07 Mayo 2013
ATENTO. El profesor John Mainstone vigila el experimento con brea. FOTO TOMADA DE ABC.ES
MADRID.- Científicos y curiosos de todo el planeta están pendientes de la caída de una gota. El evento incluso será retransmitido en vivo y merece la pena estar atentos porque sucede solo una vez cada 10 años, más o menos, y en una décima de segundo. Es el experimento más largo de mundo, mención incluida en el libro Guinness de los récords.
El portal ABC.ES revela que el experimento de la gota de brea fue iniciado en 1927 por el profesor de Física Thomas Parnell, de la Universidad de Queensland (Brisbane, Australia), para demostrar a sus alumnos que los materiales más ordinarios pueden exhibir algunas propiedades sorprendentes. No se lo ocurrió otra cosa que verter una muestra de brea muy caliente en un embudo con el cuello sellado. Así lo dejó durante tres años, hasta que cortó el cuello del embudo para que la brea fluyera hacia abajo. La brea es un líquido muy viscoso, 100.000 millones más que el agua, tanto que parece sólido. A temperatura ambiente, fluye muy despacio y le lleva varios años formar una sola gota. La velocidad de este goteo depende de las variaciones en la temperatura. De hecho, la última gota demoró bastante más de lo esperado porque en el edificio donde se encuentra el experimento se instaló un equipo de aire acondicionado.
La primera gota del experimento cayó en diciembre de 1938 y la última, la octava, el 28 de noviembre de 2000. Ahora, 86 años después del inicio de la prueba, los científicos creen que la caída de la novena es inminente. No se lo quieren perder porque, en todo este tiempo, nadie ha sido testigo de la caída de una gota. El experimento, que se muestra al público en la escuela de matemáticas y física del campus de Queensland y es custodiado por el profesor John Mainstone, está siendo vigilado por varias cámaras que retransmiten su estado en directo (la imagen con el reloj). Los científicos también lo tenían todo preparado para grabar la anterior gota, pero sus intenciones se truncaron por un fallo técnico.
Parnell fue condecorado póstumamente en 1990 con el Premio Ig Nobel, que un grupo de entusiastas otorga cada año a las investigaciones científicas más absurdas e imaginativos. El experimento tiene brea suficiente para durar cien años más, así que si uno se lo pierde y su edad no lo impide, siempre puede esperar una década... o más. LA GACETA
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