19 Mayo 2013
RITMO. El Central trata de atesorar más dólares, pero a la vez imprime billetes con el fin de financiar el gasto público.
En la semana que transcurrió bajó el dólar paralelo y subieron las tasas de interés. El "blue" perforó la barrera de los $ 9 y el dólar contado con liquidación se acercó a los $ 8. Redondeando números, la brecha cambiaria se redujo del 100% al 80%. Paralelamente, las tasas de interés subieron. La tasa call, es decir la tasa a la cual se financian entre los bancos, subió del 16% al 20%/21% anual.
Sin embargo, no hay ningún viro hacia la prudencia monetaria, advierte Economía & Regiones (E&R). El Banco Central (BCRA) no modificó el sesgo de su política y no comenzó a aplicar un plan monetario integral para controlar la inflación y hacer bajar al dólar paralelo en forma sostenida y sustentable, puntualiza en su reporte semanal. La política del BCRA sigue siendo expansiva, por lo que hay que esperar que a lo largo de este año la inflación no baje (o suba) y el dólar paralelo continúe teniendo una tendencia estructural alcista. Si el Central continúa emitiendo a un ritmo de 39% y se gastan U$ S 8.000 millones de reservas, lo más probable sería que el dólar "blue" cotizara en torno a los $ 12; con un techo de $ 13 y un piso de $ 11, advierte la consultora.
Mientras las reservas están en baja, el Banco Central no ha disminuido aún el ritmo de emisión de pesos, más aún tomando en cuenta que este es un año electoral, con fuerte tendencia a la expansión del gasto público. Por esa razón, E&R cree que el deterioro fiscal se financia con más emisión monetaria. Y lo afianza con un indicador: la emisión destinada a erogaciones aumentó 2,8 puntos porcentuales, de 0,5% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2007 a 3,2% en 2012.
Según sus estimaciones, la emisión de pesos tiene un "piso" de $ 53,000 millones y un "techo" de $ 120,000 millones para este año, ubicándose en un escenario base de $ 103,000 millones. En pocas palabras, plantea, la emisión monetaria destinada a financiar al Tesoro aumentará 0.8 punto porcentual en términos del PBI, pasando de 3,2% (2012) a 4% (2013).
La tendencia
En los últimos dos años, la demanda de dinero y el nivel de actividad comenzaron a ceder terreno en la Argentina; pero resurgió la fuga de capitales por el lado del sector privado, como una consecuencia de la inflación, el atraso cambiario, la presión tributaria y las expectativas de devaluaciones crecientes, indica E&R.
En todo 2011, el drenaje de divisas (formación de activos externos) alcanzó unos U$S 21.500 millones, la segunda fuga de capitales más contundente de la última década, puntualiza el informe. Para frenar la fuga, sin perder reservas ni devaluar, el Gobierno implementó el cepo cambiario, que provocó un desdoblamiento del mercado de divisas, con una brecha entre cotizaciones que en la actualidad alcanza un 80% aproximadamente.
En ese marco, la emisión monetaria dejó de ser endógena y pasó a incrementarse al 40% interanual, lo que implicaba más de 10 puntos porcentuales por encima del PBI nominal. Es decir, en 2011 la dominancia fiscal hizo que la política monetaria comience a estar cada vez más disociada de la economía real, explica. El año pasado, la emisión se mantuvo alta, en torno del 32%.
¿Qué sucedió en el primer trimestre de este año? Según Economía & Regiones, el Central continuó con su política monetaria hiper-expansiva para financiar al fisco, haciendo que la base monetaria se incremente un 38% interanual durante ese período. Esto se efectivizó en un contexto de caída de reservas internacionales, que se redujeron un 10% interanual durante el primer cuarto del año (y un 13% interanual en marzo). "Es decir, la política monetaria tuvo como objeto abastecer las necesidades financieras del Tesoro sin capacidad para comprar los dólares del mercado de cambios", indica.
En efecto, la incertidumbre que genera el dólar "blue" hizo que los exportadores retengan sus productos en detrimento de la liquidación de dólares. En ese contexto, indica E&R, la cotización paralela cobró fuerza, al igual que la creciente emisión de pesos.
Sin embargo, no hay ningún viro hacia la prudencia monetaria, advierte Economía & Regiones (E&R). El Banco Central (BCRA) no modificó el sesgo de su política y no comenzó a aplicar un plan monetario integral para controlar la inflación y hacer bajar al dólar paralelo en forma sostenida y sustentable, puntualiza en su reporte semanal. La política del BCRA sigue siendo expansiva, por lo que hay que esperar que a lo largo de este año la inflación no baje (o suba) y el dólar paralelo continúe teniendo una tendencia estructural alcista. Si el Central continúa emitiendo a un ritmo de 39% y se gastan U$ S 8.000 millones de reservas, lo más probable sería que el dólar "blue" cotizara en torno a los $ 12; con un techo de $ 13 y un piso de $ 11, advierte la consultora.
Mientras las reservas están en baja, el Banco Central no ha disminuido aún el ritmo de emisión de pesos, más aún tomando en cuenta que este es un año electoral, con fuerte tendencia a la expansión del gasto público. Por esa razón, E&R cree que el deterioro fiscal se financia con más emisión monetaria. Y lo afianza con un indicador: la emisión destinada a erogaciones aumentó 2,8 puntos porcentuales, de 0,5% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2007 a 3,2% en 2012.
Según sus estimaciones, la emisión de pesos tiene un "piso" de $ 53,000 millones y un "techo" de $ 120,000 millones para este año, ubicándose en un escenario base de $ 103,000 millones. En pocas palabras, plantea, la emisión monetaria destinada a financiar al Tesoro aumentará 0.8 punto porcentual en términos del PBI, pasando de 3,2% (2012) a 4% (2013).
La tendencia
En los últimos dos años, la demanda de dinero y el nivel de actividad comenzaron a ceder terreno en la Argentina; pero resurgió la fuga de capitales por el lado del sector privado, como una consecuencia de la inflación, el atraso cambiario, la presión tributaria y las expectativas de devaluaciones crecientes, indica E&R.
En todo 2011, el drenaje de divisas (formación de activos externos) alcanzó unos U$S 21.500 millones, la segunda fuga de capitales más contundente de la última década, puntualiza el informe. Para frenar la fuga, sin perder reservas ni devaluar, el Gobierno implementó el cepo cambiario, que provocó un desdoblamiento del mercado de divisas, con una brecha entre cotizaciones que en la actualidad alcanza un 80% aproximadamente.
En ese marco, la emisión monetaria dejó de ser endógena y pasó a incrementarse al 40% interanual, lo que implicaba más de 10 puntos porcentuales por encima del PBI nominal. Es decir, en 2011 la dominancia fiscal hizo que la política monetaria comience a estar cada vez más disociada de la economía real, explica. El año pasado, la emisión se mantuvo alta, en torno del 32%.
¿Qué sucedió en el primer trimestre de este año? Según Economía & Regiones, el Central continuó con su política monetaria hiper-expansiva para financiar al fisco, haciendo que la base monetaria se incremente un 38% interanual durante ese período. Esto se efectivizó en un contexto de caída de reservas internacionales, que se redujeron un 10% interanual durante el primer cuarto del año (y un 13% interanual en marzo). "Es decir, la política monetaria tuvo como objeto abastecer las necesidades financieras del Tesoro sin capacidad para comprar los dólares del mercado de cambios", indica.
En efecto, la incertidumbre que genera el dólar "blue" hizo que los exportadores retengan sus productos en detrimento de la liquidación de dólares. En ese contexto, indica E&R, la cotización paralela cobró fuerza, al igual que la creciente emisión de pesos.
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