24 Mayo 2013
VISITA. En su última viaje a Tucumán, el secretario de Medio Ambiente de la Nación recorrió varios ingenios. ARCHIVO LA GACETA
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación ratificó su advertencia a los ingenios tucumanos: "si no están en condiciones, no van a destilar". Ariel López, subsecretario nacional de Coordinación de Políticas Ambientales, envió ese mensaje a los industriales azucareros a través del ministro de Desarrollo Productivo, Jorge Feijóo, y del secretario de Medio Ambiente de la provincia, Alfredo Montalván, en una reunión que se realizó el lunes en Casa de Gobierno.
El Ejecutivo nacional había advertido en marzo al sector empresarial que inhabilitaría la producción de alcohol en las plantas fabriles, en caso de incumplimiento del Programa de Reconversión Industrial (PRI), que apunta al tratamiento de los desechos industriales para frenar la contaminación de la cuenca Salí-Dulce
En 2011, los gobiernos de Tucumán y Santiago del Estero llegaron a un acuerdo por el cese de la polución, avalado por la Nación, en la que contemplaba el compromiso de los empresarios locales a concretar obras de infraestructura de saneamiento. Con ese pacto, la administración santiagueña concedió a la Provincia una tregua y solicitó a la Corte Suprema de la Nación que suspenda los plazos procesales de las demandas presentadas, en la que se responsabilizó a las industrias tucumanas y al Gobierno local.
La Secretaría de Ambiente nacional y la Defensoría del Pueblo de Santiago del Estero llevaron adelante esta semana inspecciones en fábricas para determinar el avance de las obras, teniendo en cuenta el inicio de la zafra 2013. "Antes de comenzar a destilar, tienen que estar terminadas las obras comprometidas. Debe haber en estos momentos cinco o seis ingenios que no terminaron con los proyectos", remarcó ayer el funcionario, quien estimó que la "destilación fuerte" se registrará en 30 o 45 días.
Según el proceso administrativo, el ingenio deberá informar la fecha de inicio de esa etapa de producción para que 48 horas antes se concrete una inspección, con el fin de aprobar o no el comienzo de la destilación.
"La responsabilidad es de ellos y no nuestra. La Nación les dio los tiempos y, a algunos, los medios para que hicieran las cosas en función de no comprometer el acuerdo, ni con ceniza ni vinaza (...) En líneas generales, ningún ingenio está destilando, sino fundiendo azúcar. Ninguno genera peligro para la Cuenca. Pero la destilación debe estar sujeta a la validación de las obras y los compromisos que firmaron (los industriales)", remarcó López en una charla telefónica con LA GACETA.
El ombudsman santiagueño, Martín Díaz Achával, planteó que algunas empresas "no están en condiciones" de iniciar esa fase debido a que no han concluido las obras comprometidas, en base a los planes de infraestructura. "No se trata de que si volcarán o no vinaza, sino de cumplir los acuerdos de garantía", afirmó el defensor del Pueblo. "Se evaluó en la reunión el avance de las obras, según los compromisos de los ingenios. Se realizó un balance de la situación", dijo, por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo tucumano.
La destilación forma parte del proceso de elaboración de alcohol y esta técnica se realiza sobre la melaza. La vinaza es el residuo de la fabricación del producto.
El Ejecutivo nacional había advertido en marzo al sector empresarial que inhabilitaría la producción de alcohol en las plantas fabriles, en caso de incumplimiento del Programa de Reconversión Industrial (PRI), que apunta al tratamiento de los desechos industriales para frenar la contaminación de la cuenca Salí-Dulce
En 2011, los gobiernos de Tucumán y Santiago del Estero llegaron a un acuerdo por el cese de la polución, avalado por la Nación, en la que contemplaba el compromiso de los empresarios locales a concretar obras de infraestructura de saneamiento. Con ese pacto, la administración santiagueña concedió a la Provincia una tregua y solicitó a la Corte Suprema de la Nación que suspenda los plazos procesales de las demandas presentadas, en la que se responsabilizó a las industrias tucumanas y al Gobierno local.
La Secretaría de Ambiente nacional y la Defensoría del Pueblo de Santiago del Estero llevaron adelante esta semana inspecciones en fábricas para determinar el avance de las obras, teniendo en cuenta el inicio de la zafra 2013. "Antes de comenzar a destilar, tienen que estar terminadas las obras comprometidas. Debe haber en estos momentos cinco o seis ingenios que no terminaron con los proyectos", remarcó ayer el funcionario, quien estimó que la "destilación fuerte" se registrará en 30 o 45 días.
Según el proceso administrativo, el ingenio deberá informar la fecha de inicio de esa etapa de producción para que 48 horas antes se concrete una inspección, con el fin de aprobar o no el comienzo de la destilación.
"La responsabilidad es de ellos y no nuestra. La Nación les dio los tiempos y, a algunos, los medios para que hicieran las cosas en función de no comprometer el acuerdo, ni con ceniza ni vinaza (...) En líneas generales, ningún ingenio está destilando, sino fundiendo azúcar. Ninguno genera peligro para la Cuenca. Pero la destilación debe estar sujeta a la validación de las obras y los compromisos que firmaron (los industriales)", remarcó López en una charla telefónica con LA GACETA.
El ombudsman santiagueño, Martín Díaz Achával, planteó que algunas empresas "no están en condiciones" de iniciar esa fase debido a que no han concluido las obras comprometidas, en base a los planes de infraestructura. "No se trata de que si volcarán o no vinaza, sino de cumplir los acuerdos de garantía", afirmó el defensor del Pueblo. "Se evaluó en la reunión el avance de las obras, según los compromisos de los ingenios. Se realizó un balance de la situación", dijo, por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo tucumano.
La destilación forma parte del proceso de elaboración de alcohol y esta técnica se realiza sobre la melaza. La vinaza es el residuo de la fabricación del producto.
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