última comisión directiva. José Costanzo se alió con los referentes de los Autoconvocados que lograron el crecimiento del complejo. Jorge Garber se unió con los dirigentes que se fueron del club porque no aceptaban su proyecto de gerenciamento y se apoyó en personas vinculadas al alperovichismo para captar votos.
Hoy, más allá de los nombres, los socios tendrán que elegir entre dos sistemas de gobierno. El de pura gestión que propone la "Agrupación Ciudadela", ese que tanto bien le hizo a Lanús, Vélez y Colón después de años de trabajo -cuidado, aquí no tendrán ese tiempo-, o el de "Yo te Quiero San Martín", que en cambio apuesta a los aportes económicos que brindarán las personas que integran la lista, más la ayuda del Gobierno (el mismo plan que usó Luque).
El que resulte elegido tendrá que hacer de todo en un año. Si el equipo llega a la Primera B Nacional, lograr mantenerlo. Si no lo hace, tendrá que conseguirlo. Al mismo tiempo, deberá afianzar el crecimiento del complejo y atender todas las necesidades de los socios. Demasiados desafíos para afrontar en poco tiempo.
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