26 Mayo 2013
BUEN PANORAMA. "Petróleo" (con la pelota), como se lo conoce en la concentración "decana", hoy formará dupla con Barrado en el medio.
Rodrigo Herrera es la revelación del fin de semana en Atlético. Nacido en las trincheras de la zaga "decana", el defensor será titular hoy contra Patronato pero cumpliendo una función hasta hace meses desconocida: el lungo formará dupla con Diego Barrado en el medio.
Leyó bien, "Petro" tendrá la cinco en la espalda; será quien muerda, raspe y corte a la contra de Paraná, así como también intentará trasladar y repartir la pelota y, por qué no definir con el cuero eyectado de su suela derecha.
Como la de tantos otros chicos, su historia recorre los pasajes del sufrimiento extremo. Del sacrificio. En el fútbol nada se da porque sí, nada es gratis, menos cuando en esta eterna carrera por cruzar la barrera del éxito hay tantos amigos/rivales que corren a la par. Llegó la hora del tucumano, quizás en el momento menos pensado. Llegó la hora de pagar, afirma él cuando de su boca sale el primer agradecimiento a Ricardo Rodríguez.
"El me enseñó mucho de esta posición y le agradezco por darme esta oportunidad. Espero no defraudarlo a él y a mis compañeros".
Así como goza el presente, el morocho cambia de calendario y se remonta a sus inicios. "Fueron muy difíciles. Hubo días, la mayoría, que no tenía plata para venir a entrenarme. No me quedaba otra que pedirles a los choferes por favor que me traigan de Famaillá a Tucumán. Gracias a ellos, a los dirigentes, que en su momento me ayudaron con dinero, sigo peleándola".
El concepto batalla viene en su ADN, jura Rodrigo. "La última vez que estuve (en el banco) fue la rueda pasada contra Chicago, allá en Mataderos. Esperé mucho tiempo, pero me entrené de la mejor manera, con la mejor predisposición. Es difícil cuando no jugás pero hay que meterle ganas y no bajonearse porque nunca sabés cuándo puede llegar la oportunidad", asegura quien parece haber leído los manuales de Barrado y Matías Ballini, a quien reemplazará hoy en el Monumental. "Son dos muy buenos jugadores. Tengo algo de los dos, espero estar a la altura".
Esta es una prueba de fuego. "RR" apostó y Herrera debe dar ganancias. Es un desafío lindo, sobre todo teniendo en cuenta que cursa sus últimos días de contrato. "Si me tengo que ir a fines de junio, me iré con los mejores recuerdos. Atlético es mi casa, y creo que me iré por la puerta grande como persona, y muy agradecido por todo lo que me dieron. Dios quiera pueda seguir por muchos años más en el club".
No hay nostalgia ni derrota en la verba de Herrera, sino ilusión. Por eso, aunque se diga que los nervios pueden estar de punta hoy, él cambia de frente la cuestión y dice: "disfrutar, eso queremos todos los que entramos a la cancha. Disfrutar, jugar al fútbol y ganar. Sería lindo que podamos terminar bien, así todos nos vamos contentos: los hinchas, los dirigentes y nosotros".
Si la oportunidad le toca la puerta, el hijo de la Capital de la Empanada hará lo que cualquiera: "buscar el gol". Y si no llega: "si puedo tocar y asegurar la pelota, lo hago". Eso sí, si gesta la unión pelota-red, atención: "ja, ja, sí, creo que me desmayo", ríe ante la pregunta de LG Deportiva. "Yaya Touré", se escucha de fondo, acompañado por un "vaaamoosss", de Deivis Barone. Herrera sonríe. Es a él a quien arengan y comparan con el marfileño de Manchester City. "Ja, no; me dicen así porque cuando juego de cinco yo digo que viene Yayá Touré a Tucumán. Somos parecidos en el color de piel nomás, ja. Aparte, cuando juego atrás, soy el rústico, el que pega, así que sigan diciéndome 'Petróleo'. Soy el mismo de siempre, ja".
Leyó bien, "Petro" tendrá la cinco en la espalda; será quien muerda, raspe y corte a la contra de Paraná, así como también intentará trasladar y repartir la pelota y, por qué no definir con el cuero eyectado de su suela derecha.
Como la de tantos otros chicos, su historia recorre los pasajes del sufrimiento extremo. Del sacrificio. En el fútbol nada se da porque sí, nada es gratis, menos cuando en esta eterna carrera por cruzar la barrera del éxito hay tantos amigos/rivales que corren a la par. Llegó la hora del tucumano, quizás en el momento menos pensado. Llegó la hora de pagar, afirma él cuando de su boca sale el primer agradecimiento a Ricardo Rodríguez.
"El me enseñó mucho de esta posición y le agradezco por darme esta oportunidad. Espero no defraudarlo a él y a mis compañeros".
Así como goza el presente, el morocho cambia de calendario y se remonta a sus inicios. "Fueron muy difíciles. Hubo días, la mayoría, que no tenía plata para venir a entrenarme. No me quedaba otra que pedirles a los choferes por favor que me traigan de Famaillá a Tucumán. Gracias a ellos, a los dirigentes, que en su momento me ayudaron con dinero, sigo peleándola".
El concepto batalla viene en su ADN, jura Rodrigo. "La última vez que estuve (en el banco) fue la rueda pasada contra Chicago, allá en Mataderos. Esperé mucho tiempo, pero me entrené de la mejor manera, con la mejor predisposición. Es difícil cuando no jugás pero hay que meterle ganas y no bajonearse porque nunca sabés cuándo puede llegar la oportunidad", asegura quien parece haber leído los manuales de Barrado y Matías Ballini, a quien reemplazará hoy en el Monumental. "Son dos muy buenos jugadores. Tengo algo de los dos, espero estar a la altura".
Esta es una prueba de fuego. "RR" apostó y Herrera debe dar ganancias. Es un desafío lindo, sobre todo teniendo en cuenta que cursa sus últimos días de contrato. "Si me tengo que ir a fines de junio, me iré con los mejores recuerdos. Atlético es mi casa, y creo que me iré por la puerta grande como persona, y muy agradecido por todo lo que me dieron. Dios quiera pueda seguir por muchos años más en el club".
No hay nostalgia ni derrota en la verba de Herrera, sino ilusión. Por eso, aunque se diga que los nervios pueden estar de punta hoy, él cambia de frente la cuestión y dice: "disfrutar, eso queremos todos los que entramos a la cancha. Disfrutar, jugar al fútbol y ganar. Sería lindo que podamos terminar bien, así todos nos vamos contentos: los hinchas, los dirigentes y nosotros".
Si la oportunidad le toca la puerta, el hijo de la Capital de la Empanada hará lo que cualquiera: "buscar el gol". Y si no llega: "si puedo tocar y asegurar la pelota, lo hago". Eso sí, si gesta la unión pelota-red, atención: "ja, ja, sí, creo que me desmayo", ríe ante la pregunta de LG Deportiva. "Yaya Touré", se escucha de fondo, acompañado por un "vaaamoosss", de Deivis Barone. Herrera sonríe. Es a él a quien arengan y comparan con el marfileño de Manchester City. "Ja, no; me dicen así porque cuando juego de cinco yo digo que viene Yayá Touré a Tucumán. Somos parecidos en el color de piel nomás, ja. Aparte, cuando juego atrás, soy el rústico, el que pega, así que sigan diciéndome 'Petróleo'. Soy el mismo de siempre, ja".
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