24 Mayo 2013
El propietario de un local que vende accesorios para taxis fue aprehendido por orden de la fiscala María de las Mercedes Carrizo, al no poder acreditar la procedencia de tres taxímetros, dos equipos bases de radio, dos tacómetros y un estéreo.
Ayer a la mañana, varias dependencias realizaron dos operativos en el marco de la "Campaña Integral de Legalidad Comercial". Además de la Policía provincial participaron inspectores de la AFIP, Rentas, Secretaría de Trabajo, Dipsa y la Dirección de Comercio Interior.
El primer operativo se realizó en un desarmadero ubicado en Colombia al 900, según informó el comisario José Ardiles, jefe del Departamento de Investigaciones Judiciales y Científicas. El local fue clausurado por la Dipsa, ya que tenía un depósito para autopartes que no estaba declarado. Además, se detectó que había empleados en negro, y la fiscala Carrizo ordenó el secuestro de una columna de dirección de un auto de alta gama, del que no se pudo justificar su procedencia. A través del código del mismo, se detectaría si la autoparte fue robada.
Luego, el procedimiento se trasladó a un comercio de avenida Jujuy al 1.900, donde se venden y reparan taxímetros. Ardiles comentó que todos los organismos intervinientes detectaron irregularidades. Además, la fiscala ordenó la aprehensión del propietario hasta que se conozca si los elementos que estaban a la venta eran originales. "Ojalá de esta manera se acabe con este sistema que muchas veces terminan en hechos de sangre, como en el caso del taxista Mario Barrientos", afirmó el comisario.
Ayer a la mañana, varias dependencias realizaron dos operativos en el marco de la "Campaña Integral de Legalidad Comercial". Además de la Policía provincial participaron inspectores de la AFIP, Rentas, Secretaría de Trabajo, Dipsa y la Dirección de Comercio Interior.
El primer operativo se realizó en un desarmadero ubicado en Colombia al 900, según informó el comisario José Ardiles, jefe del Departamento de Investigaciones Judiciales y Científicas. El local fue clausurado por la Dipsa, ya que tenía un depósito para autopartes que no estaba declarado. Además, se detectó que había empleados en negro, y la fiscala Carrizo ordenó el secuestro de una columna de dirección de un auto de alta gama, del que no se pudo justificar su procedencia. A través del código del mismo, se detectaría si la autoparte fue robada.
Luego, el procedimiento se trasladó a un comercio de avenida Jujuy al 1.900, donde se venden y reparan taxímetros. Ardiles comentó que todos los organismos intervinientes detectaron irregularidades. Además, la fiscala ordenó la aprehensión del propietario hasta que se conozca si los elementos que estaban a la venta eran originales. "Ojalá de esta manera se acabe con este sistema que muchas veces terminan en hechos de sangre, como en el caso del taxista Mario Barrientos", afirmó el comisario.