"Tuve que sacar el boleto de avión para poder regresar a trabajar". Inés, una tucumana que vive en Buenos Aires, fue una de las decenas de personas que se vieron obligadas a comprar un ticket de vuelo debido al paro de colectivos de larga distancia, que anoche a última hora fue levantado. "Vine a participar en un cumpleaños familiar y debía viajar en micro el jueves a las 19, siete horas antes del inicio de la medida de fuerza", comentó la mujer, quien hacía fila para adquirir su pasaje en la oficina de una de las empresas aéreas, en la capital tucumana.
La venta de boletos aéreos se incrementó desde el sábado, cuando la huelga de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se afianzaba. "Hubo mucho movimiento durante toda la mañana (por ayer). Más de lo normal. La ocupación de los vuelos alcanzó el 90%", dijo ayer a LA GACETA el gerente de la oficina local de la compañía Aerolíneas Argentinas, Ricardo Aybar.
Según el directivo, de ese porcentaje, un 30% correspondió a las operaciones del momento debido al cese de los servicios de los colectivos. El resto fue adquirido de forma anticipada, con tarifa promocional.
Alrededor de 70 boletos para los servicios de los próximos días, se vendieron en la mañana de ayer.
Si una persona quiere adquirir un boleto por fuera de promoción, el costo es de entre $ 1.500 y $ 1700, ida y vuelta, a Buenos Aires, informaron desde las distintas agencias.
Aybar aconsejó que los interesados, primero, consulten o realicen compras a través de los servicios de la empresa, pagina web y la linea gratuita.