En Río Gallegos las denuncias no sorprenden, de tan conocidas

Que el entorno de Néstor y Cristina Kirchner se enriqueció al amparo del poder es una realidad que, de tan conocida, no les mueve la aguja a los santacruceños. Nada sorprende en Río Gallegos; al contrario. Que la Presidenta cuente en su casa de El Calafate con una pieza -la bóveda de la que habló Jorge Lanata en su programa- para guardar papeles y valores se acepta con naturalidad. Y que en el mausoleo construido por Lázaro Báez haya una fortuna escondida provoca risa. La fortuna -afirman- está en otros lugares. No, hay cosas mucho más importantes en el día a día de la provincia. Los sueldos que no alcanzan, por ejemplo. Ayer se vivió en la calle, con una movilización que golpeó -literalmente- las puertas de la Casa de Gobierno y de la Jefatura de Policía.

"Está lindo, ¿no?", decía una docente mientras marchaba al mediodía por la avenida Kirchner, la más importante de la ciudad. Coincidencia tucumana: antes se llamaba Julio Argentino Roca. Las cuchilladas de viento llegaban al hueso y los 5º parecían bajo cero. Pero para los riogalleguenses el frío es otra cosa.

Junto a los maestros se manifestaron empleados públicos con pecheras de ATE, y autoconvocados. Los siguieron columnas de partidos de izquierda. En total eran unos 300, ruidosos, enojados, para nada violentos. El repudio al enfrentamiento del viernes pasado con la Policía fue el eje del reclamo. "Nos llevaron como corderos al matadero", denunció una de las oradoras. Exigían la renuncia del Jefe de Policía, Jorge Hasan. Sí, el mismo apellido de nuestro ex rugbista. Lázaro Báez, Rudy Ulloa, Julio De Vido, los secretarios presidenciales, todos forman parte de la agenda informativa nacional. Pero no en el corazón de la Patagonia, donde los conocen hace muchos años y no son noticia, por más que Lanata exhiba mansiones y crecimiento patrimonial. Lo que preocupa en la provincia es la pelea que puso al gobernador Daniel Peralta en la mira de Cristina. Los perdedores de ese juego de poder son los bolsillos santacruceños.

Desde el busto que lo entroniza en el jardín de La Rosadita, un poco perplejo, el histórico gobernador Gregores fue testigo de la invasión de manifestantes. La Rosadita es la Casa de Gobierno, un edificio tan modesto como pintoresco al que ayer no protegieron vallas ni uniformados. A la vuelta, está la Jefatura de Policía. De Hasan y sus subordinados no hubo noticias, por más que algunos exaltados pegaron manotazos en las puertas de madera. Resonaron cantitos, pero no destrozos. Tampoco pintadas. Antes habían arriado la bandera.

"Todo esto forma parte de la interna del PJ", apuntó el periodista Tarek Hallar, opinión refrendada por varios colegas. Peralta aglutina al peronismo ortodoxo y su batalla es con La Cámpora. Cristina retacea fondos y el gobernador hace equilibrio para no desbarrancar a Santa Cruz. Historia conocida en más de una provincia. Los ciudadanos de a pie miran. "Para la Bersuit hay plata, para los municipales no", acusan los carteles.

Rudy Ulloa, el chofer de Néstor devenido empresario, es dueño de un canal por cable. Lo ven en Río Gallegos los abonados a Cablevisión. La convivencia de Ulloa con el Grupo Clarín no genera ruidos. "Periodismo Para Todos" llega sin interrupciones a los hogares. Lo que todos sabían, lo fantasioso, lo que es probable, lo que tal vez y las pifiadas de Lanata generan debates más divertidos que sorprendidos. A fin de cuentas, frente al estuario del río Gallegos, está la casa de Cristina. Ariel Amaya nació en Ranchillos, hizo su vida en Las Termas y hoy es mozo del aristocrático Club Británico. Allí concurrían Kirchner y sus amigos, a hablar de política. Kirchner siempre hablaba de política. Ariel siente que le debe muchísimo a Santa Cruz. Aquí relanzó su vida tras la catástrofe de 2001. Él, como tantos riogalleguenses, traslada sus contradicciones espirituales al discurso. ¿Qué muchos se hicieron millonarios? Y, sí.

Se va esfumando el mediodía y la marcha pierde fuerza. Las pancartas se guardan despacito, mientras se nubla y Río Gallegos muestra su rostro de pueblo grande. Esos en los que se conocen todos. "¿Sabe? Cuando vivía Néstor estas cosas no pasaban", afirma una maestra, con un camperón que apenas le tapa la nariz. "¡Cómo que no! -le retruca un profesor de Educación Física-. Acordate que en 2007 estaba él y fue un escándalo en serio". Y se van juntos. Un rato más tarde empezó a nevar.

El Gobierno critica la "bajeza" de Lanata

BUENOS AIRES.- Dirigentes kirchneristas criticaron duramente la información del programa Periodismo para Todos", del periodista Jorge Lanata, que en su edición del domingo afirmó que hay una bóveda en una de las viviendas habitada por la presidenta Cristina Fernández, para, presuntamente, guardar dinero y documentos.

El subsecretario de la Presidencia, Gustavo López, calificó de "una bajeza insostenible" las versiones que indican que hay dinero guardado en el mausoleo donde descansan los restos del ex presidente Néstor Kirchner, así como las que aluden a la existencia de la bóveda en la casa familiar.

"Es una falta de respeto total y absoluta. Se ha llegado a extremos insospechados e insostenibles", declaró López en declaraciones que reproduce "perfil.com". Por su parte, el senador Aníbal Fernández se negó a opinar acerca de lo que consideró es "el invento de Lanata en Canal 13". "Es un chusmerío estúpido. No pueden demostrar nada, es todo traído de los pelos. Lo que dicen hace agua por los cuatro costados, que se haga cargo quien quiera ser funcional a las estupideces que dice Lanata", concluyó el senador "K".

En tanto, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, embistió contra los "alcahuetes mediáticos" (por Lanata) que -publicó "La Nación"-, procuran "generar un clima de terror" y contra los "intereses corporativos, extorsivos, delictivos" que "desprecian" a Kirchner.