A 203 años de la Gesta de Mayo

Es una de las celebraciones centrales en nuestra historia. La Revolución de Mayo fue la semilla inicial para concretar seis años después la independencia de España. Las Invasiones Inglesas habían sido una prueba de fuego para los criollos. Si habían sido capaces de unirse para defenderse del enemigo y derrotarlo, dejar de ser una colonia española era también posible. El 25 de Mayo fue el resultante de un proceso que comenzó a gestarse desde entonces y que una semana antes se cristalizó.

El viernes 18 de mayo de 1810, el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, que estaba ya bastante desprestigiado, publicó un bando en el que le pedía al pueblo que se mantuviera fiel a España, que había sido invadida por los franceses. El sábado 19, los criollos solicitaron a las autoridades que se les permitiera realizar un Cabildo Abierto para tratar la situación. El domingo 20, Cisneros recibió a funcionarios del Cabildo, jefes militares y criollos, con quienes consideró la convocatoria del Cabildo Abierto. El virrey tomó conciencia de que ya no contaba con el apoyo de las fuerzas militares. El día 21, el Cabildo invitó a los principales vecinos a reunirse al día siguiente en Cabildo Abierto. No cualquier persona, por cierto, podía participar. Los vecinos debían cumplir una serie de requisitos para ser considerados tales. Se debía tener casa poblada, armas y caballo y su residencia debía datar de una serie de años, sin ausencias, ya que en tal caso se debía dejar a algún hombre con condiciones similares en su reemplazo, debiendo cada vecino contribuir a la defensa de la ciudad. Como beneficios contaban con franquicias y permisos comerciales y del sistema de encomiendas, pudiendo desempeñar cargos en el Cabildo. A la sesión concurrieron militares, marinos, clérigos, abogados, escribanos, médicos, miembros de la audiencia, del Consulado, funcionarios, comerciantes, vecinos y personas sin calificación. El martes 22, luego de largas discusiones, se decidió que el virrey cesara en el mando. El 23, el Cabildo formó una Junta de Gobierno con Cisneros como presidente. El jueves 24, el pueblo se indignó y provocó la renuncia de los miembros de la Junta. El viernes 25, los criollos se constituyeron en la Plaza Mayor (actual Plaza de Mayo) para saber qué estaba sucediendo. Se eligió una nueva junta de gobierno, conocida como el primer gobierno patrio, aunque ella misma se consideró heredera y no enemiga de España. La integraron Cornelio Saavedra (presidente), Mariano Moreno y Juan José Paso (secretarios), Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea (vocales). Comenzaría allí una nueva historia de marchas y contramarchas que desembocará en Tucumán el 9 de julio de 1816 con la Declaración de la Independencia.

Han transcurrido 203 años desde aquella gesta y aún son varias las asignaturas pendientes. Unirnos en pro del bien común es, sin duda, una de ellas, así como aprender a dialogar, a consensuar, a trabajar en conjunto, pese a las diferencias. Sería quizás el mejor modo de combatir la peor de las dependencias que proviene del analfabetismo, la miseria, la inequidad social, la injusticia, la corrupción. En esta fecha, deberíamos pensar de qué manera podemos participar desde nuestro lugar en la comunidad para abandonar la cultura de la queja, de la intolerancia, de los discursos y pasar a las acciones, conscientes de que así se construye una democracia más digna.