24 Mayo 2013
A BUENOS AIRES. Los colegas despidieron los restos de Mario Barrientos con una caravana por la ciudad. LA GACETA / FOTO DE INéS QUINTEROS ORIO (ARCHIVO)
No fueron las puñaladas ni los golpes. A Mario Rubén Barrientos lo mataron cuando le pasaron por encima con el taxi. Esa fue la conclusión de la autopsia realizada al cuerpo del hombre asesinado el 5 de mayo en un camino de tierra cercano a Los Ralos.
La fiscala de Instrucción de la VIII° Nominación, Adriana Giannoni, pidió la prisión preventiva contra Juan Pajol y Aníbal Albornoz, hermanastros acusados por el homicidio. La tercera imputada, Nancy Guaraz, quedó en libertad ya que su participación en el hecho habría sido secundaria. De acuerdo a la hipótesis de los investigadores, se ocupó de vender la radio y el taxímetro del auto que conducía Barrientos.
El móvil del asesinato que parece cobrar más fuerza para la Justicia es el del robo. Con un aditamento: Barrientos y Pajol se conocían, ya que unos años atrás habían sido choferes del mismo taxi.
Un testigo que declaró en la causa habría manifestado, según comentaron fuentes de la investigación, que la relación entre los hombres no era buena. Pajol le habría ofrecido a Barrientos que viajara a Bolivia para traer droga, y este se habría negado a sumarse a ese negocio.
Pero salvo ese hecho, no consta en el expediente ninguna prueba que permita afirmar que hubo un móvil pasional, como trascendió en algún momento. Pajol y Guaraz eran pareja, pero estaría descartado que la mujer haya mantenido una relación clandestina con el taxista asesinado.
De acuerdo a la principal hipótesis, Barrientos estuvo en las cercanías de Pellegrini y avenida Independencia la madrugada del 5 de mayo. En el pasaje Superí al 2.700 habrían subido dos hombres, ya que esa es la última dirección escrita en la libreta que la víctima llevaba en el auto.
Los pasajeros habrían sido Pajol y Albornoz, quienes habrían tenido intención de robarle los elementos de trabajo del auto que conducía Barrientos. Como el taxista los reconoció, los ladrones lo habrían golpeado y lo ataron de pies y manos. Luego lo llevaron al camino vecinal en el que fue encontrado.
Barrientos tenía una puñalada en el cuello y varios signos de haber sido golpeado. La hipótesis continúa con la muerte del taxista, a quien habrían bajado del Fiat Uno, lo tiraron en el medio de la calzada y lo atropellaron con el auto. Más tarde dejaron el vehículo en Banda del Río Salí y sacaron la radio y el taxímetro.
Fuentes de la investigación contaron que se están peritando los teléfonos celulares de los acusados. De esta manera, la fiscalía buscaría cerrar el círculo y solicitar la elevación a juicio.
La fiscala de Instrucción de la VIII° Nominación, Adriana Giannoni, pidió la prisión preventiva contra Juan Pajol y Aníbal Albornoz, hermanastros acusados por el homicidio. La tercera imputada, Nancy Guaraz, quedó en libertad ya que su participación en el hecho habría sido secundaria. De acuerdo a la hipótesis de los investigadores, se ocupó de vender la radio y el taxímetro del auto que conducía Barrientos.
El móvil del asesinato que parece cobrar más fuerza para la Justicia es el del robo. Con un aditamento: Barrientos y Pajol se conocían, ya que unos años atrás habían sido choferes del mismo taxi.
Un testigo que declaró en la causa habría manifestado, según comentaron fuentes de la investigación, que la relación entre los hombres no era buena. Pajol le habría ofrecido a Barrientos que viajara a Bolivia para traer droga, y este se habría negado a sumarse a ese negocio.
Pero salvo ese hecho, no consta en el expediente ninguna prueba que permita afirmar que hubo un móvil pasional, como trascendió en algún momento. Pajol y Guaraz eran pareja, pero estaría descartado que la mujer haya mantenido una relación clandestina con el taxista asesinado.
De acuerdo a la principal hipótesis, Barrientos estuvo en las cercanías de Pellegrini y avenida Independencia la madrugada del 5 de mayo. En el pasaje Superí al 2.700 habrían subido dos hombres, ya que esa es la última dirección escrita en la libreta que la víctima llevaba en el auto.
Los pasajeros habrían sido Pajol y Albornoz, quienes habrían tenido intención de robarle los elementos de trabajo del auto que conducía Barrientos. Como el taxista los reconoció, los ladrones lo habrían golpeado y lo ataron de pies y manos. Luego lo llevaron al camino vecinal en el que fue encontrado.
Barrientos tenía una puñalada en el cuello y varios signos de haber sido golpeado. La hipótesis continúa con la muerte del taxista, a quien habrían bajado del Fiat Uno, lo tiraron en el medio de la calzada y lo atropellaron con el auto. Más tarde dejaron el vehículo en Banda del Río Salí y sacaron la radio y el taxímetro.
Fuentes de la investigación contaron que se están peritando los teléfonos celulares de los acusados. De esta manera, la fiscalía buscaría cerrar el círculo y solicitar la elevación a juicio.