"Las redes sociales sirven muy poco para evangelizar"

"Las redes sociales sirven muy poco para evangelizar"

El biblista español Guijarro Oporto sostiene que la transmisión de la fe es una experiencia personal. La vuelta a un sacerdocio de servicio.

FORMADOR DE SACERDOTES. El experto dicta un curso en Tucumán. FOTO MAGENA VALENTIE FORMADOR DE SACERDOTES. El experto dicta un curso en Tucumán. FOTO MAGENA VALENTIE
21 Mayo 2013
"Los primeros cristianos no evangelizaron yendo a la plaza pública y predicando. Eso es una idealización que hace el Libro de los Hechos; en realidad el contacto era personal. Cuando Pablo llega a Corintio, se pone a trabajar y a hablar con cada persona en un clima de confianza. Ahí se va dando la transmisión de la fe. Nos ha hecho mucho daño pensar que la evangelización puede ser algo masivo. Pablo, cuando acude a la única tecnología de su tiempo, que eran las cartas, aclara que hubiera preferido ver a los corintios personalmente". Santiago Guijarro Oporto contesta así a la pregunta sobre la posibilidad que hoy ofrecen los medios de comunicación, y en especial las redes sociales, de llevar la palabra de Dios. "Si tomo el altavoz y predico, no puedo pensar que todo el mundo se va a convertir..., eso no es verdad. La gente puede quedar más o menos impresionada, pero si no hay un seguimiento personal, no hay verdadera conversión, por lo tanto no hay verdadera madurez en la fe", remarca uno de los más destacados biblistas del mundo hispano.

El especialista vino a Tucumán invitado por la Asociación Bíblica Argentina en su segundo encuentro de expertos. También dictará tres conferencias abiertas a todo público. Una de sus propuestas será revisar la primera evangelización de la Iglesia, volver a sus fuentes y aprender de ella para relanzar la evangelización que pide la Iglesia. Los temas que trata Guijarro Oporto pueden encontrarse desarrollados en las páginas www.origenesdelcristianismo.com y www.academia.edu.

Feliz, con Francisco
Como muchos españoles, el padre Santiago celebra la elección del Papa Francisco. "Lo que más llama la atención son esos gestos elocuentes y sencillos, pero eso es lo que aparece en la superficie, lo que hay de fondo es más importante, todavía. Esto es, una forma de entender la Iglesia y de vivir su misión de un modo más fresco, actual y desinhibido", remarca el sacerdote. "Pero sobre todo, lo que atrae es que es un Papa que está al servicio de la Iglesia, como lo hicieron otros, pero en la forma de hacerlo hay una diferencia", dice con el rostro sonriente.

El perfil de sacerdote
Con el nuevo Papa, ¿se renueva también el perfil del sacerdote? "Los cambios en la formación de los sacerdotes no se hacen de un día para el otro. Todavía hay una cierta distancia entre lo que nos ha planteado el Concilio Vaticano II y los ritmos de aplicación de ese modelo de sacerdote, cuyo aspecto fundamental en su ministerio es el servicio. El ministro es ante todo un servidor. En griego, diaconia significa servicio. Esta recuperación que ha hecho el Concilio al mostrar al sacerdote como alguien que está al servicio de la fe y del pueblo, todavía falta completar en algunos lugares. Hay sitios donde aun quedan estructuras de poder", reconoce.

Sin embargo, el padre Santiago insiste en que el aspecto del servicio es una tendencia en toda la Iglesia. Pero que siempre está presente la tentación del poder. "Por eso cuando el sacerdote está en un ambiente donde es muy valorado y estimado, donde está muy protegido y acompañado, tiene que cuidarse mucho para mantener su condición de servidor. En otros lugares, en cambio, donde el sacerdote es irrelevante, es más fácil ejercer el papel de servidor", dice.

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