Eduardo Robinson - Economista
Y si, algo había que hacer. El piloto automático hace rato que dejó de funcionar. Transcurrido el primer cuatrimestre de 2013 la actividad económica sigue mostrando síntomas de anemia. La evolución que en los últimos meses tuvo la cotización del dólar paralelo, es un claro reflejo del incremento de la incertidumbre. Ante el castigo que propina la inflación a los saldos en pesos, crece el incentivo a proteger el poder adquisitivo. Y la alternativa más a mano, la menos sofisticada es comprar divisas en el mercado informal. Casi a cualquier precio, porque las expectativas del precio del dólar no ceden. Todos síntomas del problema de fondo que es la inflación.
Ante esta situación, el martes pasado, el Gobierno nacional quiso mostrar, en primer lugar unidad de criterios y coordinación en el equipo económico. Segundo, anunciar la creación, por medio de una ley, de dos instrumentos financieros en dólares destinados a la inversión en "sectores estratégicos".
Quienes tengan divisas no declaradas, tanto en el país como en el exterior podrán introducirlos en el circuito formal. El primer instrumento es un certificado de depósitos en dólares (Cedin) para fomentar las inversiones inmobiliarias, y el segundo es un bono, también en dólares, cuyos recursos se destinarán al sector energético.
¿Cuáles son los objetivos? Reactivar el alicaído mercado inmobiliario, recomponer las reservas del Banco Central y capitalizar YPF. Estos son los objetivos explícitos. Pero el principal, el objetivo subyacente, es frenar la suba del dólar incrementando su oferta. El balance cambiario de 2013 en Argentina es deficitario. Esto es, la demanda de dólares supera en aproximadamente en 2.500 millones de dólares a la oferta. Argentina tiene un problema de generación de divisas, al tiempo que crece la demanda de moneda extranjera. Entonces, la única trayectoria que puede tener el tipo de cambio es hacia arriba. Lo paradójico de esta situación es que pese a que el gobierno continúa hablando de que el problema es de la economía internacional, los precios de los principales productos de exportación de Argentina, se mantienen elevados. Pese a ello es clara la pérdida de competitividad que tiene la economía.
Impacto
¿Sirven las medidas?
No, son insuficientes. ¿Por qué?, porque no atacan la raíz del problema: la inflación. Para el gobierno la inflación es la del Indec. Con lo cual, ve, en el mejor de los casos, sólo la mitad del problema. Las medidas apuntan a que haya más dólares en la economía, pero no disminuirá la demanda en la medida que no se reduzca la inflación. En lugar de defender el poder adquisitivo del peso, se trata de engrosar la disponibilidad de dólares. Mayor oferta de dólares, no implica que habrá menos demanda de esa moneda.
¿Se crean los incentivos adecuados para canalizar el ahorro?
Se crean alternativas de canalización de fondos en dólares, sin tener en cuenta si su origen es legal o ilegal. Pero no son mecanismos adecuados para viabilizar el ahorro. Tanto el ahorro como la inversión dependen de las perspectivas que tengan los agentes económicos y de la credibilidad. En este sentido, la permanente salida de los depósitos en dólares, cayeron un 40% en el último año, esto responde a la desconfianza. ¿Habrá incentivos a desprenderse de los dólares billetes a cambio de un certificado de inversión?, ¿la gente estará dispuesta a entregar dólares y llevarse un certificado a cambio de pasar a la legalidad y potenciar la inversión bajo un esquema económico que muestra crecientes desequilibrios?
Se trata de un proceso de seducción, que puede llevar un tiempo indeterminado. Es una nueva apuesta del gobierno a inyectar aire al esquema económico, pero no es claro que no es el mejor camino para incrementar la inversión y recrear confianza.
Cedin, un bono para reactivar al sector inmobiliario
El Certificado de Depósito para Inversión Inmobiliaria (Cedin) será uno de los instrumentos que pondrá en vigencia el Gobierno para exteriorizar fondos no declarados en dólares. Debido a la paralización de la compra-venta de propiedades, cuyas operaciones se pactan en dólares, se buscará darle mercado por esa vía, ya que podrá ser endosado a la parte vendedora. Será nominativo al portador y endosable.
Requisito: estar al día con bienes personales y ganancias
Los contribuyentes que pretendan ingresar al plan de blanqueo de capitales deberán haber cumplido con la presentación y pago al 31 de mayo de 2013 de las obligaciones del impuesto a las ganancias y bienes personales. La propuesta excluye a los funcionarios públicos y familiares de todos los poderes del Estado. Tampoco involucra a las personas físicas o jurídicas declaradas en quiebra.
Baade, versión pagaré
Los bonos energéticos (Baade) estarán abiertos no sólo a quienes deseen exteriorizar tenencias de dólares no declaradas, tanto en el país como en el extranjero, sino también a los inversores que posean fondos declarados ante la AFIP. Tanto cartular como registral, serán emitidos en una versión Pagaré.
Sin obligación de declarar el origen
Los sujetos que exterioricen capitales no estarán obligados a indicar la fecha de compra de las tenencias, ni el origen de los fondos con las que fueron adquiridos. El dinero ingresado quedará eximido del pago de impuestos omitidos de declarar o penalidades. Se exime el pago de Ganancias, transferencias de inmuebles y sobre los créditos y débitos bancarios, incluidos los que derivan de la acción de ingreso al país de los fondos.
La apreciación cambiaria
En estos días calientes en materia cambiaria, emerge a cada instante la pregunta sobre si la elevada "brecha" que separa al dólar blue del oficial no desnuda, en realidad, el grado de apreciación real de la cotización del Banco Central (BCRA). Una buena forma de responder a esta cuestión es haciendo paralelismos con las paridades de nuestros vecinos (y principales socios, en ciertos casos) de la región en los últimos 10 años, plantea AMF Economía.
Según la experiencia de la última década, en las principales economías de la región (Argentina, Brasil, Chile y México) se verificaron sustanciales apreciaciones de sus monedas frente al área del dólar. Esto es, su poder adquisitivo en esa moneda, literalmente "voló" y estimuló la demanda agregada interna e impactó en los equilibrios externos.
En los extremos, la menor pérdida se observó con el Peso Mexicano (1%) y la mayor con el Real Brasileño (57%). En las inmediaciones de los máximos niveles, "nuestro querido Peso" (se apreció 56%) y, en menor proporción, lo propio hizo la moneda chilena (41%), dice la consultora dirigida por Gustavo Perilli.
Ahora bien, este proceso no resultó tan lineal porque en los primeros cinco años las divisas latinoamericanas "copiaron" el singular debilitamiento de la moneda norteamericana a nivel internacional.
En mayor o menor medida, estos movimientos fueron captados por los tipos de cambios de la región: mientras que en 2003/2008 se valorizaron nominalmente las paridades cambiarias, en el quinquenio 2008/2013 el reposicionamiento nominal del dólar se generalizó, aunque sin lograr revertir la pérdida de su poder de compra en algunos países de la región (Argentina y Brasil). Los procesos inflacionarios (más intensos en la Argentina y Brasil, pero más moderados en México y Chile) contribuyeron, según AMF, a propiciar un comportamiento dual con nuevas apreciaciones reales en Argentina y Brasil y depreciación de los respectivos tipos de cambio reales bilaterales (TCRb) que vinculan a México y Chile con los Estados Unidos. En este contexto, los últimos cinco años marcaron un definida diferenciación de la estrategia de la Argentina frente a sus pares regionales: revaluó marcadamente su paridad real $/U$S en 33%.
¿Cómo quedó la evolución de la moneda local frente a sus pares de la región? En los últimos 10 años, la Argentina peleo "cabeza a cabeza" el liderazgo revaluatorio con Brasil, pero en una evaluación "más corta" (desde la crisis financiera internacional hasta nuestros días) nuestro país apreció significativamente su moneda en relación con el resto de los países de la región seleccionados, indica AMF Economía.
Cavallo dixit: el mismo escenario
Domingo Cavallo cerró una difícil semana para la economía argentina. El ex ministro de Economía se despachó con una frase que dejó helado a los funcionarios. "Yo fui funcionario en 2001, y los problemas actuales de la Argentina son los mismos que en 2001", afirmó el economista, quien reiteró que "si el Gobierno persiste con esta política, algo va a tener que hacer con el tipo de cambio".