Por Miguel Eduardo Décima
19 Mayo 2013
LAS DOS CARAS. Patricio Rodríguez, que escapa ante la marca de Rodrigo López, tuvo un rendimiento intermitente.
Se puede cuestionar los merecimientos que hicieron uno u otro equipo para quedarse con los tres puntos, pero ayer, en La Ciudadela, es indudable que San Martín profundizó su crisis futbolística. La derrota a manos de Gimnasia y Tiro y el triunfo de San Jorge en Salta, lo dejaron fuera del grupo de los conjuntos que esperarán una semana más para definir el segundo ascenso a la B Nacional.
Lo que llama la atención y merece un severo replanteo por parte de los protagonistas, es conocer el motivo por el que La Ciudadela dejó de ser el escenario inexpugnable para los visitantes que era hasta el 14 de abril. Ese día perdió con Sportivo Belgrano y luego consecutivamente con Racing (O), y ayer con los salteños.
No serán pocos los que opinarán que Gimnasia y Tiro hizo muy poco para llevarse los tres puntos a La Linda, pero ese golazo de otro partido que anotó Leandro Zárate cuando se moría el encuentro premia el esfuerzo del delantero "millonario", que se tuvo que bancar durante los 90 minutos a toda la zaga "santa". Es indudable que si Gustavo Balvorín hubiese convertido el penal que erró a los 2 minutos de iniciada la brega, en estos momentos podríamos estar hablando en otros términos. Pero el remate de "Ring... Ring" se estrelló en el palo izquierdo de Perelman.
La tarea que en esta ocasión realizó San Martín tiene mucha similitud con la observada en el partido del lunes pasado frente a Juventud Unida. El equipo volvió a demostrar una alarmante falta de ideas para progresar en el campo con juego asociado. Lo preocupante fue comprobar la sensible baja que se observa en el rendimiento de algunos jugadores que venían siendo determinantes, como Juan Chanquía y Gustavo Ibáñez.
Fue un partido frío como la tarde de ayer en el "Jardín de la República", donde los hinchas se fueron masticando bronca y con mucha preocupación ante una frustrante actuación de su equipo.
El futuro es complicado. Y tanto hinchas como jugadores tienen motivos para preocuparse.
Lo que llama la atención y merece un severo replanteo por parte de los protagonistas, es conocer el motivo por el que La Ciudadela dejó de ser el escenario inexpugnable para los visitantes que era hasta el 14 de abril. Ese día perdió con Sportivo Belgrano y luego consecutivamente con Racing (O), y ayer con los salteños.
No serán pocos los que opinarán que Gimnasia y Tiro hizo muy poco para llevarse los tres puntos a La Linda, pero ese golazo de otro partido que anotó Leandro Zárate cuando se moría el encuentro premia el esfuerzo del delantero "millonario", que se tuvo que bancar durante los 90 minutos a toda la zaga "santa". Es indudable que si Gustavo Balvorín hubiese convertido el penal que erró a los 2 minutos de iniciada la brega, en estos momentos podríamos estar hablando en otros términos. Pero el remate de "Ring... Ring" se estrelló en el palo izquierdo de Perelman.
La tarea que en esta ocasión realizó San Martín tiene mucha similitud con la observada en el partido del lunes pasado frente a Juventud Unida. El equipo volvió a demostrar una alarmante falta de ideas para progresar en el campo con juego asociado. Lo preocupante fue comprobar la sensible baja que se observa en el rendimiento de algunos jugadores que venían siendo determinantes, como Juan Chanquía y Gustavo Ibáñez.
Fue un partido frío como la tarde de ayer en el "Jardín de la República", donde los hinchas se fueron masticando bronca y con mucha preocupación ante una frustrante actuación de su equipo.
El futuro es complicado. Y tanto hinchas como jugadores tienen motivos para preocuparse.
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