21 Mayo 2013
PESQUISAS. El fiscal Navarro Dávila investiga anomalías en el municipio. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
Está dispuesto a contar todo lo que sabe de la "Municipalidad paralela". El lavandero Víctor Saad, quien relató a LA GACETA la supuesta maniobra para desviar cheques que la empresa Basualdo SA destinó al pago de tributos capitalinos, presentará mañana un escrito en la Fiscalía de la V Nominación, a cargo de Washington Navarro Dávila.
Ayer el abogado del comerciante, Pablo Caram, fue recibido por el funcionario judicial, quien desde octubre busca dilucidar si es que en San Miguel de Tucumán funciona una organización destinada a desviar recursos. Finalmente, Saad presentará un documento, mediante el que solicitará ser citado a declarar. Según precisó el letrado, el lavandero estaría dispuesto a brindar todos los detalles que sean necesarios sobre la presunta maniobra en la que aparece involucrado. El comerciante relató a LA GACETA que le había prestado su cuenta del HSBC a un empleado de la Dipsa para "hacerle una gauchada".
La semana pasada, este diario pudo acceder a un expediente municipal en el que aparece Saad como la persona que cobró un cheque de Basualdo SA. Luego de abonar $ 1 millón, la firma mayorista solicitó el libre deuda en 2011, ya que le había vendido su empresa a la cadena supermercadista Makro. Desde la Dirección de Ingresos Municipales le informaron a Basualdo SA que aún adeudaba $ 300.000 al municipio. Para justificar el pago, el empresario entregó copias de cheques -no a la orden- del Banco Francés a nombre de la Municipalidad.
Pero esos valores no ingresaron a las arcas municipales, según consta en la documentación oficial de la Municipalidad. Esos recursos habrían sido cobrados por Saad en el banco HSBC, previa cesión de haberes por parte del contador general de la Municipalidad, José Francisco Correa; del jefe de Compras, Tristán Filgueira; y con la anuencia de la escribana Ana María Medrano Ortiz.
En un descargo oficial, Correa, Filgueira y Medrano Ortiz aseguraron que sus respectivas firmas fueron adulteradas.
La semana pasada, este diario pudo acceder a un expediente municipal en el que aparece Saad como la persona que cobró un cheque de Basualdo SA. Luego de abonar $ 1 millón, la firma mayorista solicitó el libre deuda en 2011, ya que le había vendido su empresa a la cadena supermercadista Makro. Desde la Dirección de Ingresos Municipales le informaron a Basualdo SA que aún adeudaba $ 300.000 al municipio. Para justificar el pago, el empresario entregó copias de cheques -no a la orden- del Banco Francés a nombre de la Municipalidad.
Pero esos valores no ingresaron a las arcas municipales, según consta en la documentación oficial de la Municipalidad. Esos recursos habrían sido cobrados por Saad en el banco HSBC, previa cesión de haberes por parte del contador general de la Municipalidad, José Francisco Correa; del jefe de Compras, Tristán Filgueira; y con la anuencia de la escribana Ana María Medrano Ortiz.
En un descargo oficial, Correa, Filgueira y Medrano Ortiz aseguraron que sus respectivas firmas fueron adulteradas.
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