15 Mayo 2013
PREVENCIÓN. La madre de Angelina sufrió cáncer y ella tenía un 87% de posibilidades de padecer el mal. REUTERS
La noticia recorrió el mundo en unos pocos minutos: Angelina Jolie, de puño y letra, había publicado en "The New York Times" un artículo en el cual reveló que se sometió a una mastectomía bilateral, "por las dudas". Quizás sea ese "por las dudas" (además de la notoriedad del personaje, claro) lo que más generó shock. Por de pronto, fue ese "por las dudas" el que motivó la consulta con los profesionales.
"Entre nosotros aún suena raro, pero en los EE.UU. se trata de una práctica bastante difundida. Tiene que ver con dos líneas de información médica: la historia familiar en relación con el cáncer y los datos de los estudios cromosómicos, que indican presencia (o no) de los genes BRCA 1 o BRCA 2 (cuando mutan aumenta la probabilidad de que se produzca cáncer)", explicó el ginecólogo Armando Pérez de Nucci. "Se trata de una cirugía profiláctica, que, con menor frecuencia, se hace en la Argentina", añadió.
En su nota, titulada "Mi opción médica", Angelina relata que su intención es minimizar los riesgos de que a sus seis hijos les pase lo que a ella. "Mi madre (la actriz Marcheline Bertrand) luchó contra el cáncer durante una década y murió a los 56 años. Aguantó lo suficiente para poder tener en brazos a su primer nieto. Pero mis otros hijos no tuvieron la chance de conocerla", dice su texto.
Sabiendo de sus antecedentes, decidió someterse a una prueba genética: esta pronosticó 87% de posibilidades de desarrollar un cáncer de mama. Reconoce que no fue una decisión sencilla, pero que se alegra de haberla tomado. Y también de hacer público un acto tan privado -y tan tabú- como ese, porque está segura de que hablar de ello ayudará a otras mujeres.
"La vida está llena de desafíos. Los que no debemos temer son los que podemos enfrentar y controlar", afirmó Angelina.
¿Cuándo se indica?
Es necesario ser claros: para que una intervención así sea indicada deben cumplirse muchos requisitos. En primer lugar, debe tratarse de un cáncer "hereditario", que son sólo el 5% del total, explicó la patóloga Alba Gómez, master en Oncología Molecular. "Para poder determinar eso, debe hacerse a la paciente un examen riguroso y un interrogatorio exhaustivo; si se trata de mujeres menores de 40 años y con antecedentes familiares asociados a cánceres bilaterales y muy agresivos, se las deriva al médico genetista", añadió.
El estudio, que es muy complejo, se hace a partir de una muestra de sangre y permite detectar si en la paciente y en su grupo familiar si hay mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2 asociadas con cáncer.
"Con los resultados en la mano se debe analizar la relación costo-beneficio de una cirugía tan invasiva como esta -añadió-. Y hay que ser cuidadosos: no toda mutación es maligna, y no toda mutación maligna deriva en un cáncer. Lo que se puede establecer son niveles de riesgo".
Qué hacer si hay dudas
Que no gane el pánico. "La recomendación es, siempre, realizar el control anual (más frecuente si hay antecedentes), y en caso de la mínima sospecha, la consulta con el mastólgo". En eso coincidieron Gómez y Pérez de Nucci.
"Entre nosotros aún suena raro, pero en los EE.UU. se trata de una práctica bastante difundida. Tiene que ver con dos líneas de información médica: la historia familiar en relación con el cáncer y los datos de los estudios cromosómicos, que indican presencia (o no) de los genes BRCA 1 o BRCA 2 (cuando mutan aumenta la probabilidad de que se produzca cáncer)", explicó el ginecólogo Armando Pérez de Nucci. "Se trata de una cirugía profiláctica, que, con menor frecuencia, se hace en la Argentina", añadió.
En su nota, titulada "Mi opción médica", Angelina relata que su intención es minimizar los riesgos de que a sus seis hijos les pase lo que a ella. "Mi madre (la actriz Marcheline Bertrand) luchó contra el cáncer durante una década y murió a los 56 años. Aguantó lo suficiente para poder tener en brazos a su primer nieto. Pero mis otros hijos no tuvieron la chance de conocerla", dice su texto.
Sabiendo de sus antecedentes, decidió someterse a una prueba genética: esta pronosticó 87% de posibilidades de desarrollar un cáncer de mama. Reconoce que no fue una decisión sencilla, pero que se alegra de haberla tomado. Y también de hacer público un acto tan privado -y tan tabú- como ese, porque está segura de que hablar de ello ayudará a otras mujeres.
"La vida está llena de desafíos. Los que no debemos temer son los que podemos enfrentar y controlar", afirmó Angelina.
¿Cuándo se indica?
Es necesario ser claros: para que una intervención así sea indicada deben cumplirse muchos requisitos. En primer lugar, debe tratarse de un cáncer "hereditario", que son sólo el 5% del total, explicó la patóloga Alba Gómez, master en Oncología Molecular. "Para poder determinar eso, debe hacerse a la paciente un examen riguroso y un interrogatorio exhaustivo; si se trata de mujeres menores de 40 años y con antecedentes familiares asociados a cánceres bilaterales y muy agresivos, se las deriva al médico genetista", añadió.
El estudio, que es muy complejo, se hace a partir de una muestra de sangre y permite detectar si en la paciente y en su grupo familiar si hay mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2 asociadas con cáncer.
"Con los resultados en la mano se debe analizar la relación costo-beneficio de una cirugía tan invasiva como esta -añadió-. Y hay que ser cuidadosos: no toda mutación es maligna, y no toda mutación maligna deriva en un cáncer. Lo que se puede establecer son niveles de riesgo".
Qué hacer si hay dudas
Que no gane el pánico. "La recomendación es, siempre, realizar el control anual (más frecuente si hay antecedentes), y en caso de la mínima sospecha, la consulta con el mastólgo". En eso coincidieron Gómez y Pérez de Nucci.
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