Numerosos terapeutas o expertos en salud mental afirman que la relación de un niño con el entorno puede marcarlo para toda la vida. Hoy, muchos de quienes superan los 50 años, recuerdan -con cierta nostalgia- los cines de barrio. Esas salas cinematográficas eran sinónimo de concentración y de diversión. En particular, de chicos y de mujeres. Así lo evocan tantos autores y también nosotros mismos. Esos espacios de fin de semana o casi todos los días, con pantallas de tela, de dos o tres películas por función; de secciones para señoras en horarios vespertinos; de películas en serie; de sábados de noviecitos... de anhelos, ilusiones y fantasías...
Sin duda los cines de barrio eran más modestos que los del centro. Por lo general estaban dotados de sillas metálicas o de madera, y muy pocos de butacas. Después se generalizó esa modalidad. Cuando el bordereaux se multiplicó (casi por imperio de la urbanidad, la modernidad y el progreso de la época), el barrio dejó de ser tal para convertirse en "trocen" (centro).
No estrenaban
"Los cines de barrio se utilizaban para la reposición de filmes que ya se habían estrenado en las salas céntricas. Por lo tanto, el valor de las entradas era considerablemente menor en relación a los cinematógrafos del corazón urbano", describió el cinéfilo profesor de Geografía Ricardo Antonio Brunetti.
El ex docente secundario del Gimnasium universitario, y autor del libro "Una historia de los cines de San Miguel de Tucumán" (Brunetti), destacó que "el Edison, de 9 de Julio y General Paz, fue un verdadero exponente de progreso para los barrios del sur de San Miguel de Tucumán cuando se inauguró en la década del 30, del siglo pasado".
Ocho décadas atrás
"Tenía nueve años cuando se abrió el Edison, en la esquina oeste de la General Paz con la 9 de Julio. Al frente de una conocida cafetería y en diagonal a la plaza Hipólito Yrigoyen. Recuerdo con nitidez que era sábado. Porque ese día de la semana mi padre, como como no trabajaba a la tarde, nos llevaba a pasear o íbamos a los pocos biógrafos que quedaban o a cines que comenzaban a proliferar. No sé si era marzo o abril. Pero, tengo una vaga idea de que se trataba de una fecha cercana a Semana Santa", describió don Ernesto Miguel Sosa, de 89 años y muy próximo a los 90, además de frecuente espectador de esa sala.
"Una de las dos o tres películas que se proyectaron en la inauguración -puntualizó don Sosa- fue 'Presidio'. Una cinta que fue precursora de los melodramas carcelarios, de los que tanto se ocupó el cine, y que también atrapa a quienes siempre disfrutamos de este género. Es un thriller, como se dice ahora, que en la versión original de los EE.UU. se llama The Big House y esta interpretada, entre otros artistas, por Chester Morris (como John Morgan, en el rol de un falsificador). Pero en el Edison pasaron una versión con reparto español aunque dirigida por George W. Hill -el director de la original norteamericana- codirigida con Edgar Neville".
Don Ernesto destacó que esa película fue nominada, en 1930, a cuatro Oscar. Pero se llevó dos. "Uno, al mejor guión y otro, al mejor sonido. Estaba producida por la Metro Goldwyn Mayer", subrayó.
El arquitecto José María Alonso (69 años), habitué del cine más popular del barrio sur de las cuatro avenidas, puso énfasis en que "mi padre me contó que desde 1936 el Edison se convirtió en la única sala de esa parte de la ciudad. Ese año cerró el cine teatro Politeama, de 9 de Julio y Las Piedras, a una cuadra del Edison, que funcionó alrededor de 16 años. Entre 1920 y 1936".
La matiné
Alonso, que vivía a dos cuadras del cine, evocó las matiné de los domingo. "Los precios eran módicos creo que entre 50 y 80 centavos. Y además de dos películas que eran de cawboys, aventuras o cómicas, nos deleitábamos con los episodios de Flash Gordon, el Capitán Maravilla y las famosas series Los Tambores de Fu Man Chú y El Llanero Solitario".
En cambio el profesor Brunetti recordó el promocionado western sphaguetti. "Por unos dólares más". Una producción italo española y germana, dirigida por Sergio Leone, con actores oriundos de esos países como Gian Maria Volonté, Klaus Kinski, y Mario Brega,
entre otros y los americanos Clint Eastwood y Lee Van Cleef, en los protagónicos.
El guión reflejaba la disputa de dos cazadores de asesinos, rivales entre sí al principio, que acaban por unirse para conseguir una misma presa: "El Indio". Un peligroso y sanguinario bandido.
Datos precisos
En la página 11, de la edición de LA GACETA del sábado 15 de abril de 1933, a tres columnas -en el cuarto de página de abajo de la parte derecha se anuncia a dos líneas:
"Esta tarde será inaugurado el cine 'Edison' en 9 de Julio y Gral Paz".
La crónica consigna, en tipografía cuerpo 8, que la nueva sala de espectáculos "a inaugurarse hoy, a las 18.30 en la intersección de las calles 9 de Julio y General Paz, pertenece a la empresa North Argentine Films, del empresario Guillermo Renzi".
La atracción
Lo más novedoso del Edison era el sonido que poseía. Hacía un par de años que el cine sonoro había desembarcado en Tucumán. Al respecto, según nuestros archivos "la sala del Edison fue dotada de una cuidada acústica. Puede decirse que en todos los lugares del local se escucha, con idéntica claridad e intensidad, la voz y el sonido más pequeño de sincronización cinematográfica sonoro parlante".
El Edison es una fiel expresión de art decó. Tenía capacidad para 900 o 1.000 butacas entre la tertulia (parte alta) y las plateas.
EL ACOMODADOR
LOS CIERRES.- El Edison se mantuvo latente durante 48 años. Surgió en 1933 y se cerró en 1981. Pero después fue reabierto en 1984. Pasaron cuatro años y bajó el telón para siempre en 1988.
BARRIO I.- En la década del 30, además del Edison -según el profesor Ricardo Brunetti- eran considerados como de barrio, los cines: 9 de Julio (avenida Juan B. Justo 1089), Capitol (Monteagudo 250), Belgrano (24 de Septiembre 1062), Broadway (Santiago 840) y Mitre (avenidas Mitre y Belgrano). Pero al crecer la ciudad, todas estas salas que se abrieron entre 1930 y 1934 se sumaron a casco céntrico.
BARRIO II.- En la década del 50 se sumaron nuevos cines de barrio: Independencia (Marina Alfaro 949), Biblioteca Belgrano (25 de Mayo 1.358), Ejército del Norte (avenida Ejército del Norte 1.011), Luján (Don Bosco 1.870), Colón (avenida Cristóbal Colón 121), El Cruce (La Plata 1.282), Fénix (Blas Parera 43), Océan (avenida Juan B. Justo 1.031, Roma (avenida Alem 1.049) y Viamonte (Viamonte 1.510). Casi todos ellos nacieron al aire libre y luego fueron techados.