Por Roberto Delgado
25 Mayo 2013
Cada viernes es un día intenso en la redacción, por la urgencia de cerrar cuanto antes un diario con muchas páginas. Las tareas se hacen con el mayor respeto al cronograma y se trata de cumplir los cierres sin pausa. A mediodía se diseñó la portada con un equlibrado reparto de temas duros (la tremenda historia de un hombre acusado de violar y prostituir a su hija); previsiones del día (los problemas del comercio en el feriado, los actos de la fecha patria y los mitos y verdades del 25 de Mayo); buenas noticias (la restauración del teatro Alberdi se ganó la foto principal) e historias singulares (el goleador que vive en un barrio pobrísimo y tiene el sueño de "construir una pieza de material" para su familia). A media tarde se supo del fallecimiento de la escritora Elsa Bornemann y hubo que parar un instante la maquinaria, replantear las cosas y destinarle una página especial.