Guerra deja su semilla en los bailarines locales
El afamado bailarín, director y coreógrafo está en Tucumán brindando su apoyo al Ballet Contemporáneo de la Provincia y además ofrecerá una clase magistral esta tarde, a las 17. La versión local de "Romeo y Julieta", que estrenará mañana el cuerpo estable, reflejará algunos aportes del autor de "Argentino". "Los artistas no tenemos religión, ni política, ni fronteras", afirma.
Maximiliano Guerra vino esta vez a oficiar de maestro. Si la ciudad no está empapelada con su rostro y su figura es, simplemente, porque no ha venido a Tucumán a ofrecer ningún espectáculo, sino a ajustarle las últimas clavijas al Ballet Contemporáneo de la Provincia, a punto de estrenar una nueva versión de "Romeo y Julieta". Uno de los más afamados artistas argentinos vino a hablarles de igual a igual a los bailarines locales, a recordarles que la danza, además de técnica, es magia. Un lujo, por cierto. Además del entrenamiento que le brindó al cuerpo estable, el bailarín ofrecerá hoy a las 17 una clase magistral a 30 bailarines profesionales seleccionados; sin embargo, también podrán presenciar la clase todos los interesados en hacerlo. Será en el Teatro San Martín.
Ya llegará el momento de tenerlo arriba del escenario desplegando sus alas. No supo precisar cuándo, pero aseguró que en el transcurso del año vendrá nuevamente con su versión del clásico "Carmen", estrenado en 2010 y presentado en Tucumán en 2011. Ese mismo año, su esposa y protagonista de la obra, Patricia Baca Urquiza, sufrió un infarto en plena función. Pero eso ya pasó: ella se recupera y él alterna entre "Carmen" y "Argentino", otra pieza que llevó por el mundo junto al Ballet del Mercosur.
Entre las actividades "extra-artísticas", Guerra trabaja como la figura del programa de VIH-Sida del municipio de San Fernando, Buenos Aires. Llegó hace algunos años de la mano de la ONG AxV (Adolescentes por la Vida) y comenzó a colaborar en campañas de prevención y de sensibilización para frenar las conductas discriminatorias contra quienes padecen el síndrome. "La única forma de sensibilizar es informar, la gente discrimina por ignorancia", afirma el bailarín en una entrevista con LA GACETA.
Y todavía le queda tiempo para coquetear con la pantalla chica: el artista se prepara para integrar el jurado de "Celebrity Splash", un reality de famosos que conducirá Marley y que comenzará en el segundo semestre del año por Telefe. Ya tuvo experiencia en estos trotes, cuando hizo de jurado implacable en el ciclo "Talento Argentino", durante 2008. "Han pasado más de tres años y la gente todavía se acuerda de eso cuando me ve en la calle", confiesa entre risas.
A Guerra no le gusta el mote de "maestro". Prefiere, a lo sumo, el de "docente" y en esos mares nada como el más avezado de los peces. En Buenos Aires tiene su Fábrica de Arte, una escuela de bailarines que lleva adelante junto a su esposa; también muestra su costado de docente cada vez que se para enfrente de su compañía, el Ballet del Mercosur, fundado por él en 1999.
- ¿Cómo te sentís en el papel de maestro?
Más que maestro, docente. Es algo que se dio en mi vida desde muy chico; estábamos en galas en cualquier lugar del mundo y a mí me gustaba esto de ayudar a mis compañeros a que las cosas les salgan mejor y también a escuchar las correcciones. Lo que siento es tal vez un ataque de generosidad cuando lo hago, además me siento muy cómodo al ver reacciones y progresos. Es una satisfacción porque evidentemente les sirve. Estoy muy honrado de que me hayan llamado para hacer esto con el Ballet Contemporáneo de Tucumán, para mí también es hermoso ver a estos bailarines que trabajan en un lugar distinto al mío, conocer sus historias... es mágico.
- ¿Es complicado que los bailarines se olviden de Maximiliano Guerra la estrella del baile, el famoso...?
- No, para nada. Yo soy un bailarín y se los dije apenas subimos al escenario. Soy un colega que ha bailado mucho, que ha aprendido mucho y que tiene un montón de cosas para decirles, en la medida en que les sirva. No hay barreras en realidad, no hay distancias; lo único que hay es que yo haya hecho mi carrera y me haya ido de determinada manera.
- Hay incontables versiones de "Romeo y Julieta". ¿Es inagotable?
- Obvio, por eso son clásicos. Siempre va a haber nuevas versiones, esta que presenta el cuerpo tucumano es una versión que tiene mucho que ver con lo urbano, está muy actualizada, y también tiene que ver con un problema social. La novela está trasladada a un problema sociopolítico importante. (La directora, Patricia Sabbag, tomó los suicidios de adolescentes producidos en Rosario de la Frontera en 2010 como uno de los puntos de partida para esta adaptación).
- ¿Qué "Romeo y Julieta" nos falta ver?
De lo que falta no podemos decir nada porque, precisamente, falta, así que tenemos que hablar de lo que tenemos: yo bailé cinco versiones clásicas de "Romeo y Julieta", bailé también la de (el francés Maurice) Béjart, que es contemporanísima y esto que estoy viendo ahora es maravilloso, sobre todo por la temática, que apunta al nudo social en el norte de la Argentina.
-¿Se apagó tu vieja y conocida pasión por el fútbol?
- Nooo, jamás, para nada. Dejé de jugarlo, sí, porque es incompatible con la danza, son trabajos musculares totalmente opuestos. Pero la pasión no se fue. Veo fútbol, sigo siendo muy de River. Últimamente no voy a la cancha pero me sigue gustando mucho.
- ¿Tuviste que dejar de lado alguna otra pasión para dedicarte plenamente a la danza?
- En realidad ninguna, salvo dejar de jugar al fútbol, que lo hice de muy chiquito: a los 13 años. Pero lo hice porque descubrí que la danza era lo mío, así que tampoco fue un gran sacrificio. Durante tres años hice fútbol y danza y me di cuenta de que bailando era donde me sentía mejor, donde me salía esta cosa pasional mucho más que en el fútbol, que era más que nada diversión. No fue un momento dramático, fue simplemente elegir.
- ¿Todos tenemos un bailarín adentro?
- Sí, y también tenemos un futbolista, un pintor, un músico adentro. Todos cantamos en la ducha... hay un chiste lindísimo que dice "odio cuando el cantante desafina mientras yo canto". Todos tenemos un bailarín adentro porque el primer contacto con el mundo es el movimiento, no la palabra, y la danza es movimiento. Y la única forma de sacar ese bailarín, es bailando.
- Sos de los artistas que viajaron, pudieron radicarse en otro país, pero volviste. ¿Por qué?
- Estuve 17 años radicado en Europa y decidí volver porque considero que hay mucho por hacer en mi país en cuanto a la danza y en general. Cuando uno ha crecido y se siente parte de la cultura de un país, se da cuenta de que como artistas somos una consecuencia de esta tierra, no somos extranjeros.
- Estás a punto de volver a la tele. ¿Te incomoda que te señalen como un bailarín "mediático"?
- No... porque yo no voy a bailar a la televisión, voy a ser jurado. Ya lo hice en "Talento Argentino", ahora sale "Celebrity Splash" y nos vamos a divertir mucho. Además de lo entretenido, es un programa que hace que los participantes superen dificultades, como por ejemplo que alguien que no sabía nadar, se tire por primera vez de un trampolín.
- ¿Y que en ocasiones te identifiquen como artista "K", te incomoda?
- No, porque yo me considero un artista. En todo caso, soy un artista "A", de argentino. Yo creo que los artistas no tenemos religión, ni política, ni fronteras, somos del mundo. Yo nací en la Argentina y soy parte de todo. No soy partidista, tengo una política muy clara de familia.
- ¿46 años son muchos para un bailarín?
- No sé... mirame y decime después. Yo opino que hay que bailar mientras uno tenga ganas, mientras el cuerpo le dé. Hay gente que no ha llegado a los 40 con el cuerpo bien y hay gente que ha superado los 50. Pero más allá de que el cuerpo acompañe, es fundamental divertirse arriba del escenario y darle satisfación al público.
El detrás de escena de "Romeo y Julieta" será transmitido por la TV Digital Abierta
El acompañamiento que realizó Maximiliano Guerra antes del estreno de "Romeo y Julieta", interpretado por el Ballet Contemporáneo de la Provincia y dirigido por Patricia Sabbag, fue posible gracias al programa nacional Igualdad Cultural. Este proyecto consiste en poner en contacto a una figura de reconocida trayectoria con un cuerpo artístico que se encuentre desarrollando alguna obra (un bien cultural) y facilitar el intercambio de ideas y el enriquecimiento mutuo. Así fue que, durante dos jornadas más que intensivas, el bailarín, director y coreógrafo porteño ayudó a pulir los detalles de la nueva producción del cuerpo estable.
"La iniciativa de acercar a Guerra para que haga un acompañamiento al Ballet Contemporáneo surge de un trabajo conjunto con el teatro San Martín de Tucumán. Patricia Sabbag y Susana Robles (directora técnica del Ente Cultural Tucumán)
lo propusieron y a nosotros nos pareció que era apropiado, ya que tiene un perfil formativo muy marcado, es pedagógico, por lo que podría aportarles mucho a los chicos; además, dentro del mundo de la danza, Maximiliano es una figura que integra más que divide", explicó Rocío Orlando, empleada del área que gestiona la Red de Estaciones Culturales del plan Igualdad Cultural. Este programa es impulsado en conjunto por el Ministerio de Planificación Federal y la Secretaría de Cultura de la Nación.
"Intentamos traer una figura que por su trayectoria pueda traccionar o apoyar alguna iniciativa local. En otras localidades como Palpalá, Jujuy, participó el músico Gustavo Santaolalla, por ejemplo. También colaboraron los artistas Chango Spasiuk, Sole Pastorutti, León Gieco, Raly Barrionuevo, Peteco Carabajal y la banda rockera Catupecu Machu, entre otros. Es un programa ambicioso que nació por decreto presidencial en marzo de 2012", señaló Rocío, quien viaja desde Buenos Aires por todas las provincias en las que se desarrolla el proyecto.
Los ensayos del Ballet Contemporáneo con la presencia de Maximiliano Guerra fueron registrados en alta definición y, en algunos meses más, se podrán ver en toda la Argentina por el canal 360 de la Televisión Digital Abierta y en la web www.igualdadcultural.gov.ar. El equipo de rodaje estará en la provincia hasta el estreno de "Romeo y Julieta", que será mañana.
"La actividad se va a emitir en formato documental; la idea es transmitir que un espectáculo tiene un antes y un después que merecen la pena ser vistos y contados, porque siempre hay historias personales, mínimas, que hoy pueden enriquecerse, en este caso, con la figura de Maximiliano Guerra", finalizó.