21 Mayo 2013
BUENOS AIRES.- La participación del Producto Bruto Interno nacional en el PIB de América Latina, se redujo un 50% en los últimos 60 años. Esa disminución puso en evidencia un gradual pero sistemático proceso de decadencia de la economía argentina, dijo el Instituto para el Desarrollo Económico y Social de Argentina (Idesa) en su último informe.
El trabajo precisó que el PBI de Argentina pasó de representar el 30% del producto de toda la región en 1950 a sólo aportar el 16% en la actualidad, pese a las condiciones externas crecientemente favorables. "Esto no significa que el país no creció, sino que el crecimiento fue mucho más bajo que en la mayoría de los países de América Latina. La mitad de los últimos 60 años estuvieron signados por las proscripciones, la intolerancia, la violencia y la lucha fratricida, donde la última dictadura militar fue el punto cúlmine", planteó la consultora.
El estudio, en base a datos de la Cepal para el período 1950-2011, señaló que desde la recuperación de la democracia a ese período, la participación del PBI de Argentina osciló pero se mantiene en el 16% del producto de Latinoamérica.
Remarcó, en esa línea, que la participación del país en la economía regional fue similar en los últimos años a la que había en 1983, aun cuando la relación entre los precios de las exportaciones y las importaciones está entre las más altas de los últimos 60 años.
Según su visión, todos los gobiernos constitucionales, desde 1983, tuvieron "aspiraciones de refundación de la república, de perpetuación vía intenciones reeleccionistas y mucha irracionalidad en el manejo de la política económica". En ese contexto, evaluó: "el actual ciclo político testimonia esta sumatoria de costosos errores políticos y económicos. La particularidad, en esta ocasión, es la sobrecarga de intolerancia, confrontación y violencia con la que se tiñó la convivencia ciudadana". (DyN)
El trabajo precisó que el PBI de Argentina pasó de representar el 30% del producto de toda la región en 1950 a sólo aportar el 16% en la actualidad, pese a las condiciones externas crecientemente favorables. "Esto no significa que el país no creció, sino que el crecimiento fue mucho más bajo que en la mayoría de los países de América Latina. La mitad de los últimos 60 años estuvieron signados por las proscripciones, la intolerancia, la violencia y la lucha fratricida, donde la última dictadura militar fue el punto cúlmine", planteó la consultora.
El estudio, en base a datos de la Cepal para el período 1950-2011, señaló que desde la recuperación de la democracia a ese período, la participación del PBI de Argentina osciló pero se mantiene en el 16% del producto de Latinoamérica.
Remarcó, en esa línea, que la participación del país en la economía regional fue similar en los últimos años a la que había en 1983, aun cuando la relación entre los precios de las exportaciones y las importaciones está entre las más altas de los últimos 60 años.
Según su visión, todos los gobiernos constitucionales, desde 1983, tuvieron "aspiraciones de refundación de la república, de perpetuación vía intenciones reeleccionistas y mucha irracionalidad en el manejo de la política económica". En ese contexto, evaluó: "el actual ciclo político testimonia esta sumatoria de costosos errores políticos y económicos. La particularidad, en esta ocasión, es la sobrecarga de intolerancia, confrontación y violencia con la que se tiñó la convivencia ciudadana". (DyN)
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