BUENOS AIRES. - El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, aseguró hoy que la Argentina "no se va a convertir en un paraíso fiscal" si el Congreso sanciona la ley que prevé el ingreso de divisas no declaradas al circuito formal.
"Es esta la misma situación que se llevó a cabo hace algunos años", dijo Echegaray y agregó: "la exteriorización no será anónima porque requiere de una persona física o jurídica que esté dada de alta con su respectivo CUIT".
Por su parte, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, expresó hoy que no hay ninguna razón para disponer una devaluación del peso. "No hay ninguna razón por la que el gobierno tenga que pensar en una devaluación, que traería como consecuencia ineludible un proceso inflacionario y la pérdida del poder adquisitivo de los que cobran en pesos", dijo el funcionario.
Lorenzino encabezó el equipo del gabinete económico que se presentó en el Senado nacional para defender en el ámbito legislativo el proyecto gubernamental de blanqueo de dólares que busca impulsar inversiones en el país. Junto a Lorenzino asistieron al Congreso Nacional su viceministro, Axel Kicillof; el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno;, la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont; y el Echegaray.
La reunión arrancó a las 13 y el propósito del kirchnerismo es dictaminar en relación al proyecto el martes o, a lo sumo, el miércoles, y tratarlo en el recinto el miércoles 22 del corriente para después girarlo a la Cámara de Diputados en revisión.
El proyecto anunciado por el Poder Ejecutivo ingresó anoche al Congreso por el Senado y fue girado para su análisis a las comisiones de Presupuesto y Hacienda, que preside Aníbal Fernández (FPV), y de Economía e Inversión, que conduce la radical Laura Montero.
Reincorporar recursos
En el Senado, el ministro de Economía resaltó que la iniciativa que procura facilitar el blanqueo de dólares no declarados tiene como fin "reincorporar esos recursos al circuito productivo" del país para invertirlos en el mercado inmobiliario y en los sectores de la construcción y la energía.
"No es raro que quienes apuestan a la devaluación (del peso) digan que está a la vuelta de la esquina", sostuvo Kicillof.
El proyecto oficialista recibió críticas de parte de los partidos políticos de la oposición y algunos economistas, aunque fue recibida con esperanza por los representantes de la industria de la construcción. El plan oficial consta de dos instrumentos financieros para captar divisas no declaradas por los ciudadanos. Implica una amnistía impositiva, con un perdón de la deuda fiscal que hubieran generado esos capitales, como también la extinción de toda posible responsabilidad judicial vinculada con las leyes penales cambiaria y tributaria. Quienes blanqueen dinero quedarán libres de toda acción civil, penal o administrativa en su contra. Los ciudadanos podrán optar por un certificado de depósito en dólares (Cedin), que emitirá el Banco Central y se podrá usar como moneda para compras inmobiliarias y financiar construcciones; o un Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade), que cotizará en el mercado de capitales, vencerá en 2016 y otorgará un rendimiento del 4% de interés anual.
Este es el segundo blanqueo de capitales que impulsa la jefa de Estado, luego del realizado en 2009 y que permitió ingresar unos U$S 4.000 millones al sistema legal. (DPA-DYN-Télam)